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VALLE DE LOS CAÍDOS: DECLARACIONES RECIENTES Y REFLEXIONES AL RESPECTO

VALLE DE LOS CAÍDOS: DECLARACIONES RECIENTES Y REFLEXIONES AL RESPECTO

Juan Antonio LAMARCA

 

   Una vez perdida la batalla del pretendido cierre al culto, el proyecto del Gobierno es desmantelar y disolver toda presencia laboral y administrativa palpable del organismo “Patrimonio Nacional” (taquilla, guías culturales, personal de seguridad) y así deslocalizar al 100% de sus trabajadores allí destinados, concretamente 36 personas.  Éstas, pertenecientes en su totalidad al sindicato independiente de funcionarios públicos CSIF, se manifestaron en el día de ayer en la Lonja del Monasterio de El Escorial.
 
   Se calcula que a día de hoy las pérdidas en entradas que Patrimonio Nacional ya no está cobrando se aproximan unos 2 millones de euros; cantidad que hasta hace dos años se destinaba, lógicamente, al mantenimiento artístico y estructural de todo el recinto del Valle de los Caídos.
 
   Preguntados al respecto tanto el Ministro de la Presidencia, Ramón Jaúregui, como el actual Presidente del Consejo de Administración del organismo Patrimonio Nacional, Nicolás Martínez Fresno (alias "el Rasputín de La Moncloa"), el primero ha declarado: "Está abierto a efectos de culto, que es lo que corresponde en ese sitio. Es un lugar de culto, y para eso", mientras que el segundo señala que: "Hay visitas, indudablemente, como consecuencia de la asistencia al culto. Pero no es un lugar de turismo, es un lugar de culto". Es decir, que la Administración del Estado se bate en retirada, paulatinamente, del Valle de los Caídos.
 

   Tal como ya apunté hace un año por éstas mismas fechas, resulta bastante gracioso que la absoluta dejadez de funciones y obligaciones públicas que perpetra el organismo “Patrimonio Nacional” para no realizar ninguna labor de mantenimiento, reparación o restauración en el recinto del Valle (a lo cual está obligado por la propia Ley 23/1982, de 16 de junio, Reguladora del Patrimonio Nacional, en tanto en cuanto el Valle de los Caídos está metido con calzador dentro del régimen administrativo de Patrimonio según la Disposición Final Tercera de dicha Ley) se escude ahora según éstas recientes declaraciones en que “es un lugar de culto”.
 
   Y para apoyarse en ello, hay que retornar de nuevo a lo que dispone la puñetera LMH, que mire usted por dónde, puede que desde una interpretación normativa estricta, hasta le vaya a hacer un enorme favor al Valle (está visto que Dios de los males, saca bienes):
 


Artículo 16. Valle de los Caídos.
 
1.  El Valle de los Caídos se regirá estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios públicos.
 

 

   Pues muy bien. ¿Cuáles son esas normas con rango legal?
 
   > Lugares de culto
 
   El Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica. Punto.
 
   > Cementerios públicos
 
   Que yo sepa, no existe ningún cementerio público en España (ni católico, ni civil) que o esté adscrito al régimen administrativo de la Ley de Patrimonio Nacional de 1985, o sea por sí mismo de titularidad estatal. (La única excepción que podría haber es el llamado “Panteón de Hombres Ilustres”, construido en 1900 y ubicado en Madrid anexo a la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, donde se pensaba dar sepultura a personajes tan “católicos” (es una ironía, claro) como Mendizábal, Ríos Rosas, Sagasta, Canalejas… es decir, liberales de tomo y lomo y precisamente con muy poca amistad hacia la Iglesia. Pero es que lo cachondo del asunto es que a día de hoy, los sepulcros destinados a cada uno ellos (esculpidos por el artista Mariano Benlluire) se encuentran vacíos porque sus respectivos restos mortales fueron retornados a sus lugares de origen. De modo que sólo se conservan las marmóreas sepulturas por su valor artístico-escultórico, pero para nada más. Razón por la cual el acceso a ese Panteón es gratuito).
 

   Pero bueno, volviendo al tema para centrarnos, todo cementerio público que contenga restos mortales se rige exclusivamente por dos textos legales AÚN VIGENTES:
 


Artículo 60. del Decreto 2263/1974, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Política Sanitaria Mortuoria:
 
En los cementerios municipales corresponden a los Ayuntamientos los derechos y deberes siguientes:
 
A)   El cuidado, limpieza y acondicionamiento del cementerio.
 
Y el Artículo 25.2 de la Ley de Bases del Régimen Local (Ley 7/1985, de 2 de abril):
 
El Municipio ejercerá, en todo caso, competencias en las siguientes materias:
 
J) Cementerios y servicios funerarios.


 
   ¡ Bingo!
 
   En resumen, queda meridianamente claro que las normas aplicables a Valle de los Caídos – y cuando la Ley de Memoria Histórica dice genéricamente “Valle de los Caídos”, se está refiriendo A TODO EL RECINTO (Basílica con sus correspondientes osarios, Explanada, Monasterio, Hospedería, Risco de la Nava y paraje natural en general) SON DE NATURALEZA COMPETENCIAL TANTO CANÓNICA COMO MUNICIPAL.
 
   Ergo, quién únicamente tiene en Cuelgamuros la legítima potestad de actuación es la Archidiócesis de Madrid y el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial.
 
   ¿A dónde quiero llegar?                 
 
   Primero: si tanto de hecho (la Administración General del Estado se retira del Valle para no ejercer sus obligaciones de mantenimiento y conservación según la Ley de Patrimonio) como de Derecho (las competencias aplicables al Valle son canónicas y municipales) ni el Gobierno ni el Estado pintan nada en Cuelgamuros…
 
   Y segundo: si lo dispuesto en la Disposición Final Tercera de la Ley de Patrimonio CHOCA en el fondo con lo dispuesto en el Artículo 16 de la LMH, y con las disposiciones legales que de ella emanan y que ya he apuntado… ¿Qué razón o motivo, pues, justifica que el Valle de los Caídos continúe irregularmente bajo en régimen administrativo de la Ley de Patrimonio Nacional de 1982?
 
   ABSOLUTAMENTE NINGUNA.
 
   ¿Y por qué decía antes que, a tenor de todo lo expuesto, hasta vayan a hacerle un favor al Valle, sin pretenderlo? Pues porque con estas disposiciones legales en la mano, solo veo una posible solución. Una solución que daría una cobertura justificativa legal y jurídica a una situación de hecho que se está dando palmariamente en éste caso, y que es tan simple como ésta: sacar al Valle de los
Caídos del régimen administrativo estatal de Patrimonio bajo el que ahora se encuentra. Es decir, hablando en términos jurídicos, “desafectar un bien inmueble” de Patrimonio Nacional.
 
  

   Sí, he dicho que es simple, pero compleja de materializarse. Y es compleja porque el Artículo 8., apartado 2, K) de la vigente Ley de Patrimonio dispone que corresponde al Consejo de Administración de PN “la propuesta al Gobierno de desafectación de bienes muebles e inmuebles del Patrimonio Nacional, cuando éstos hubiesen dejado de cumplir sus finalidades primordiales”.
 
   Es decir, que solo sería el Consejo de Ministros quién tuviera la última palabra al respecto de atender positivamente o no la propuesta de marras que le hiciera el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional de sacar al Valle de ese régimen administrativo. Con éste Gobierno, es sencillamente imposible.
 
   Pero siendo realistas, pensando con la cabeza y dejando un lado filias y fobias, con un próximo Gobierno del PP considero que a quién corresponda y tuviera la suficiente capacidad, mano izquierda y astucia para ello, tendría que poner toda la carne en el asador para que esa ficha pudiera efectivamente moverse.
 
   Si eso se consiguiera, todo el Valle de los Caídos, sujeto ya únicamente a ordenamientos canónicos y municipales, quedaría absolutamente blindado para siempre de cualquier arremetida que un Gobierno socialista pudiera querer volver a realizar en el futuro a través de la Administración del Estado.
 
   La pregunta final sería:
 
   En ese futurible, y a partir de ese momento… ¿estaría dispuesta la Iglesia Católica, a través de su jurisdicción de la Archidiócesis de Madrid, de asumir todos los costes de reparación, rehabilitación, restauración, conservación y mantenimiento que merece y reclama el Valle de los Caídos como lugar de culto y cementerio, a través de sus propios recursos económicos, o rubricando el correspondiente convenio de colaboración con empresas privadas y /o el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, al igual que ha hecho con otros ayuntamientos de España para otras tantas iglesias y catedrales?
 
   Ahí dejo la pregunta…

ME DECLARO EN REBELDÍA FRENTE AL ESTADO TIRÁNICO

ME DECLARO EN REBELDÍA FRENTE AL ESTADO TIRÁNICO

Ismael MEDINA

 

   Todavía regirá el estado de alerta cuando se publique esta personal declaración publica de rebeldía contra el sistema totalitario y antidemocrático en el que estamos sumidos. Un sistema policiaco y arbitrario que cada vez me recuerda más al que viví en el final de mi infancia y primeros y prematuros años mozos. Aquel periodo pavoroso en que el sistema revolucionario de hechura soviética se valía de una extensa red de delatores y chivatos de toda laya para llevar al paredón a cualesquiera que se les colocara el estigma de curas, beatos, burgueses, fascistas o enemigos del pueblo. O que conviniera a alguien para eliminar a la persona con la que tenía motivos de querella de muy variada índole.

   Las paredes se llenaron de carteles con un gran oreja: ”la oreja del fascismo” que todo lo escuchaba y era imprescindible ensordecer mediante la denuncia y posterior eliminación. Es la fuente en que parece que bebió la compañera Pajín, un modelo de roja ensñoritada, para redondear la patraña de antitabaquismo con la incitación al chivateo y la delación de quienes se resistan al cumplimiento de la norma. ¿No le basta al sistema con la oreja tecnológica del Gran Hermano que es SITEL, un sector de la policía remedo de la Stassi, un sector propicio de la judicatura, unas instituciones sumisas, los decretazos a esgalla, los vetos parlamentarios y todo ese aparato de represión manifiesta o encubierta en manos de Pérez Rubalcaba, un sujeto sin principios ni reparos morales, especialmente dotado para el trabajo sucio en las cloacas de un Estado en fase acelerada de desintegración?

   Aprendí entonces a practicar lo que ya me venía de casta: la rebeldía frente a la sordidez, la imposición totalitaria y el miedo. Las medidas coercitivas de la libertad personal responden a un mismo principio: la estrategia del miedo. Y una sociedad trabada por el miedo se convierte en insolidaria. En cenagosa realidad que excita y favorece la insurgencia de los más bajos instintos. Pero no es lo más aciago que la sociedad sea presa del miedo y abdique de cualesquiera valores morales que el sirvan de referencia para rebelarse contra la tiranía que la corrompe y animaliza. Lo es aun más que los poderes políticos, y otros ocultos tras de ellos, se valgan del Estado para avanzar sin resistencia perceptible en una sórdida conspiración encaminada a desfondar las estructuras básicas de la convivencia, empezando por la familia, y en la asfixia de las libertades más elementales del ser humano.

 

EL RELATIVISMO COMO SOPORTE E INSTRUMENTO DE TIRANÍA

 

   La llamada Educación para la Ciudadanía de obligatoria dispensa en los centros de enseñanza, desde la elemental, provocó el lógico rechazo de amplios sectores de la sociedad. Acciones judiciales entre ellas y recursos ante el tribunal constitucional. No creo necesario aludir a los contenidos de la EpC. Son de sobra conocidos y se orientan hacia una perversión de niños y jóvenes cuyas nefandas y rebuscadas consecuencias ya padecemos. El carácter imperativo de EpC sustrae asimismo a los padres el derecho constitucional e inviolable a la tutela y la educación de sus hijos.

   A los recursos de inconstitucionalidad presentados ha respondido la Abogacía General del Estado con informe esclarecedor que apenas sí ha trascendido a los medios ni a los ámbitos parlamentarios. Se conoce su contenido merced a las revelaciones de Hazte Oír, una plataforma digital que no ceja en la investigación y denuncia de la estrategia iluminista de destrucción sistemática de los valores y principios que dan cohesión a la sociedad y le ofrecen soporte para su defensa frente al totalitarismo desintegrador.

   Reproduzco de Hazte Oír los párrafos más llamativos y esclarecedores del escrito de la Abogacía General del Estado. Pero no sin advertir que depende directamente del ministro de Justicia, Caamaño, autor de la parte más depredadora de la soberanía nacional del Estatuto de Cataluña y ampliamente reconocido como masón.

Copio:

“La libertad ideológica del menor no puede quedar abandonada a lo que puedan decidir quienes tienen atribuida su guarda y custodia o su patria potestad”.

“No sabemos a ciencia cierta hasta qué punto los padres actúan en defensa de unas convicciones que la menor comparte o rechaza.”

“Difícil parece otorgar a los padres el amparo que piden cuando se ha desconsiderado la libertad ideológica de la menor”.

“La concepción filosófica que presupone la democracia es el relativismo”.

“La democracia no tiene que pedir perdón por ser un régimen esencialmente relativista, sanamente relativista.”

 

   Todas las declaraciones institucionales relacionadas con los derechos humanos ratifican el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus propias convicciones morales y religiosas. También la Constitución de 1978 en varios de sus artículos relativos a la libertad y derechos de las personas y las familias, en uno de los cuales hace mención expresa a su vinculación con la Declaración Universal de Derechos Humanos. ¿Pero acaso puede sorprendernos a estas alturas que Gobierno e instituciones ilegítimamente a él subordinadas hagan caso omiso de la normativa constitucional y la prostituyan cada vez que les vienen en gana?

 

NO EXISTE PARA EL RELATIVISMO MÁS VERDAD ABSOLUTA QUE LA SUYA

 

   Existe un amplio debate sobre el relativismo científico desde que Einstein definió su teoría sobre la relatividad. Pero lo es mucho más y controvertido respecto de su traslación a lo que se ha dado en llamar relativismo cultural. Un amplio sector de tratadistas desmiente la pretensión relativista de imponer su propio modelo a un espacio cultural y social con fundamentos arraigados y su lógica singularidad. No es la ocasión, si embargo, de enfrascarme en este sugestivo debate suscitado por la Abogacía General del Estado respecto de los recursos presentados contra la monstruosidad conocida como Educación para la Ciudadanía. Pero no eludo, pues me parece esclarecedor, lo que Ferreter Mora escribió al propósito en su “Diccionario de Filosofía”.

   Ferreter Mora define el relativismo cultural como “la tendencia gnoseológica que rechaza toda verdad absoluta y declara que la verdad, o mejor dicho, la validez del juicio depende de las condiciones o circunstancias en que es enunciado”. También dice del relativismo cultural, y acaso esté aún más claro, que es “la tendencia ética que hace el bien y el mal dependientes, asimismo, de las circunstancias”. En nuestro caso, y en tantos otros, este entendimiento del relativismo choca frontalmente con el código de valores y principios de la civilización cristiana. Y más en concreto, de la Iglesia católica a cuya influencia y destrucción se encamina el NOM, el cual he elevado el relativismo a la categoría de religión mundial absoluta en la que el bien, sea individual o colectivo, no tiene cabida si condiciona u obstruye el triunfo del mal.

   No es ocioso en este punto recordar el origen satánico de la Orden de los Iluminados promotora tanto del relativismo liberalista como del marxista. Toda su estrategia de poder mundial se asienta sobre el relativismo cultural tal como o describe Ferreter Mora y enarbola la Abogacía General del Estado en defensa de Educación para la Ciudadanía. Se trata en definitiva del absoluto totalitario de atribuir al Estado, y al gobierno como ejecutor, la educación de las jóvenes generaciones sustrayéndola a la potestad de los padres en detrimento de la unidad familiar. Normativas anteriores como la legalización del aborto o de la eutanasia, la libertad de abortar para las menores de 16 años sin permiso paterno, la libre dispensa de la píldora postcoital, el feminismo a ultranza y tantas otras, en especial la cristofobia, son consecuencias inseparables del relativismo moral defendido por la Abogacía General del Estado en el caso concreto de EpC. ¿Y acaso no lo es también que Rodríguez considere a la nación algo discutido y discutible?

   Sin negar que Rodríguez es un ignorante, además de un paranoico irrecuperable, me pregunto si su incapacidad de discernimiento no es producto en buena medida de un empacho de relativismo mal digerido. Lo suyo son los sueños de la sinrazón, siempre frente al bien, sea cual sea su adjetivación. Su entorno ministerial y de asesoramiento lo conforma una suerte de clonación ideológica, compuesta por una mayoría de loros mentales y una reducida minoría influyente y anclada en un enconado odio retrospectivo que enlaza soterradamente con los fuentes inspiradoras de la estrategia relativista y alimenta el disolvente que los loros se encargan de esparcir, enlatados en normas imperativas.

 

UNA LEY PARA RELATIVIZAR EL VALOR CONCEPTUAL DE LAS PALABRAS

 

   El último de estos enlatados relativistas fue anunciado el pasado día 7 en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros por la titular de Sanidad, Leire Pajín. Me refiero al proyecto de ley titulado Ley Integral de Igualad de Trato y no Discriminación. Según la Pajín tendría como objetivo que “nadie pueda sentirse humillado por razones de nacimiento, raza, sexo, convicción, discapacidad, identidad sexual o enfermedad”. Es difícil concebir que un proyecto de ley de esta índole, por muy disparatado que sea, o parezca, pueda ser elaborado por una cabeza cuya vaciedad la ocupa el serrín de los más burdos tópico progresistas. Tengo para mí que, al igual que en otras ocasiones, Leire Pajín, o Pijín para algunos, fue utilizada una vez más como loro cualificado. De lo que se trata en realidad es de relativizar la entraña conceptual de los vocablos de uso común en la lengua española, dejando en manos del poder político su interpretación “políticamente correcta”.

   Discriminar ha significado siempre a efectos científicos y sociales la diferenciación en grupos homogéneos del todo de que forman parte. Una necesidad imperiosa desde que el hombre primitivo tomó conciencia de sí mismo y de su entorno, pues en caso contrario viviría sumido en el caos. Discriminación selectiva y comprensible que se multiplica al hilo del progreso científico. Se trata, en definitiva, de separar el trigo de la paja. Y luego, de agrupar cada una de las especies de trigo. Los ejemplos pueden ser múltiples. Hoy, verbigracia, se discriminan cada vez mayor número de cánceres tipificados. La discriminación configura por tanto la exigencia insoslayable de dar a cada cosa su nombre en toda su robustez conceptual.

   Un ciego no deja de ser ciego por llamarle deficiente ocular. Ni un maricón deja de ser maricón por enjaretarle la condición abstrusa de gay. Ni una lesbiana por utilizar el término más complaciente de homosexual. Tampoco un loco dejará de serlo por el mero hecho de considerarlo deficiente mental. Nada hay de peyorativo en llamar cojo al que lo es. O manco al que falta brazo o mano. Y cosi via, que diría un italiano.

   Respecto a la humillación es inevitable recurrir también al diccionario. Se consideraba humillar la acción voluntaria de inclinar la cerviz o doblr la rodilla en señal de sumisión o respeto religioso
de otra índole. Y en el área civil, por ejemplo, inclinarse ante una dama o ante el monarca. También abatir el orgullo de uno. La humillación se transforma en humillante cuando deriva en imposición degradante, depresiva o vergonzosa. Y ahí reside la triquiñuela relativista del proyecto de ley Pajín: atribuir al poder político, y a la judicatura por derivación, la capacidad unilateral de interpretar si llamar maricón a un homosexual declarado, o cojo a un cojo tiene o no carácter humillante. Recurriré a un viejo chiste para explicarlo.

   Hacían la acera dos prostitutas a la espera de cazar algún cliente. Una de ellas, la más ostentosa y descarada, se aproximó a un ocasional viandante para ofrecerse. Este, la miró de soslayo y le espetó: “Eres una puta”. La prostituta se encrespó y prorrumpió en soeces insultos. La otra prostituta le reconvino: “No sé por qué te pones así por llamarte lo que eres!”. A lo que respondió la ofendida: “No; no me cabreó que me llamara puta sino el retintín con que lo dijo”.

 

   El proyecto de ley Pajín, o Pijín, prevé la creación de una Autoridad Estatal para la Igualdad de Trato y No Discriminación que “prestará asistencia a los afectados y promoverá fórmulas de mediación o conciliación entre las partes con su consentimiento. Autoridad que, al propio tiempo, podrá investigar por cuenta propia la existencia de posibles situaciones de discriminación y ejercitará acciones judiciales en defensa de los derechos derivados de la igualdad de trato”. Un nuevo organismo represor tan descarado que incluso “El País” se apresuró a equipararlo con la Inquisición. El Santo Oficio, sin embargo, se atenía a un rigor procesal que, aunque propio de la época y en otras jurisdicciones europeas no católicas, hoy se nos antoja brutal e incluso despiadado. La nueva inquisición relativista habrá de juzgar no sobre un delitito claramente tipificado, sino sobre si existió o no retintín cuando alguien llamó a otro cojo, manco, maricón, lesbiana, loco o respecto de cualquiera otra condición física o psíquica que pese a su evidencia personal como parte de un grupo diferenciado puede sentirse subjetivamente humillado por el reconocimiento objetivo de su condición.

 

FRENTE A LA TIRANÍA SÓLO CABE LA REBELIÓN

 

   Esta nueva institucionalización de la arbitrariedad no sólo implica una nueva vuelta de tuerca a la sembradura del miedo en la sociedad y a embozar su capacidad de reacción frente el progresivo recorte de sus libertades. Rompe también el principio de igualdad de oportunidades, en función del cual debe prevalecer la mejor cualificación para ocupar un puesto de trabajo. Y cada puesto de trabajo, desde uno de peonaje a uno de dirección, reclama una idoneidad profesional, física y psíquica para ocuparlo. Un manco es inhábil para una ocupación que exija el uso de las dos manos. Pero no obsta para dirigir una empresa si su capacidad profesional es acorde. Sería por contra inadmisible que a un maricón se le reconociera el derecho a dirigir una guardería infantil o un orfanato.

   El informe de la Abogacía General del Estado, la ley Pajín, la ley antitabaco, la EpC y tantas otras aplicaciones del absoluto relativista desembocan en la suplantación por el Estado de inviolables derechos familiares y personales y en la voladura de cualquier atisbo último de democracia. Consagran la existencia de un Estado tiránico frente al cual sólo la rebeldía personal y colectiva como tabla de salvación.

   Fiel a mi condición de hombre libre me declaro en rebeldía frente al Estado tiránico que aherroja mi condición de hombre libre. Y contra el Nuevo Orden Mundial que persigue la tiranía universal del mal sobre el bien. De Satán sobre Dios.

LA RECONQUISTA MUSULMANA DE ESPAÑA LLEGA A SU FIN

LA RECONQUISTA MUSULMANA DE ESPAÑA LLEGA A SU FIN

Paul L. Williams

 

   La ciudad de Barcelona, conocida como “la meca europea de la posmodernidad anti-clerical”, ha acordado pagar casi 30 millones de euros en fondos públicos para la construcción de una mega-mezquita con capacidad para miles de fieles musulmanes.

   La nueva estructura en Barcelona, será la rival del Centro Cultural Islámico de Madrid, en la actualidad la mezquita más grande de España. En la última década, más de 1.000 mezquitas y centros de oración islámicos han surgido en todo el país, devoto católico en otros tiempos. Doce nuevas mezquitas están programadas para abrir en el noreste de España en los próximos tres meses. La construcción de nuevas mezquitas se produce en un momento en que los municipios vinculados al Partido Socialista han cerrado decenas de iglesias cristianas de toda España por la promulgación de leyes de zonificación nueva.

   El proyecto de la mezquita de Barcelona se anunció durante un seminario de una semana de duración titulado “Los musulmanes y los valores europeos”, patrocinado por el Consejo Europeo de los Ulemas de Marruecos y la Unión Islámica de Centros Culturales de Cataluña. Un representante de la oficina del alcalde de Barcelona, que asistió a la conferencia, dijo al madrileño periódico El País: “que el municipio se involucre en el proyecto de la mezquita; si bien se refiere la religión al ámbito privado, esto no quiere decir que no tenga un papel público“.

   La idea de construir un mega-mezquita financiada por los contribuyentes españoles se produce después de que Noureddine Ziani, un imán marroquí con sede en Barcelona, dijese que la construcción de grandes mezquitas sería la mejor manera de luchar contra el fundamentalismo islámico en España. “Es más fácil difundir ideas fundamentalistas en las mezquitas pequeñas establecidas en los garajes donde sólo los miembros de la congregación asisten, que en las grandes mezquitas que están abiertas a todos, con salas de oración, cafés y zonas de reunión”, comentó Ziani a la agencia de noticias española EFE.

   La mezquita de Barcelona es única porque es un proyecto público financiado por los contribuyentes españoles. Arabia Saudí ha construido grandes mezquitas en las ciudades españolas de Madrid, Málaga, Marbella y Fuengirola, y ha sido acusada de usar las mezquitas y centros culturales islámicos en España para promover la secta wahabí, predominante en Arabia Saudita. El wahabismo rechaza cualquier diálogo con otras religiones y cualquier apertura a otras culturas. Por definición, el wahabismo también rechaza la integración de los inmigrantes musulmanes en la sociedad española.

 

   No es sorprendente que el gobierno saudí apoye oficialmente la Alianza de Civilizaciones, una iniciativa patrocinada por el primer ministro español José Luis Rodríguez Zapatero, que se inspira en gran medida en el concepto de Diálogo de Civilizaciones, promovido por radicales islámicos en Irán en la década de 1990,  una iniciativa para negociar una tregua con los terroristas islámicos en los términos establecidos por los terroristas.

   En diciembre de 2000, el Centro Cultural Islámico de Madrid fue expulsado de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) para frustrar los intentos de Arabia Saudita por controlar el Islam en España. La mayoría de los inmigrantes musulmanes en España son de origen magrebí (especialmente Marruecos y Argelia) o Pakistán; los analistas dicen que su bajo nivel de vida y bajos niveles de educación los hacen particularmente susceptibles a la propaganda islamista promovida por Arabia Saudí.

   En otras partes de España, los residentes de la ciudad vasca de Bilbao se sorprendieron recientemente al encontrar en sus buzones folletos en español y árabe de la Comunidad Islámica de Bilbao, pidiéndoles dinero para construir una mezquita de 650 metros cuadrados que cuesta 750.000 euros. El eco de Al-Andalus aún resuena en todo el valle del Ebro (es decir, España). “Hemos vuelto para quedarnos, Insha’Allah” (si Alá quiere). Los musulmanes anhelan el Al-Ándalus medieval y la nacionalidad española para los moriscos. Al-Andalus era el nombre árabe dado a la parte de España gobernada por los conquistadores musulmanes de 711 y 1492. Muchos musulmanes creen que los territorios que perdieron durante la Reconquista española todavía les pertenecen, y que tienen derecho a regresar y establecer su dominio allí – una creencia basada en el precepto islámico que los territorios ocupados por los musulmanes una vez, deben permanecer para siempre bajo la dominación musulmana.

   Los moriscos, los descendientes de la población musulmana que se convirtieron al cristianismo bajo la amenaza de exilio en 1502, fueron expulsados de España en última instancia por el rey Felipe III en 1609. Los líderes musulmanes dicen que España podía enemendar el mal al ofrecer la nacionalidad española a los descendientes de los moriscos musulmanes como una “disculpa y el reconocimiento de errores” cometidos durante la Inquisición española.

 

   En Córdoba, los musulmanes están exigiendo que el gobierno español les permita el culto en la catedral principal, que había sido una mezquita durante el reino medieval islámico de Al-Andalus y que ahora es Patrimonio de la Humanidad. Los musulmanes esperan recrear la antigua ciudad de Córdoba como un lugar de peregrinación para los musulmanes en toda Europa. Los fondos para el proyecto de convertir “Córdoba en la Meca de Occidente” se buscan de los gobiernos de los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, y las organizaciones musulmanas en Marruecos y Egipto.

   En Granada, una ciudad en el sur de España que fue el último reducto musulmán de Al-Andalus, antes de capitular ante los Reyes Católicos en 1492, un muecín llama ahora a los musulmanes a la oración en la primera mezquita que se abrió en la ciudad desde la Reconquista española. La Gran Mezquita de Granada “es un símbolo de un retorno al islam entre los españoles y los europeos indígenas”, dice Abdel Haqq Salaberría, portavoz de la mezquita. “Va a actuar como un punto focal para el renacimiento islámico en Europa”, dice.

   En Lérida, una ciudad en el noreste de España, donde 29.000 musulmanes representan el 20% de la población, la asociación local Watani Islámica ha pedido recientemente al rey de Marruecos, Mohamed VI, dinero para construir una mezquita en el centro de la ciudad. Los musulmanes locales están indignados porque el municipio les dió un terreno para construir una mezquita en las afueras y no en el centro de la ciudad. Aunque el municipio otorgó la tierra hace más de tres años, la comunidad musulmana local se ha negado a solicitar una licencia formal pdiendo una ubicación digna para la comunidad musulmana que exige una mejor ubicación.

 

   Mientras tanto, los informes de ABC, periódico con sede en Madrid, afirman que más de cien mezquitas en España tienen imanes radicales predicando a los fieles todos los viernes. El periódico dice que algunos imanes han establecido una policía religiosa para hostigar y atacar a aquellos que no cumplan con la ley islámica. ABC también informa que durante el año 2010, más de diez conferencias salafistas se llevaron a cabo en España, en comparación con sólo una en 2008. El salafismo es una rama del islam revivalista que llama a la restauración de glorioso pasado musulmán, mediante el restablecimiento de un imperio islámico en todo el Oriente Medio, África del Norte y partes de Europa. Los salafistas quieren ver a España como un estado musulmán, y por tanto debe ser conquistado para el islam.

   Al mismo tiempo, Noureddine Ziani, un imán marroquí, dice que es absolutamente necesario para aceptar los valores islámicos dentro de los valores europeos sustituir el término “judeo-cristiano” por la palabra “islamo-cristiano” para describir la civilización occidental.

EL SANTUARIO DE ETA

EL SANTUARIO DE ETA

Manuel Ángel PÉREZ ALDANA

 

   El plan que denunciara Mayor Oreja hace apenas un año empieza a mostrarse a luz; se han hecho públicos y notorios en los últimos días hechos consumados que van preparando a la sociedad española para que asimile una vez más el trágala de la negociación con ETA. La manifestación en Bilbao de todo el militantismo etarra que nos deja la imagen del desfile siniestro con mujeres ataviadas al estilo de la madre de Norman Beats en Psicosis, pero con el alma mucho más negra y podrida que el demenciado criminal imaginado por Hitchcock. Antes, la intervención del juez Pedraz de la audiencia Nacional autorizando a los etarras a manifestarse y rechazando la petición de amparo de la victimas para que lo impidiera. Una vez más también los jueces protegen con sus sentencias los intereses de la ETA, en esto Santiago Pedraz lidera el ranking.

 

   Después ha venido, en una secuencia perfectamente programada, el comunicado de ETA anunciando una tregua, otra más. Publicidad en todos los medios de comunicación que la han destacado en primera plana, convertida en noticia del dia. Luego llegan las declaraciones del muñidor de la negociación, el señor Rubalcaba, fingiendo una cautela desconfiada ante la tregua, y con Rubalcaba todo el PSOE se ha puesto una vez mas a representar este papel.

   Desde el fallecimiento del Generalísimo, ETA ha estado presente en el devenir de España, varias generaciones han nacido y crecido con el protagonismo criminal de la organización terrorista. Conviene recordar que la primera ETA, la de los años setenta estaba derrotada en 1976, cuando más de quinientos militantes estaban encarcelados con penas de cadena perpetua y que el consejo de guerra de Burgos y la consiguiente ejecución de los terroristas condenados afectó tan profundamente a la moral de todo el entorno etarra que presentía una reedición de la derrota militar que había sufrido el PNV en 1937. Y todo esto a pesar de que entonces no se contaba con la colaboración de Francia, sino todo lo contrario.

  

   El santuario francés ha sido uno de los referentes en la literatura de análisis sobre la banda terrorista para explicar sus éxitos y su larga supervivencia. Y sin embargo convendría un cambio de perspectiva que sin duda nos aproxima a la realidad de lo que ha sucedido. El verdadero santuario de ETA han sido los partidos políticos y su permanente apelación a la negociación con ETA. Suárez, Felipe González y Zapatero han estado empeñados durante sus respectivos mandatos en llegar a una paz negociada con los terroristas vascos.

   La negativa a una derrota de ETA está en el núcleo mismo de los acuerdos que hicieron posible este régimen de 1978; pertenece a un status quo que ha defendido la izquierda y los partidos separatistas y que aceptó durante la transición la UCD de Suárez. Aznar, víctima él mismo de un atentado del que salió milagrosamente vivo, transigió también con una negociación que no deseaba, pero impuesta por CIU y el PNV que en esto contaban también con el PSOE en la oposición y que con su voto conjunto podían derribar aquel gobierno en minoría en las Cortes. Por si no fuera suficiente, el propio Rey presionó también en esa dirección. Hasta tal punto es una condición esencial a este sistema político el imposibilitar la derrota de ETA que el propio jefe de estado se ha significado en pro de las tesis favorables a la negociación en determinados momentos: recuérdese su memorable frase “hablando se entiende la gente”. Tan solo Aznar tras aquella tregua trampa buscó el fin de ETA, su liquidación sin paliativos y estuvo a punto de lograrlo.

 

   Queda el atentado del 11 de Marzo de 2004 en Madrid. Tras él se encuentra sin duda la lógica de ETA y del status quo del que goza en este sistema político que es su autentico  santuario. Antes de que un nuevo mandato del PP precipitara la definitiva aniquilación de ETA, fue necesario el atentado terrorista descomunal, con centenares de victimas que cambió el signo de las elecciones celebradas dos días después. Y fue necesario la actuación del PSOE y de los medios de comunicación y la actuación de policías y jueces para que a día de hoy no podamos conocer con la certeza de una prueba incuestionable quién planeó y realizó aquel atentado. Quizás falten muchas piezas para completar este puzzle, pero la imagen que todavía está oculta es tan evidente como terrible.

711-1492: OCHO SIGLOS QUE HICIERON A ESPAÑA

711-1492: OCHO SIGLOS QUE HICIERON A ESPAÑA

Ángel David MARTÍN

 

   En el año 2011, que ahora se inicia, se cumplen 1.300 años de la batalla de Guadalete que pone fin a la España visigoda abriendo un nuevo período histórico clausurado ocho siglos más tarde con la definitiva reconquista de Granada por los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492.

 
Orígenes de la expansión islámica

 


   Es bien conocido de todos el proceso de expansión militar protagonizado por los sucesores de Mahoma, el creador de la nueva religión llamada por él islam (es decir, resignación-sometimiento a la voluntad de Dios), denominándose muslimes o musulmanes (resignados-sometidos) a los que la seguían.
 
   En las décadas posteriores a la muerte del considerado Profeta se abrió desde la península arábiga una tenaza sobre el Mediterráneo que iba a derrotar a las estructuras políticas vigentes en Oriente y Occidente (como los Imperios persa y bizantino y el reino visigótico). En Oriente, las victorias del emperador León III (717-741) contuvieron temporalmente un avance que reanudarían después con nuevo vigor los turcos seldjúcidas mientras que en Occidente fueron frenados definitivamente en los campos de Poitiers, al sur de Francia por las tropas a las órdenes de Carlos Martel (732). A largo plazo resultaría decisiva la configuración de una zona de resistencia en el norte de España con posterioridad a la batalla de Covadonga

   A diferencia de lo ocurrido con otros Imperios de la Antigüedad o de etapas posteriores, la expansión territorial del Islam no es la simple expresión de una particular potencia político-militar ni responde a la exploración de nuevos escenarios para la actividad económica. No hay nada de esto en la Arabia unificada a impulsos del Profeta, ni siquiera capacidad para mantener la unidad política y sin embargo se mantendrá durante siglos la sustancia religiosa del proceso, La religión musulmana lleva en su propia doctrina, tal como fuera establecida por su fundador, los gérmenes de dicha expansión.
 
   Como afirma Robert Spencer:
 
«Dado que la carrera profética de Mahoma estuvo profundamente marcada por la sangre y la guerra, no debería sorprender que el Corán, el libro sagrado que legó al mundo el profeta del Islam, sea igualmente violento e intransigente. Efectivamente, esto es así: el Corán es el único de los textos sagrados que da consejos a sus adeptos para que hagan la guerra contra los no creyentes» (Guía políticamente incorrecta del Islam (y de las Cruzadas)¸ Ciudadela Libros, Madrid, 2007, p.43).

 
Auge y crisis de la España visigótica
 
 
    De los territorios ocupados por los musulmanes en su primera expansión, pocos tenían una personalidad política y cultural comparable a la España visigótica.
 
«Lejos de abismarse en el largo período de anarquía que dominó a Europa a raíz de la invasión bárbara, España consigue organizar inmediatamente su vida y, antes de transcurrir un siglo, tenía en marcha una civilización que había de dar brillantes frutos en los siglos VI y VII, es decir, cuando el resto de Europa se hallaba en plena noche espiritual debatiéndose en luchas estériles y a merced del más fuerte» (FERRANDIS TORRES, Manuel, Historia general de la Cultura. I, Madrid, 1967, p.432).
   Compartimos las expresiones que presentan la conciencia hispánica como forjada por las espadas en los largos siglos de confrontación con el Islam si entendemos por “forja” la maduración definitiva de unos materiales pre-existentes que tenían personalidad propia pero que, efectivamente, sin la confrontación con las huestes de Mahoma nunca hubieran llegado a ser España tal y como la hemos conocido.
 
   Como resultado de los tres procesos de unificación política, religiosa y jurídica llevados a cabo entre la población de origen visigótico e hispano-romano, este período dotó a la conciencia de lo hispánico de unos perfiles nítidos (que no habían existido ni siquiera durante el Imperio romano) y que estaban destinados a tener una larga pervivencia histórica.
 
 
La Reconquista
 
 
    Ahora bien, teniendo en cuenta la rapidez con la que se derrumbó el reino visigótico ante el empuje islámico (y recordando, por cierto, que se encontraba minado por un largo período de decadencia y por una auténtica guerra civil entre los partidarios de Witiza y Rodrigo) no era previsible que la Península Ibérica, desgajada por la fuerza de las armas de su matriz occidental, pudiera reintegrarse a su ámbito histórico de pertenencia y participar en el proceso de formación de la Europa medieval con un papel privilegiado.
 
   Esto fue posible debido a la Reconquista que no es solamente la lucha que los cristianos de España (ayudados en ocasiones por sus hermanos en la fe de toda la Cristiandad) entablaron con una perseverancia de siglos para recuperar su tierra de las manos del Islam.

   La Reconquista, empleando los conceptos propuestos por Sánchez Albornoz es la “Clave” del enigma histórico de España. «Ese sacrificio fue fecundo. Por dos sendas paralelas. Porque en esa batalla se forjó el “homo hispanus” que hizo la maravilla de la empresa americana, que nos dio preponderancia en Europa durante más de un siglo y que provocó la eclosión cultural española del Siglo de Oro» (De la Andalucía islámica a la de hoy, Rialp, Madrid, 2007, p.29). Palabras escritas, por cierto, por quien fuera de 1959 a 1970 “presidente” de la República en el exilio.
   La idea de Reconquista aparece con toda claridad en las fuentes contemporáneas y tiene su contrapunto en una expresión empleada por un monje cordobés de nombre desconocido que en el año 754 escribía la Crónica Mozárabe. Allí se hablaba de la “pérdida de España” para referirse a la invasión islámica y a la destrucción del reino visigótico. Es decir, en los ambientes intelectuales se conservó y difundió la conciencia de que lo que se estaba haciendo era la restitución de la “España pérdida”.
 
   También resulta altamente significativo el amplio consenso existente entre los mejores historiadores acerca de la naturaleza y significado histórico de la Reconquista. De hecho, alguna de las objeciones clásicas no corresponden al terreno propiamente histórico sino puramente ensayístico (por ejemplo, ni Américo Castro ni Ortega eran historiadores).
 
   En 1492 los Reyes Católicos conquistaban Granada, último bastión del antaño poderoso dominio islámico sobre la Península; y sus sucesores llevarían a cabo la expulsión definitiva de los moriscos, elementos reticentes a cualquier proceso de integración. ¿Qué significado tuvieron estos hechos para la posterior historia de España?
 
   Veamos en primer lugar las consecuencias que tuvieron con independencia de la opinión que nos merezcan. Siguiendo a Sánchez Albornoz (ob.cit., pp.30-31) podemos reducirlas a dos:

1. La Reconquista incorporó definitivamente a España a la vida cultural del Occidente Europeo.
 
2. La cultura hispano-islámica es un recuerdo lejanísimo del pasado español.
 
   No existe una continuidad racial, social, cultural y anímica entre los andalusíes (habitantes de Al-Andalus, también llamados hispano-musulmanes) y los andaluces (habitantes de Andalucía) y no digamos de cualquier otro territorio español.
 
   Serafín Fanjul (catedrático de Literatura Árabe de la Universidad Autónoma de Madrid) ponía de relieve –no sin aguda ironía− que debemos preguntarnos «si tiene una lógica mínima que gentes apellidadas López, Martínez ó Gómez, de fenotipo similar a los santanderinos o asturianos y que no conocen más lengua que la española, anden proclamando que su verdadera cultura es la árabe. Si no fuera patético sería chistoso» (¿Eran españoles los moriscos? El mito de Al-Andalus?).

   Los actuales habitantes de Andalucía y de España no descendemos de los musulmanes de Al-Andalus sino de los repobladores norteños y de distintas procedencias europeas que los sustituyeron. La despoblación de musulmanes es una constante entre los siglos XIII al XVII.

   Es cierto que algunos monumentos supervivientes o formas artísticas (pensemos en el arte mudéjar) pueden llevar a conclusiones equivocadas pero no confundamos el impacto visual con la realidad. Lo mismo cabría decir de las expresiones lingüísticas o de otras formas culturales

 
El mito de las tres culturas
 
 
    Por cualquiera de los dos capítulos el balance de la Reconquista es altamente positivo.
   Sin la España de los Reinos cristianos y la Reconquista:
 
   «La imagen de esa España enteramente islamizada que triunfaba en mis sueños era cruelísima. Nunca se había descubierto el sepulcro de Santiago, no había surgido la leyenda del Apóstol Caballero, no habían tenido lugar las peregrinaciones a Compostela y la cultura de la Europa cristiana no había pasado el Pirineo. No se habían escrito ni iluminado las maravillas de los llamados Beatos. No se habían construido nuestros templos prerrománicos en tierras cantábricas, ni los de estilo mozárabe al sur de los montes, ni después las iglesias y monasterios románicos y góticos. Nunca se habían alzado las grandes y bellas catedrales de Santiago, Zamora, Salamanca, León, Burgos, Toledo, Barcelona, Sevilla… No se habían escrito el “Poema del Cid”, ni los otros cantares de gesta. No se habían redactado los fueros municipales que garantizaron las libertades de ciudades y villas de los reinos cristianos, ni habían surgido las Cortes, embriones de Parlamentos. Y no podríamos recrearnos leyendo al arcipreste de Hita, a don Juan Manuel, al Canciller Ayala, etcétera» (SÁNCHEZ ALBORNOZ, Claudio, ob.cit., p.29).
   Además, hay que poner en duda la entidad de la pérdida cultural sufrida por España al amputarle la presencia musulmana

   Comparando la España islamizada con el balance general de lo que ha significado la aportación de lo islámico al progreso cultural de la humanidad, el balance es altamente positivo aunque resulta dudoso que esto se deba a las propias capacidades de lo importado por los musulmanes.

   Lo cierto es que la cultura española pre-arábiga tenía tal potencia que la presencia islámica apenas pudo eclipsarla y, en buena medida, bebió de sus fuentes. Pensemos en hechos como el empleo en arquitectura del arco de herradura, la subsistencia de los sistemas de comunicación romanos o la organización administrativa, la continuidad de técnicas agrícolas romanas que los invasores adoptaron…
   Pero lo cierto es que Al-Andalus no era un paraíso terrenal. Aquel lugar idílico en el que habrían convivido los fieles de las tres culturas (algo que todavía se utiliza como reclamo turístico) es algo sin ningún fundamento en los textos originales escritos por los protagonistas.

   Al-Andalus fue, antes que nada, un territorio sometido al Islam con las consecuencias que eso suponía: «aplastamiento social y persecuciones intermitentes de cristianos, fugas masivas de éstos hacia el norte (hasta el siglo XII), conversiones colectivas forzadas, deportaciones en masa a Marruecos (ya en tiempos almohades), pogromos antijudíos (v.g., en Granada, 1066), martirio continuado de misioneros cristianos mientras se construían las bellísima salas de la Alambra…» (FANJUL, Serafín, ob.cit., p.270-271).

   Las tres culturas vivían en un régimen de “getho”, de apartheid real. Eran comunidades yuxtapuestas, no mezcladas con regímenes jurídicos, económicos y de rango social distintos y con periódicas persecuciones muy cruentas como la sufrida por los cristianos en tiempos de Abderramán II o por los judíos en el siglo XII.
Por todo ello, se ha calificado acertadamente como mito la idea-fueza de un Al-Andalus construido a imagen y semejanza de las reivindicaciones de los islamizantes de hoy.

   Por eso no basta con ofrecer una reconstrucción histórica de lo sucedido, de la que ya disponemos aunque no llega a nuestros estudiantes y a nuestros ciudadanos. En la medida que España no vuelva a ser lo que era para nuestros antepasados, una idea-fuerza, un proyecto sugestivo de vida común y eso no se concrete en medidas concretas de naturaleza cultural y política no nos extrañe que se repita la historia y, como ocurrió en la España del 711, la traición y la falta de conciencia de la propia identidad vuelvan a abrir el portillo al invasor

ALGO ACERCA DE LA FE (a propósito de las próximas navidades)

ALGO ACERCA DE LA FE (a propósito de las próximas navidades)

Alberto BUELA

 

   Hace varios años, viajando de un campo a otro por la desolada ruta 40, la que corre a lo largo de todo el territorio argentino pegada a la cordillera de los Andes y justo en la parte más solitaria y hostil (el paisaje lo hiere a uno), a la altura de Puelén en el desierto de la Pampa. Allá donde el diablo perdió el poncho, donde la casi nula agua que se encuentra viene con arsénico y donde ni el austero guanaco puede vivir. En una inmensidad cubierta de arena y espinas de alpataco, el único árbol de mundo que crece para abajo. Donde el alambrado no existe, pues los campos inmensos siguen abiertos (es que el alambre y los palos valen más que los campos). Allí, atado a una vieja cubierta de automóvil, colgada a su vez a un palo, estaba el cartel: Estancia la poca fe.

   Inmediatamente nos vino a la mente el título del libro homónimo del filósofo peruano Wagner de Reyna en donde va a sostener que la fe siempre es poca, es insuficiente pues lo que pone el hombre de su parte resulta diminuto en comparación con la grandeza de la verdad vislumbrada [1].

 

   Es sabido, que la más acabada definición del concepto de fe, desde la época de los Padres de la Iglesia, se halla en la epístola a los hebreos 11, 1 cuando se afirma: la fe es el fundamento de las cosas que se esperan y la prueba de las cosas que no se ven. (Est autem fides sperando rerum substantia, rerum argumentum non apparentium).

   Esta definición está compuesta por dos partes: una primera que se mueve en el plano ontológico y una segunda en el plano gnoseológico. Así cuando se afirma que la fe es “la sustancia de las cosas que esperamos”, se menta al fundamento último de las cosas por venir. Nos movemos aquí en el plano ontológico. La fe en este aspecto nos hace presentes las cosas futuras y aquí encuentra su anclaje la esperanza, otra de las virtudes teologales, que entiende el futuro como advenir= adventus y simple futurum al modo del hombre precristiano  que veía las cosas futuras como simple espera. [2] Mientras que cuando se afirma que “es prueba de las realidades que no vemos”, nos movemos en el plano del conocimiento que nos aporta la certidumbre sobre aquello que no podemos ver. Así la fe como adhesión a aquello que Dios nos ha revelado nos otorga un conocimiento privilegiado, pues Dios no puede decir sino la verdad y nada más que la verdad.  “Pero el hilo de la fe del cual pende toda la certeza respecto del ser trascendente-divino y su mensaje, es muy delgado, afirma con toda propiedad el filósofo alemán Eric Voegelin [3]. Es que la verdadera fe abre la duda. Es como un faro en la niebla, no pierde su luz pero no llega lejos. La opacidad es la esencia de las circunstancias que rodean al creyente que tiene conciencia de sus limitaciones, de “la poquedad de la fe”.

   Ahora bien, ¿de dónde le viene al hombre el fundamento y las pruebas de lo invisible? Algunos como los voluntaristas dicen que de la fortaleza de su voluntad. Lo que mueve al creyente a creer, es su propio querer creer, su propia voluntad. Pero muy bien observan, tanto un pensador pagano, como Alain de Benoist como un pensador católico como el mencionado Wagner: no se cree porque se dice que se cree, ni se tiene fe porque se afirma que se la tiene. Lo que se cree por la fe, no depende del acto de creer sino de aquello que éste muestra. Aquello trascendente al mundo de las cosas que podemos experimentar y mensurar.

   En el otro extremo están los fideístas, básicamente el mundo protestante, para quienes la fe es un don sobrenatural que depende exclusivamente de la voluntad de Dios.

 

   Si bien la fe es un don, una gracia de Dios. Y en la fe del creyente Dios es el responsable último; la fe se pide, es poca y flaquea casi siempre. El hombre, en un acto libre de su voluntad, la tiene que solicitar y puede aceptar o rechazar esta gracia de Dios.

   Hay gente que quiere tener fe y no lo logra porque, más allá de acto debido a la bondad de Dios de otorgarla, se necesita la fortaleza del alma para sostenerla y no todos los hombres son capaces de ello. La mayoría necesita ayuda institucional y busca el apoyo de la Iglesia. A la fortaleza de alma se llega luego de un largo ejercicio en la práctica cotidiana de todo aquello que hace a la integridad intelectual, espiritual y física del hombre. Hay que recordar que la esencia de la fortaleza está más en el saber soportar= sustinere, que en el poder agredir = agredere.

   Y si bien la fe es, antes que nada, un don gratuito de Dios, que puede otorgar aun sin que se la pida, el hombre debe preparar el recipiente de la fe, que es él mismo. Con razón decía Ortega que las ideas se tienen y las creencias nos tienen. Las ideas son ferencias y las creencias preferencias.

 

   Fe se dice en latín fides y en griego pistis, ambas participan de la misma raíz pith del verbo peitho que significa escuchar, enterar, convencer, confiar. Pisteuo de la misma raíz significa creer, del latín credo donde está presente la raíz do (dar), así quien da (acreedor) cree y confía que le será devuelto lo prestado.

   El adjetivo pistos (digno de fe, confiable) participa de la misma raíz del originario pith. Y el confidente, aquel con quien se comparte la fe es el mismo con quien se comparte el secreto, lo que está encubierto que en griego se dice lethes que es lo contrario de a-lethes, (desoculto o verdadero). Así, siguiendo esta secuencia etimológica, la fe se relaciona con la verdad.

   En tal sentido los viejos teólogos realizaban el siguiente silogismo: como la fe es la adhesión a lo enseñado por Dios a través del dato revelado y Dios no puede decir sino la verdad; esto lo ha dicho Dios, luego es verdadero.

 

   O creer o reventar, diría mi abuela

   Así pues, aquello que comenzó por un planteo ontológico: el fundamento de las cosas que se esperan, y gnoseológico: la prueba de las cosas que no se ven, pasó por la dialéctica solicitud – disposición- gracia, para terminar en la convergencia de fe y verdad.



[1] Wagner de Reyna, Alberto: La poca fe, Ipec, Lima 1993, pp.168 a 172

[2] Es llamativa la sugerencia que nos hace la etimología. Pues futurum= lo que será, es el participio presente del verbo fuo, que a su vez viene del griego phyoo=generar, cuyo sustantivo es physis=naturaleza. Así, ese futuro del hombre anterior a Cristo se espera que ocurra dentro de un proceso físico regular más vinculado a la esperanza cotidiana y mundana de un acontecer determinado por la naturaleza.

[3] Voegelin, Eric: El asesinato de Dios y otros escritos políticos, Ed. Hydra, Buenos Aires, 2009, p. 179

LO PEOR DE ZAPATERO

LO PEOR DE ZAPATERO

Juan V. OLTRA

 

   En un país como el nuestro, donde la gente no suele votar a favor, sino a la contra, no para que salgan los míos, sino para que no salgan los otros, es lógico que más allá de ver las bondades de los políticos que nos son próximos (sean estos del PSOE, del PP o incluso aliados de Carmen de Mairena), la población se polarice describiendo los defectos del adversario.

   Quien más palos recibe, siempre, es quien ocupa  la poltrona del gobierno, sobre todo si los resultados de su gestión no destacan precisamente por su bonanza. Y si bien es cierto que, como todo político que ha pasado por el poder en esta sufrida tierra de conejos que es España, Zapatero ha tenido cosas buenas y cosas malas, y que de ellas alguna vez he hablado, hay algo en lo que a él se refiere que en los últimos tiempos me llama poderosamente la atención; mejor dicho, hace chirriar mis meninges llegando a ser insoportable. Algo que, con mucho, para mí es lo peor de este gobierno de José Luis y su guitarra. Algo que, para más inri, no se debe a él, sino, precisamente, a sus enemigos.

   Y es que, en este vórtice caótico en que ha devenido al vida política española, con tertulianos de una y otra índole defendiéndolo áulicamente o abriendo la siete muelles dialéctica para sajarle las vísceras, se está convirtiendo en una moda peligrosa el invocar el “enemigo de mi enemigo es mi amigo”; craso error que nos golpea a los que nos queremos situar al margen de las dos grandes fuerzas políticas.

   Así pues, vemos cómo se puede pregonar con tinte de orgullo un pasado pederasta (que tanto me da que me da lo mismo que sea una licencia literaria, pues pasa a ser apología del mismo delito), que siempre habrá personas de mayor o menor calado mediático dispuestas a defenderlo, sean tirios o troyanos (o sirios y troyanos, según la última versión certificada por esa fábrica de botijos que es la LOGSE).

   También se puede tranquilamente ser un miembro de una casta privilegiada, que cobra sueldos de impresión por su responsabilidad (al  parecer  controlar vuelos la conlleva mayor que la de los cirujanos o la de los guardias civiles, mire usted qué cosas, y a años luz de los investigadores de nuestras sufridas universidades), y provocar un caos nacional cuando les salga de sus arcos caudinos, generando así  la debacle económica de hoteleros y pequeños empresarios que tasaban su incierto futuro económico contando con los escasos euros de vellón a recaudar durante los días de puente, días que les han guindado sin necesidad de subirse a Sierra Morena y alquilar el trabuco del Algarrobo, por no hablar de un rumor de fondo internacional nada bueno en estos días de crisis mordiente, o del tiempo de descanso hurtado a sufridos españolitos que no pertenecen a ese grupo de privilegiados, o peor, de esa mujer que intentaba darle un último beso a su padre moribundo, y no pudo. Con todas esas tropelías en su haber, que a buen seguro no pesarán en sus conciencias, la tranquilidad les viene asegurada porque siempre habrá quien los exculpe soltando todo el lastre encima de gobierno.

   Nadie ha dicho que este gobierno esté compuesto de seres seráficos y angelicales, premios Nóbel de economía y ardientes defensores de la patria. Pero aunque fuera el gran demonio cabrón el que nos gobernara, no creo que sea de recibo ayudar a los que, oliendo quizá más aún a azufre, merecen de la sociedad civil un profundo desprecio y olvido, siendo generosos.

   Esto es lo malo, lo inmensamente malo que nos trae esta circunstancia: que se haga buena de nuevo la sentencia de Von Clausewitz que rezaba “los errores más perniciosos son precisamente los que resultan de la buena intención”.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          

LENNON, UN ENEMIGO DE LA HUMANIDAD

LENNON, UN ENEMIGO DE LA HUMANIDAD

Salvador SOSTRES

 

   Imagine there's no Heaven [no hay valores, ni principios ni tensión espiritual]; It's easy if you try [hombre, sobre todo si lo intentas tú, degenerado]; No hell below us [impunidad total para hacer el mal]; Above us only sky [vacío, relativismo, trivialidad]; Imagine all the people [no puedo imaginar tanto, Juan] living for today [viviendo al día, como los indigentes de alma mileurista].

 

   Hace 30 años que murió John Lennon, uno de los grandes enemigos de la humanidad. Fue autor de bellísimas canciones, pero fue el introductor masivo en occidente del relativismo y del nihilismo, del no esforzarse, del no afrontar nunca los problemas, del pacifismo más vacío, del ir todo el día colgado de lo que fuera. Hace 30 años murió John Lennon pero su legado de dejadez y mierda todavía perdura.

   Imagine there's no countries [la alternativa no es más libertad, sino una tiranía mundial]; It isn't hard to do [y si vas ciego de LSD, todavía menos]; Nothing to kill or die for [tú fuiste fruto de mucha gente que murió para que tú pudieras vivir e incluso para que pudieras cantar estas preciosas tonterías]; and no religion too [borrar cualquier transcendencia para poder vivir sin ninguna responsabilidad]; Imagine all the people living life in peace [en eso pensaba yo, precisamente, viendo por la tele a Ahmadineyad].

 

   Lennon ha sido uno de los peores demagogos de todos los tiempos. Imagine es la colección de barbaridades y de atrocidades más hermosas y más terribles que jamás se hayan escrito. Give peace a chance es un himno potentísimo, pero inframental. God es la explicación de cómo está el mundo, de nuestra tremenda oscuridad.

 

   You may say that I'm a dreamer [no, lo que digo es que eres tonto]; But I'm not the only one [en eso te doy la razón: los tontos sois legión]; I hope some day you'll join us [ni de coña, Juanito]; And the world will be as one [sí, unido en el frenopático].

   El marido de la todavía más funesta Yoko Ono -una pobre mujer que encima no tiene ni talento- consagró los peores vicios del hombre hasta convertirlos en modelo a seguir. Lennon promovió una humanidad minúscula, un hombre doblegado a sus defectos en lugar del prototipo erguido que busca su superación.

   Imagine no possessions [siempre contra la propiedad privada]; I wonder if you can [ni yo puedo ni tú tampoco pudiste, señor millonario]; No need for greed or hunger [el tópico es  tan primario que no sé qué decirte]; A brotherhood of man [la única manera real que ha hallado la humanidad de pensar esta "brotherhood of man" es el cristianismo]; Imagine all the people sharing all the world [¡calla, hombre, calla!].

 

   Su muerte le convirtió en más leyenda todavía, aunque lo más legendario no ha sido la muerte que le dieron sino la que él nos legó con sus siniestros valores y su concepto tan mezquino y zafio de la espiritualidad. De aquel viaje aún muchos no han regresado, la inmensa mayoría no ha regresado, y siguen colgados de las más absurdas tonterías mientras el mundo se desparrama de inconsistencia y vacuidad.