PROBABLE REELECCIÓN DE URIBE EN COLOMBIA
Inmaculada MOMPÓ
Hoy se están celebrando eleciones presidenciales en Colombia y los últimos sondeos conceden al actual Presidente Álvaro Uribe Vélez una intención de voto del 57% y a Carlos Gaviria Díaz (Polo Democrático Alternativo) un 23%. Nada hace pensar que la Presidencia cambie de titular y, a lo sumo, la única duda pendiente afecta a la posibilidad de Uribe de alzarse con la victoria en primera vuelta, consiguiendo más de la mitad de los sufragios.
Alvaro Uribe Vélez nació en Medellín el 4 de julio de 1952. Es un antiguo miembro del Partido Liberal que ganó las elecciones de 2002 como independiente y que ha contado con el apoyo parlamentario de diversos partidos: P. Conservador, Cambio Radical, Partido Unión Nacional, Convergencia Ciudadana y otros. En aquel momento Colombia era un país azotado por las guerrillas comunistas, o narco-comunistas, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), amén de diversos grupos paramilitares y mafias de narcotraficantes. En realidad podía afirmarse que la soberanía de la República de Colombia era más nominal que tangible y que el Estado estaba a punto de disolverse en un caos de violencia y miseria.
Las políticas del Presidente Álvaro Uribe en materia de Seguridad, desde 2002 hasta diciembre de 2005 desmovilizaron 22.947 miembros de grupos ilegales. Desde 2002 hasta 2005, la incautación de toneladas de cocaína aumentó en un 88%; en 2002 había dos aeronaves inmovilizadas, al finalizar 2005 había cincuenta y ocho. Las políticas de seguridad han contribuido a la generación de confianza, al incremento de la inversión y a la reactivación económica entre otras. Con toda certeza ésta es la principal baza de Uribe y el mayor éxito en su mandato. Igualmente ha anunciado que perseverará en el diálogo útil con los grupos armados al margen de la ley, con mediación nacional e internacional. Este diálogo, con miras a un proceso de paz, debe conducir al abandono de las prácticas terroristas, de las acciones hostiles, de la violación del Derecho Internacional Humanitario y de las vulneraciones de los derechos humanos de colombianos en campos y ciudades.
Su segundo gran objetivo en caso de alcanzar la reelección es disminuir el índice de pobreza del 45% al 33% y el de indigencia del 17% al 12.6%. Anuncia la cobertura universal de educación básica y cobertura plena en salud. Su condición de aliado incondicional de los EE.UU. que le granjea escasas simpatías en la región, le ha llevado a contar con el apoyo de la superpotencia contra los traficantes (este año recibirá 624 millones de dólares) y a dejar prácticamente ultimada la adhesión al Tratado de Libre Comercio. Este tratado, principal bandera antiiperialista en Hispanoamérica por los férreos vinculos que establece entre los firmantes y el "gran vecino del norte", previsiblemente reportaría efectos mixtos en la economía colombiana. Haría peligrar la producción de arroz, maíz, trigo y la industria avícola, pero tal vez suponga una gran ocasión para el sector azucarero. Está por ver.
Por nuestra parte nos limitamos a desear toda suerte de éxitos al ganado de los comicios de esta jornada. Más allá de nuestra afinidad o disparidad ideológica sus éxitos, si llegan, sólo tendrán un beneficiario: el noble pueblo hermano de Colombia. Ese pueblo que durante decenios ha venido siendo la víctima constante de la pobreza y la injusticia y de la locura asesina de bandas criminales. Así sea.
1 comentario
Candidatos Congreso -