¿EXISTE ESPAÑA?
José Manuel RODRÍGUEZ PARDO
Esta pregunta ha pasado de ser una obviedad a convertirse en el auténtico tema de nuestro tiempo. La Constitución de 1978 y su tolerancia hacia el nacionalismo fraccionario, incrementada dramáticamente por el actual gobierno socialista, nos ha llevado a una situación en la que la existencia de España es puesta en entredicho. Señala Gustavo Bueno en España no es un mito que la pregunta “¿existe España?” puede formularse con dos entonaciones distintas: apelativa y representativa. La primera sería la propia de los nacionalistas, quienes aprovechando fondos públicos y sus propios gobiernos autonómicos y regionales, cuentan con un nutrido grupo de periodistas e intelectuales que ejercen el papel de mercenarios a sueldo, encargados de difundir su ideario separatista. No podemos poner mejor ejemplo de esta circunstancia que el diario catalán Avui, que descalificó a las madres de los militares españoles tildándolas de prostitutas; idéntico calificativo vertió otro mercenario, el actor Pepe Rubianes, sobre España en la televisión pública. Respecto a tales insultos, lo único que podemos desear es que la querella contra Rubianes presentada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española fructifique y todo el peso de la ley caiga sobre este sujeto.
Sin embargo, tras estos groseros insultos proferidos contra España, tanto el diario Avui como Rubianes han entonado a regañadientes una disculpa, que a pesar de su nula sinceridad deja en evidencia su impotencia para cumplir sus objetivos. Pese a su deseo explícito de dejar de ser españoles, la realidad es demasiado tozuda y tienen que reconocer que ellos también lo son, al igual que el futbolista Oleguer tuvo que acudir a la llamada de la selección de España tras haber realizado poco antes campaña a favor de la selección catalana de fútbol. De hecho, nada parece irritarles más a los nacionalistas, ya sean vascos, catalanes, gallegos, asturianos, etc., que recordarles que sus respectivas nacionalidades no existen sin España.
La segunda entonación de la pregunta titular, la representativa, señala distintos presentes históricos en los que presuntamente España no existiría: por ejemplo, para quienes crean en la alianza de civilizaciones (como el presidente Zapatero), España desaparecería en 1492, cuando se produce la expulsión de judíos y musulmanes, esfumándose la denominada España de las Tres Culturas; para quienes defiendan la democracia como el valor más importante, España dejaría de existir en 1939 con la victoria franquista, para renacer con la muerte de Franco y la democracia actual. Pero quienes no comulguen con la alianza de civilizaciones verán que la España de las Tres Culturas jamás existió; basta ver la violencia y fanatismo islamista contra unas simples caricaturas de Mahoma para entender con claridad el “diálogo” que el Islam, que aún vive en el siglo XV, propuso tanto a judíos como a cristianos. Asimismo, quienes no comulguen con el fundamentalismo democrático, comprobarán que durante el franquismo se produjo la transformación de España en una de las economías más desarrolladas del mundo, gracias a la cual disfrutamos nuestro bienestar actual.
Frente a quienes tanto de forma apelativa como representativa niegan a España, podemos responder que España aún existe hoy, pues todavía hay quienes están dispuestos a defenderla, ya sea por vía dialéctica, como la Fundación para la Defensa de la Nación Española, o por medio de las armas, como el general Mena, quien siguiendo la tradición cervantiana que propugna la superioridad de las armas sobre las letras (las leyes) advirtió que sería necesario intervenir militarmente si el Estatuto de Cataluña sobrepasaba los límites constitucionales.
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