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LA DEMOCRACIA... HA MUERTO

LA DEMOCRACIA... HA MUERTO

Adrián SALBUCHI 

 

  Una media verdad suele ser mucho más peligrosa que una mentira flagrante por cuanto, como bien dice la sabiduría popular, las mentiras suelen tener “patas cortas”, mientras que las medias verdades se revisten de solemnidad y aparentan indignación cuando se las quiere desenmascarar, lo que las torna más convincentes. A su vez, las medias verdades facilitan y promueven los dobles discursos, que no sólo declaran una cosa y luego hacen otra, sino que miden las cosas con gran subjetividad y a su conveniencia.

  Desde hace ya muchas décadas las dirigencias políticas, mediáticas y académicas del primer mundo industrializado vienen proclamando la imperiosa necesidad de que todas las naciones adopten “la democracia” cómo único régimen aceptable. Similar fenómeno se observa en el último cuarto de siglo en la Argentina.  Sin embargo, “la democracia” hace tiempo que dejó de ser una propuesta doctrinaria, intelectualmente consistente, puesto que hoy se ha transformado en un dogma de fe, en el cuál debe creerse y que debe adoptarse universalmente, so pena de ser aniquilado por los rayos del olimpo democrático...
  Los dogmas de fe no se discuten, se los aceptan ciegamente.  Así, a través de un complejo conjunto perverso de medias verdades y dobles discursos, la Democracia – genuina doctrina que consolida la libertad para los pueblos – hoy ha quedado degradada mutándose de doctrina en dogma; o sea, en una parodia que se parece tanto a la verdadera Democracia como la foto de un plato de comida puede parecerse al alimento verdadero.  En la penumbra y confusión, a primera vista esa foto quizás logre engañar nuestra vista, pero al tratar de nutrirnos con ella, la cruel y venenosa realidad se hará patente.

  En este artículo se abordan algunos aspectos fundamentales que muestran que el mundo en general y nuestro país en particular, hace largo tiempo que dejaron de vivir en Democracia, por más que el esqueleto de la misma aún rija en lo meramente formal. Precisamente, es esa formalidad lo que le da carácter de media verdad a la “democracia” actual, permite que rija una auténtica dictadura en manos de minorías – a menudo violentas y perversas – que se mantienen en el poder por la fuerza y a través de la hábil aplicación de dobles discursos, medias verdades, hipocresías y crueles y alevosas mentiras.

 

DEMOCRACIA versus “democracia”

 

  Comencemos distinguiendo entre: Democracia – doctrina viva y dinámica que permite la justa, equilibrada y funcional distribución del poder sobre la Res-pública entre el pueblo – y lo que denominamos “democracia”, que no es más que el cadáver de aquella cuando se la mata.  Esta “democracia” degradada y pútrida deviene entonces en vampírico instrumento de control y dominio al servicio de intereses parasitarios que sistemáticamente operan en contra de los intereses populares. [1]  Por eso, hoy decimos con tristeza: la Democracia ha Muerto.  Tomar conciencia de ello resulta fundamental pues el cadáver fétido de la “democracia” está tornando insoportable la vida en comunidad no sólo en la Argentina y nuestra región, sino también en el mundo entero.  Si el aire se vuelve cada día más irrespirable es porque al puro oxígeno de la Democracia lo están reemplazando con los vapores venenosos y sulfúricos de la “democracia”.

  La sanación de toda enfermedad comienza con un diagnóstico que identifique correctamente el mal que aqueja al cuerpo afectado – cuerpo social en nuestro caso – y las causas del mismo.  Recién entonces puede definirse una adecuada terapéutica que – bien aplicada, en tiempo y forma – conducirá a la salud.  Pretendemos aportar ejes para lograr ese imprescindible diagnóstico, definiendo los males que nos aquejan y sus causas que conducirán a una adecuada terapéutica.   Por ello, distinguimos entre la verdadera Democracia que, basada sobre la Verdad y la Justicia, promueve el Bien Común de la Comunidad, por un lado; y la cadavérica “democracia”, que funciona como instrumento de dominio de minorías poderosas en contra del Bien Común, por el otro lado: con mayúscula la primera, y en minúsculas y entre comillas la segunda, pues se trata de dos conceptos antagónicos e irreconciliables, por más que a la “democracia” se la quiera imponer como verdadera.  Ello surte el mismo efecto que sustituir al verdadero alimento por una linda foto del mismo…  Ordenemos, entonces y en primer lugar, algunos conceptos en el siguiente cuadro comparativo:

 


 

Democracia (lo que hoy no tenemos)
“democracia” (lo que hoy tenemos)
El Poder
·  Emana de la Comunidad (el Pueblo de la Nación).
·  Subordinado a la Comunidad
·  Emana de minorías enquistadas y usurpadoras, internas y/o externas.
·  Subordinado al Poder del Gran Dinero
Legalidad formal
·  Imperio de la Ley y la Justicia;
·  Leyes que promueven y protegen el Bien Común
·  Impone leyes que promueven los intereses de minorías enquistadas
·  Leyes contrarias al Bien Común
Legitimidad histórica, cultural, moral y ética
·  Legítima
·  Promueve la Verdad, los Valores y la Salud del Pueblo
 
·  Ilegítima
·  Opera en base a la Fuerza e Hipocresía con medias verdades y dobles discursos
Objetivos
·  Promover el Bien Común;
·  Defender el Interés Nacional
·  Corroer y dañar el Bien Común;
·  Debilitar al Estado como instrumento de gobierno de la Nación
Subordinada a
La Voluntad del Pueblo
Los intereses y objetivos de las minorías
Función
Permitir / promover que los mejores elementos sociales integren el Gobierno que rija al Estado en sus tres niveles (Nacional, Provincial, Municipal) y en sus tres ámbitos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)
Garantizar que, por ser fácilmente controlables, los peores elementos sociales ocupen los resortes clave del Estado. Operar según un craso oportunismo, independientemente de toda ideología partidaria o, incluso, de si se trata de civiles o militares.  Así hallamos políticos serviles desde la izquierda “progre” hasta la derecha “conservadora”
Instrumentos ejecutivos
El conjunto de organizaciones representativas de la Comunidad:
· asociaciones profesionales, docentes y universitarias;
· cámaras empresariales, federaciones y cooperativas;
· gremios; ligas de consumidores y amas de casas;
· partidos políticos; asociaciones barriales
· otras
Monopolización de todo el poder político formal por los partidos políticos, que resultan fácilmente controlados por el Poder del Dinero.
Comunicación Social
Uso equilibrado, democrático y  responsable de los medios de difusión
Monopolio informativo subordinado al Poder del Gran Dinero;
 
Funciones del Estado
Soberanas: representan y ejecutan la Voluntad Popular
Gerenciadoras: subordinadas al Poder del Dinero
Poderes del Estado:
·    Ejecutivo
·    Legislativo
·    Judicial

·   Ejecuta a favor del Interés Nacional
·   Legisla a favor del Bien Común
·   Justicia Independiente

·   Gerenciador de intereses sectarios
·   Legisla a favor del Poder del Dinero
·   Subordinado a los poderosos de turno
Filtros sociales
Altamente objetivos. El avance y acceso de los ciudadanos a los cargos de poder se basa en su mérito, talento, empeño, ética, probidad, idoneidad para la función, antecedentes y capacidad demostrada.
Altamente arbitrarios.  El avance y acceso de los ciudadanos a los cargos de poder se basa sobre el amiguismo, dinero, contactos, nepotismo, “viveza” criolla, cobardía, permeabilidad a la  subordinación a los grupos de poder e inserción social.

 

Algunos son mucho mas iguales que otros…

 

  En “Rebelión en la Granja”, George Orwell pone en boca de uno de los cerdos políticos la famosa frase de que “todos los animales en la granja son iguales, pero algunos son más iguales que otros”.  Es ésta una de las particularidades de la “democracia” cadavérica que hoy padecemos.   Nos ofrece la media verdad de que legalmente todos tenemos el mismo derecho – o sea, “un hombre = un voto” – mas todos sabemos que ello no es legítimo por cuanto aquellas personas que tienen mucho poder disponen de la capacidad para modificar el orden social, torcer el rumbo de la cosa pública, comprar votos, candidatos, medios de comunicación, incluso, invadir países (para llevarles la “democracia”, por supuesto). 
  Por eso, primero comprendamos que lo que importa no es tanto disfrutar del derecho legal de votar cada tantos años, sino del derecho real a hacer valer el interés de la mayor parte de la Comunidad, y esto último se encuentra íntimamente ligado a la cantidad de Poder que los individuos, los grupos y las propias naciones tienen para hacer valer esos derechos e intereses.  Mientras que la verdadera Democracia sirve al Bien Común, la “democracia” cadavérica sirve a quienes detentan el Poder. Comprendamos entonces que este violento Nuevo Orden Mundial en el que estamos inmersos se rige por el Poder, el cual tiene sus reglas, algunas de las cuales esbozamos como sigue:

 

Las Reglas del Poder [2]

 

  • Regla Nº. 1 – El mundo actual no se rige por la Justicia, ni por la búsqueda del Bien Común, ni por los tratados internacionales, ni por la Ética, ni  – mucho menos – por la Democracia.  El mundo se rige por el Poder.
  • Regla Nº. 2 – La cantidad de Poder del que disponen individuos, organizaciones y naciones es un factor clave y determinante.   Sin embargo, la calidad de Poder – dado por la creatividad, capacidad e idoneidad de quienes lo detentan – conforma un factor aún más importante.
  • Regla Nº. 3 – La Ley del Poder es una ley de hierro; cruel y fría: Quien tiene Poder lo utiliza para promover sus objetivos e intereses. Quien no tiene Poder sufre las consecuencias de las acciones de quienes tienen Poder para promover sus objetivos e intereses.
  • Regla Nº. 4 –  El Poder Real impulsa causas usualmente no-visibles que generan efectos altamente visibles puestos en práctica por el Poder Formal.  Simétricamente, el Poder Formal – que es el que mayormente detentan los gobernantes “democráticos” –  manifiesta efectos visibles que obedecen a causas usualmente no visibles emanadas desde las instancias del Poder Real.
  • Regla Nº. 5 – La gran privatización de nuestros tiempos es la Privatización del Poder a escala planetaria y a escala nacional.    Consecuentemente,
  • Regla Nº. 6 – Hoy tenemos un Gobierno Mundial, pero dado que el Poder Mundial ha quedado privatizado, surge como corolario que el Gobierno Mundial que rige el planeta también es de naturaleza eminentemente privada.

 

El Poder del Dinero

 

  Hoy, - ¿quién lo duda? - el principal factor de poder planetario es el dinero. Cuanto más dinero se posea y se controle, más fácil resultará imponer los intereses y objetivos de quienes lo detentan; más poder se tendrá; más poder se concentrará. Es una maquinaria que se retroalimenta exponencialmente.  Pues, ahí está el quid de la cuestión: concentrar dinero implica concentrar poder y viceversa.  Uno es consecuencia directa del otro. Se trata, simplemente, del Poder del Gran Dinero.
  El Nuevo Orden Mundial claramente se rige por el Poder del Dinero.  ¿Y cuál es el mayor enemigo del Poder del Dinero, concentrador, violento y rapaz? Pues… ¡la verdadera Democracia! …con mayúsculas, se entiende.  La Democracia viva y auténtica que – poderosa y sólida – garantiza que prevalezca el Bien Común de la Comunidad y el Interés Nacional ante, precisamente, el Poder rapaz y violento del Gran Dinero y las minorías ínfimas que lo controlan.

 

  Desde esta óptica, al menos la Lucha de los pueblos queda nítidamente planteada: o se tiene una verdadera y legítima Democracia que prioriza el Bien Común, o se impone la “democracia” cadavérica – legal, mas no legítima – controlada por el Poder del Gran Dinero.  Se trata de una guerra sin cuartel entre el Oro de la usura o la Sangre de los Pueblos.  Ambos bandos son absoluta e irreconciliablemente antagónicos y enemigos. 
  A su vez, visto desde la óptica de los Pueblos, su Gran Enemigo lo conforma la minoría usurpadora y genocida del Poder del Gran Dinero.  Simétricamente, visto desde la óptica de los grupos pequeños que concentran ese Gran Dinero, su Gran Enemigo lo conforma la mayoría de los Pueblos; o sea, usted y yo. [3]   Oro o Sangre…

 

La Anti-democracia del Poder del gran Dinero

 

  Siempre me ha sorprendido el hecho de que las dirigencias políticas, los multimedios monopólicos, los intelectuales, académicos y opinólogos de turno suelen llenarse la boca hablando de la “democracia” aplicada a la política y a la cultura (que hoy es la causante principal del generalizado debilitamiento de los Estados nacionales y la decadencia atroz de la cultura), pero jamás abordan la imperiosa necesidad de democratizar las finanzas y la economía.  Pareciera que fuera un tema tabú, y aunque la realidad a la vista de todos es que economía y finanzas se rigen por un férreo autoritarismo ferozmente antidemocrático, ninguno de quienes debieran señalar este hecho tan obvio parece atreverse a hacerlo.  “Poderoso Caballero es don Dinero”, ya lo observaba hace casi cuatrocientos años el poeta español Don Francisco de Quevedo y Villegas [4].   Y muy aleccionador resulta ver por dónde anda transitando el poderoso caballero Don Dinero en este terrible siglo XXI…

Según nos enteramos por la prestigiosa revista estadounidense, “Forbes[5] – publicación perteneciente a la  multimillonaria familia homónima dedicada, precisamente, al fabuloso mundo de los inmensamente ricos – existen hoy en el mundo 793 “billonarios” [6], que en su conjunto son dueños de una riqueza total de US$ 2.600.000.000.000 (o sea, dos billones seiscientos mil millones de dólares).  Para tener una mejor idea, ese monto en manos de 793 individuos equivale al 25% del PBI de los Estados Unidos, o aproximadamente al 12% del PBI del planeta, o a veinte veces el PBI de la República Argentina.
  Esta concentración demencial de poder viene en aumento a lo largo de los últimos años, y tan solo en el último año el número de billonarios aumentó en 102 y su riqueza conjunta aumentó 18%; ¡¡en un solo año!! 
  Según informa “Forbes”, buena parte de ese aumento es debido al crecimiento de los índices bursátiles que hace que los ricos sean cada vez más ricos, y las clases medias y pobres sean cada vez más mediocres y pobres.  Como “para muestra basta un botón”, destacamos el hecho de que una de las empresas que contribuyó a generar estas gigantescas ganancias ha sido la gigante petrolera ExxonMobil perteneciente a la familia Rockefeller que en el año 2005 registró la mayor utilidad que cualquier empresa en la historia de los Estados Unidos: US$ 36.400.000.000 (36 mil millones de dólares)…¡¡en utilidades!!  ¿Y de dónde vino todo ese dinero?  Del aumento vertiginoso del precio del petróleo, lo que aumentó el precio de la nafta, los fletes, los productos, etc… para todos.  O sea, salió de los bolsillos de millones y millones de personas en todo el planeta.  Y la situación de las demás empresas que conforman el cartel del petróleo – Chevron, BP Amoco, Repsol-YPF, Total, Yukos, Texaco, Shell - es similar. 
  Como se verá, la “crisis del petróleo” no es tan mala después de todo… siempre y cuando uno sea gran accionista de la ExxonMobil y ese dinero se lo invierta, por ejemplo en el banco de los Rockefeller, JP MorganChase o en el de los narcotraficantes, CitiGroup, que lo reciclan por la economía global cobrando intereses usurarios y financiando todo tipo de proyectos, pues… todos sabemos que el dinero engendra más dinero, que a su vez, engendra más dinero… en una espiral creciente que sólo beneficia a…¡¡quienes tienen mucho dinero, por supuesto!!  Nada de esto es casual, puesto que se trata de un Sistema global armado y sostenido precisamente con ese fin.

 

  Pues para que las pequeñas minorías que tienen mucho Dinero y Poder lo puedan conservar y acrecentar, deben, entre otras cosas, defenderse de las inmensas mayorías que no lo tienen.  Para ello, nada mejor que mantener a esas mayorías muy ocupadas trabajando y trabajando; preocupadas por perder el trabajo; y ansiosas por lograr el nivel de vida que las hará “felices” según el modelo que imponen a través de los medios quienes hoy tienen el Poder.  Se trata de una auténtica e inmensamente compleja maquinaria de guerra – psicológica, económica, política y, llegado el caso, militar – conducida por una pequeña pero poderosa minoría en contra de la enorme pero confundida y debilitada mayoría de las personas.  Así son las cosas en Estados Unidos y en Rusia; en Alemania y en Argentina; en Egipto y en España; en Brasil y en Botswana…
  También en la Argentina se verifica esta tendencia concentradora de riqueza aunque a un nivel infinitamente menor, por cuando actualmente, el 10% más rico de la población obtiene 31 veces más ingresos que el 10% más pobre, mientras que en el 2004, esa brecha era de 28 veces y en 1994, de 18 veces.  En todas partes, los ricos lo son cada vez más y los pobres lo son cada vez más; claramente, no es casualidad sino el resultado de un Sistema con objetivos verificables [7]. Si se proyecta esta tendencia en el tiempo, se podrá comprobar que este sistema es fundamentalmente suicida pues en algún momento, el quiebre social y económico será muy grave.
  “Forbes” también nos ilustra sobre el hecho de que, por 12avo año, el hombre más rico del mundo es el estadounidense Bill Gates, fundador del gigante Microsoft, con una riqueza personal de 50.000 millones de dólares; le sigue en el ranking su connacional el especulador William Buffet con 42.000 millones de dólares, y luego siguen personalidades como el Principe Alwaleed Bin Talal Alsaúd de Arabia Saudita (eternos socios de los Bush, Cheney y Rumsfeld) con 20.000 millones, varios miembros de la familia Walton (dueños de la cadena minorista Wal-Mart) con una riqueza conjunta de más de 60.000 millones (¿serán realmente tan buenos los precios de Wal-Mart?); el premier italiano Silvio Berlusconi (11.000 millones de dólares), el dueño de multimedios y alcalde neoyorquino Michael Bloomberg (5.100 millones), el venezolano Gustavo Cisneros (otro dueño de multimedios del Establishment con 5.000 millones), el magnate de los diamantes sudafricano Nicky Oppenheimer (4.600 millones), el francés Gerard Louis Dreyfus (3.400 millones), el brasileño - hay unos cuantos - Jorge Paulo Lemann (3.400 millones), la “española” Esther Koplowitz (3.400 millones), el ex-presidente de AIG/American Internacional Group - la mayor aseguradora norteamericana - Maurice Greenberg (3.200 millones; Greenberg ha sido procesado por fraude junto a sus hijos en un escándalo ocurrido en 2004 en el sector asegurador), Edgar Bronfman Jr. (3.000 millones de dólares; dueño de las destilerías Seagram y presidente del Congreso Mundial Judío), el cineasta Steven Spielberg (famoso por su Lista de Schindler con 2.800 millones), David Rockefeller (cabeza de la dinastía homónima, dueña de ExxonMobil, JP MorganChase Bank, presidente vitalicio de la Trilateral Commission, el Council on Foreign Relations y la Americas Society), los hermanos Gilberto, Luciano y Carlo Benetton (italianos, con unos 7.500 millones que han comprado gigantescas extensiones de “nuestra” Patagonia), el israelí Steff Wertheimer (2.400 millones), Mortimer Zuckerman (dueño de la revista US News & World Report con 2.000 millones), el especulador húngaro-norteamericano George Soros (con 7.200 millones), el estadounidense Ronald Perelman (6.100 millones)….  Argentinos, hay uno solo: Gregorio Pérez Companc con apenas 1.700 millones de dólares, lo que lo dejó relegado al puesto No. 451...

 

  Coherentemente, los intereses de estas personalidades inmensamente ricas suele coordinarse a través de centros de planeamiento geopolíticos – los conocidos “think tanks” o bancos de cerebros – de los que son miembros ellos mismos y/o sus operadores, gerentes y testaferros: notablemente el Grupo Bilderberg, la Trilateral Commission; el Council on Foreign Relations; el Royal Institute of Internacional Affairs y otras organizaciones complementarias que conforman una nutrida red de planeamiento estratégico y operativo que promueve e impone los intereses y objetivos del Nuevo Orden Mundial del que son sus auténticos dueños.  Esto lo hemos descrito en gran detalle en el libro “El cerebro del Mundo: la cara oculta de la Globalización”. [8]
  Cuando 793 individuos son dueños de, y controlan un monto del orden de los US$ 2.600.000.000.000, que usan para promover sus intereses industriales, financieros, económicos, políticos y culturales, financiando medios de difusión, universidades, periodistas, investigadores, ONG’s, operadores, gerentes, presidentes, ministros, legisladores, jueces, gobernadores e intendentes – todo a menudo disfrazado de “filantropía” y “caridad” - ¿de qué “democracia” estamos hablando para nuestro afligido planeta?  Comprendemos entonces que la verdadera y legítima Democracia ha muerto, asesinada por el Poder del Dinero, y que en su lugar nos ha sido impuesta la cadavérica “democracia” que hoy sufrimos.  Nos recuerda un poco a esas grotescas películas de Hollywood en las que los “muertos vivos” arrastran sus carnes podridas en la noche, exhalando su contagio sobre la tierra... o los filmes del Conde Drácula, quien vive en la oscuridad parasitando a la vida… Quizás estás últimas encierren en su metáfora, una gran y terrible verdad.  
  Este es el mundo que tenemos.  Esta es la “democracia” que tenemos.  Esta es la tragedia de la humanidad.

  De poco sirve enojarse con los gobernantes/gerenciadores de turno: George W. Bush o Clinton; Tony Blair o Margaret Thatcher; Néstor Kirchner, Menem o Videla; Aznar o Rodríguez Zapatero; Collor de Melho o “Lula”… Todos ellos más quienes ganen futuras elecciones “democráticas” son, básicamente, descartables.  Si a los poderosos les falla un De la Rúa, nos meten un Duhalde; si un Duhalde no logra consolidarse, nos tiran con un Kirchner… 
  Lo importante es que todos ellos – se llamen Alfonsín, Videla, Menem, De la Rua, Duhalde o Kirchner – y en todas partes, sean dóciles, comprables, cobardes, débiles, manejables y fundamentalmente perversos.  Esas son las (pre)condiciones indispensables para convertirse en presidente o ministro o legislador o juez o gobernador o intendente.  En la Argentina y en Austria; en Nueva York y en Seúl; en Pakistán y en Japón.  Y si algún osado llegara a “sacar los pies del plato”, automáticamente se convierte en paria, se lo marca de “terrorista” y a su nación se la integra en algún “eje del mal”…  Nada tiene que ver con lo ideológico; los dueños del Poder Mundial han trascendido las ideologías y hoy sólo buscan sátrapas confiables y genuflexos: por eso no toleran al iraní Ahmadinejad pero sí al pakistaní Musharraf o el eterno egipcio Mubarak; rechazan al “zurdo” Chávez pero se abrazan con los “zurditos” (lo digo por sus estaturas morales) Néstor Kirchner y Lula Da Silva; congratulan a los príncipes feudales autoritarios de Arabia Saudita y Kuwait, pero invaden al Irak de Saddam y al Afganistán de los Talibanes.

 

El mundo lo manejan las minorías

  No nos cansaremos de repetirlo: la verdadera Democracia es el gobierno de las mayorías en pos del Bien Común del Pueblo, mientras que la actual “democracia” es el gobierno autoritario de las minorías que imponen su voluntad e intereses en contra de los intereses de los Pueblos. No comprender esta realidad implica no entender cómo funciona realmente el mundo, lo que a su vez significa jamás acertar al correcto diagnóstico sobre porqué las cosas andan tan mal en la Argentina, en Sud América y en el mundo en general.
  Por ello, todo ciudadano responsable debe estar alerta a todo aquello que indique claramente que alguna minoría detenta más – mucho más – Poder Real del que justa y democráticamente le corresponde.  Por más que lo detente legalmente, hemos de estar alertas a que la legalidad de ese poder no sea resultado, precisamente, de que el dinero ha logrado comprar a gobernantes que legislan a favor de sus propios intereses, al mejor estilo de las mafias.  Algo de ello pudimos ver en la Argentina cuando en mayo 2002 se derogó la Ley 20.840 “de Subversión Económica” sancionada bajo el gobierno de Perón en septiembre 1974 porque el FMI así se lo exigió al gobierno Duhalde para que los banqueros que quebraron, robaron y destruyeron a la Argentina a lo largo de los últimos años – José Rohm entre ellos - no pudieran ser procesados [9].  Por aquellos días, los bien pagados multimedios locales llegaron al extremo de propagar la mentira de que aquella Ley venía del “Proceso Militar”, cuando en realidad fue sancionada bajo un gobierno democrático.

 

  El Dinero se las arregla para imponer las leyes que le convienen, derogar las que no le gustan y, luego, cometer todo tipo de atropello en forma “legal”, todo bajo la protección de oportunos eufemismos y acción psicológica: así la así-llamada gran prensa dice “flexibilización laboral” para encubrir el retiro de toda red de seguridad social a los trabajadores; “privatización del sistema provisional” para encubrir el robo de los aportes jubilatorios de millones de trabajadores; “tercerización de tareas” para encubrir despidos masivos; y hasta de “expatriación de fondos provinciales” para tapar escandalosos robos de dineros públicos como el cometido desde 1993 por las sucesivas autoridades provinciales en el feudo kirchnerista santacruceño.  En rigor de verdad, es solo cuestión de que todo sea “legal”; pues entonces todo se arregla, gracias al ejército de abogados y operadores que compran las voluntades de jueces, legisladores y periodistas.  Sí, sí…poderoso Caballero es Don Dinero… 
  Si los pueblos pretenden empezar a reconquistar su Libertad para que prevalezca cada vez más el interés legítimo de las mayorías y cada vez menos el interés arbitrario de las minorías, entonces la primera medida a tomar consiste en identificar con la máxima precisión posible a quienes conforman esas minorías poderosas, desenmascarando sus actividades anti-Democráticas.  Claro está: eso en tanto y en cuanto realmente estemos dispuestos a luchar por recuperar la verdadera Democracia que nos permitirá enterrar el cadáver de la actual “democracia” cadavérica.
  Hemos señalado los 793 riquísimos y poderosos personajes billonarios que concentran en sus pocas manos el 12% del PBI del planeta, y aunque nada podamos hacer hoy para cambiar este desequilibrio demencial, ello al menos ha de servirnos para comenzar a identificar quienes son algunos de los enemigos de la auténtica Democracia.  Pues, estar prevenidos es estar preparados.
  También hemos señalado en el ensayo “El Cerebro del Mundo…” y en diversos artículos, cuáles son los instrumentos creados y desplegados por la estructura de poder supranacional y privada del Nuevo Orden Mundial para gerenciar y conducir su gobierno planetario.  Existe gran cantidad de excelente literatura al respecto publicada por investigadores como Noam Chomsky, Alan Jones, Michael Ruppert, William Greider, Walter Graciano, Norman Finkelstein, Daniel Estulín, Patricio Randle, Carroll Quigley, William Cooper, Greg Palast, Holly Sklar, David Irving, e Israel Shamir, entre muchos otros.
  Pero también creo que resulta necesario señalar otra minoría que hoy ha cobrado gigantesco y peligrosísimo poder a nivel planetario y en nuestro país, que es la que promueve los intereses del sionismo internacional a nivel mundial.  Refiero al lector a los capítulos V (El Imperio: Estados Unidos, Reino Unido y Estado de Israel) y VI (El Sionismo) de obra citada, “Bienvenidos a la jungla…”, que brinda una descripción amplia de la manera en que esta pequeña minoría sionista ha copado el actual gobierno de los Estados Unidos presidido por George W. Bush, Dick Cheney, Condoleeza Rice y Donald Rumsfeld, entre muchos otros – y que hoy perpetra genocidios contra los pueblos de Afganistán e Irak, al tiempo que apoya económica y militarmente la geopolítica del Estado de Israel.  Hoy en día resulta riesgoso transitar por este tema delicado, sin embargo considero que su importancia es absolutamente determinante y debe abordarse con seriedad y equilibrio; ello, a pesar de que la vasta mayoría de nuestros periodistas, académicos y opinólogos prefieran el sitio más seguro que les brinda la autocensura.
  Insistimos, entonces: nos referimos a una ínfima minoría que detenta poder enorme, lo que la torna profundamente anti-Democrática.  Resulta ilustrativo observar algunos datos brindados por fuentes israelíes y sionistas que reflejan la enorme influencia y poder de este grupo que, a pesar de ser numéricamente muy pequeño, ha logrado imponer su voluntad sobre buena parte del planeta.

 

Democracia legítima mayoritaria versus minorías usurpadoras

 

  A menudo, la forma más efectiva de esconder algo es… colocándolo a plena luz del día y a la vista de todos…  Es como aquellas novelas policiales en las que el asesino se presenta en la escena del crimen actuando como si él nada tuviera nada que ver con el hecho, incluso manifestando su total sorpresa al tiempo que se rasga las vestiduras llorando al muerto que él mismo mató...  Este truco es tan viejo como el hombre y ha sido motivo de innumerables cuentos, leyendas, historias, novelas y obras teatrales. 
  Sin avalar torpes teorías conspirativas, tan en boga en estos tiempos, llamamos sin embargo la atención sobre la necesidad de blanquear determinados hechos clave de la realidad llamando a las cosas por su nombre. Es más: creo que es mejor afrontar un problema difícil cuando aún es manejable que permitir que siga agudizándose y creciendo hasta transformarse en un monstruo fuera de control. Pues el poder detentado por ciertas minorías hoy se ha transformado en algo desembozado y desfachatado, tal como lo expone la revista “Forbes” al enrostrarle a un mundo mayoritariamente sufriente y hambriento - en el cual según el Banco Mundial casi 2.500 millones de personas “sobreviven” con ingresos de apenas un dólar diario, principalmente en África, Asia y Latinoamérica - el hecho de que apenas 793 individuos concentran en sus manos más riquezas que esas dolientes masas desesperanzadas.

 

  Los datos poblacionales que brindan los entes oficiales sionistas son muy elocuentes respecto del inusitado poder que dicha corriente ideológica mesiánica y racista despliega.  Agregamos que de una manera muy compleja y perversa, el sionismo internacional se aprovecha de las particularidades de las comunidades judías en todo el mundo, a menudo logrando mimetizarse con las mismas. Recordemos que, como se explica en nuestra obra “Bienvenidos a la Jungla…”, no todo sionista es judío; y no todo judío es sionista.
Según el Departamento de Educación Sionista de la organización israelí The Jewish Agency for Israel (www.jafi.org.il), la población mundial judía en 2002 era de 13.296.000 personas, de las cuales el 37,8% (5.025.000) vive en el Estado de Israel y el 62,2% restante (8.271.100 personas) viven en la Diáspora en decenas de países de todo el mundo.  De esta población total en la Diáspora, 5.700.000 viven en los Estados Unidos (lo que representa aproximadamente el 2% de la población estadounidense de casi 300 millones de personas); una cifra apreciable reside en Europa y el 2,7% del total – 369.800 personas – viven en Sud América.  Estas cifras oficiales también indican que en la República Argentina viven 195.000 judíos (de los cuales 175.000 residen en la ciudad de Buenos Aires); ello representa el 0,52% de la población de nuestro país de unas 39 millones de personas.
  Pensamos que todas estas cifras son demasiado bajas – especialmente las consignadas para la Argentina – y creemos entender las razones de ello, lo que será tratado en otro escrito [10].  Hemos cotejado estos datos con los que informa otra entidad sionista, la Jewish Virtual Library de los Estados Unidos (www.jewishvirtuallibrary.org) que indica una cifra distinta para la Argentina: 395.379 personas, o sea el 1% de la población de nuestro país.  A su vez, esta fuente indica que sobre una población mundial de 6.430 millones de personas, 14.596.017 son judíos, o sea, el 0,227% de la población mundial. Notablemente, pareciera que falta información demográfica precisa, lo que sorprende por tratarse de una comunidad muy compacta y cerrada que cuenta con absolutamente todos los recursos e infraestructura necesarios para realizar un censo demográfico exacto. Probablemente la cifra brindada por la Jewish Virtual Library se acerque más a la realidad, pero no existe una fuente fidedigna que la cerciore.

  Aun teniendo en cuenta probables variaciones, queda claro que – a grandes rasgos – el 0,25% (un cuarto de por ciento) de la población mundial pertenece a la comunidad judía, mientras que esa pertenencia aumenta al 2% de su población en el caso de los Estados Unidos, y al 0,52% de nuestra población en el caso de la Argentina.  La cuestión que se está planteando con creciente insistencia en todo el mundo – desde Europa, Rusia y Estados Unidos, hasta Irán, Palestina y Malasia y también en nuestro propio país – es si resulta legítimo y saludable que una minoría tan pequeña (0,25% de la población mundial) ejerza tanto poder sobre el resto del mundo (99,75% de la población mundial) y  muy especialmente en ciertos países. 
  La revista “Forbes” y diversas fuentes norteamericanas señalan que una cantidad muy importante, y por cierto desproporcionada, de los 793 billonarios – aproximadamente un 40% – pertenecen a la comunidad judía.  De ese 40% de billonarios miembros de la pequeña comunidad judía, 18 residen en la Ciudad de Nueva York (se trata de Samuel Newhouse, George Soros, Carl Icahn, Michael R. Bloomberg, Leonard Lauder, Samuel Lefrak, Ronald Perelman, Edgar Bronfman, Maurice Greenberg, Preston T. Tisch, Ronald S. Lauder,  Leonard Stern, Lawrence Tisch, Leona Helmsley, Ralph Lauren, Staneley Druckenmiller, Bruce Kovner, y Henry Kravis); muchos otros viven en el resto de los EEUU (entre ellos, S. Daniel Abraham, Neil Bluhm, Eli Broad, Matthew Bucksbaum, Steven Cohen, Barry Diller, Malcolm Glazer, Christopher Goldsbury, Ronald Lauder, Edward Lampert, Bernard Marcus, Michael Milken y Jerry Zucker); 8 billonarios son israelíes (Shari Arison Dorsman, Arnon Milchan, Lev Leviev, Stef Wertheimer, Yitzhak Tshuva, Morris Kahn, Gil Schwed y Sammy Ofers); 9 residen en Rusia (que incluye al arrestado y procesado magnate del petróleo Mikhail Khodorovsky, Roman Abrahamovich, y Víctor Vekselberg, lo que según The Jewish Review ha generado mucha preocupación entre los judíos de ese país por la mala prensa que implica) [11]; 3 son “españoles” (Alicia y Esther Koplowitz e Isak Andic); y 4 son australianos y neozelandeses (Frank Lowy, Richard Pratt, John Gandel y Harry Triguboff) [12]. Claramente, esto pareciera señalar un patrón que se repite en los más poderosos países del mundo y que no guarda una representatividad equilibrada con los datos poblacionales oficiales de los que se dispone.

  Dado los altos niveles de identificación, solidaridad y lealtad desplegadas por gran parte de los judíos de la Diáspora con el Estado de Israel a lo que debe agregarse la geopolítica norteamericana permanentemente favorable a dicho Estado, resulta razonable suponer que una parte no despreciable del Poder del Gran Dinero que estamos describiendo es destinado por esas personalidades y grupos al financiamiento, sea en forma directa o indirecta, del complejo proyecto mundial sionista con su enorme costo en sangre, sufrimiento y destrucción para muchos pueblos.  Sobre sus efectos, el propio presidente Bush – poderoso sionista y amigo de Israel – declaró recientemente muy suelto de cuerpo que la invasión anglo-estadounidense a Irak desde marzo de 2003 había cobrado “unas 30.000 muertes civiles” en aquél desdichado país… [13]
  También es sabido y comprobable que las grandes instituciones bancarias transnacionales, entes multilaterales como el FMI y el Banco Mundial, grandes multimedios y la prensa mundiales, y determinados puestos clave en todos los gobiernos del mundo suelen ser ocupados sistemáticamente por miembros de la comunidad judía: tanto en Estados Unidos, como en Gran Bretaña, Francia, México y en la Argentina. 
  En los Estados Unidos, se estima que una cuarta parte de los periodistas y formadores de opinión, un 17% de los líderes de las más importantes organizaciones de acción pública y más del 15% de los funcionarios públicos de alto rango son miembros de la comunidad judía. Stephen Steinlight, ex-director de asuntos nacionales de la poderosa American Jewish Committee, en una reciente publicación señala “el desproporcionado poder político” de su comunidad, la que “libra por libra detenta el mayor poder de cualquier grupo étnico o cultural en los Estados Unidos”, agregando que “la influencia y el poder económico judíos se encuentran desproporcionadamente concentrados en Hollywood, la televisión y el sector de las noticias”. [14]
  A su vez, los prestigiosos investigadores Seymour Lipset y Earl Raab, señalan en un libro publicado en 1995 que “En las últimas tres décadas, los judíos en los EEUU han conformado el 50% de los 200 principales intelectuales… 20% de los profesores en las más prestigiosas universidades… 40% de los socios en los principales estudios jurídicos de Nueva York y Washington… 59% de los directores, escritores y productores en dos o más series televisivas de mayor audiencia[15]. En algunos círculos, especialmente en el Estado de Israel y en los Estados Unidos, se suele explicar esta inserción desproporcionada de miembros de la comunidad judía en sectores clave del poder aduciendo que se trata de una comunidad excepcionalmente talentosa y capacitada, lo que explicaría este poder desproporcionado. 
Si se acepta semejante explicación, sería entonces necesario abrir un amplio debate público acerca de la factibilidad científica de que determinadas etnias pudieran ser cultural – incluso genéticamente – superiores al resto de la humanidad.  La mayor parte de la opinión pública esclarecida rechazaría semejante aseveración; sin embargo, resulta interesante destacar que a menudo desde ciertos sectores académicos y religiosos judíos se escucha, precisamente, este tipo de explicación…  Así lo aseveró el conocido rabino israelí Adin Steinsalz quien en un congreso realizado en 1998 en Jerusalén manifestó que a su juicio los judíos son particularmente inteligentes gracias a su específico capital genético, afirmando que “cien generaciones de ‘selección natural’ han incorporado genéticamente en el pueblo judío los caracteres necesarios para sobrevivir en un ambiente hostil.  Entre esos componentes destacan una inteligencia muy aguda o una cierta indiscreción al límite de la agresividad.” [16]
  En un libro titulado The Zionist Connection, el investigador judío norteamericano Alfred M. Lilienthal se preguntaba hace casi treinta años, “¿Cómo pudo imponerse la voluntad sionista sobre el pueblo estadounidense?...  Ello pudo lograrse a través de la conexión judía; la solidaridad tribal que existe entre ellos y la increíble atracción que tiene sobre los no-judíos, lo que ha moldeado un poder sin precedentes… En las grandes zonas metropolitanas, la conexión judeo-sionista pervade por completo los círculos pudientes financieros, comerciales, sociales, del entretenimiento y artísticos.” [17]

  Sin duda, merece un amplio debate público evaluar si, a la luz de los resultados concretos, esa inserción de una minoría tan ínfima en puestos clave del Poder Mundial y nacional es saludable y si preserva el Bien Común de los pueblos y el interés de las naciones, o todo lo contrario.  Máxime en el actual convulsionado mundo con sus crecientes grados de violencia, atropellos y genocidios, “legales” por cierto mas no legítimos.  Ya hemos comprobado en el ámbito académico cómo se puede encarcelar legalmente a un historiador como el británico David Irving (ocurrido hace pocas semanas en Austria) por haber cometido el “delito” de dudar de la veracidad de las no comprobadas cifras del “Holocausto Judío”; o a un investigador como Ernst Zündel por similares “crímenes” en su natal Alemania.  Cuando el novelista inglés George Orwell preveía en su novela “1984” que la máxima perversión jurídica sería la tipificación legal del “thought crime” (crimen de pensamiento o de opinión), claramente se adelantaba al terrorismo intelectual disparado contra cualquier persona, grupo o nación que no acepte de buena gana la “verdad” que pretenden imponer los poderosos. 
  Especialmente, cuando esos mismos poderosos demuestran una capacidad alevosa y descarada para mentir, como lo vienen haciendo los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña en torno a la criminal invasión de Irak y Afganistán, o Israel respecto del robo del territorio del pueblo palestino o, incluso, en la Argentina respecto de las grotescas tergiversaciones, fraudes y mentiras en torno a los atentados contra las sedes de la Embajada de Israel y la AMIA en 1992 y 1994, respectivamente.
  Lo mínimo que exigen estos tiempos es desplegar el coraje de pensar con el cerebro propio en lugar de hacerlo con el ajeno.  Ajeno, en este caso, significa pensar según los parámetros, las “verdades” y el corcet intelectual impuesto por los poderosos que hoy dominan este triste y violento planeta.  Claramente, ese coraje intelectual no lo observamos entre los títeres presidentes, ministros, legisladores, jueces y periodistas-estrella que hoy han copado el escenario mundial.   Son ellos, precisamente, quienes alimentan a ese “muerto vivo” que es la “democracia” legal mas no legítima impuesta en todos nuestros países por el Poder del Gran Dinero.  Cada nación sufre su propia variedad de “democracia” – incluso la Argentina con su transversal “demoKKracia” kirchnerista poblada de los peores travestis de la política. Sin embargo, pocos países promueven, defienden o alientan la recuperación de la verdadera Democracia con mayúsculas.

 

Algunas conclusiones

 

  La Constitución Nacional argentina conforma el documento que se supone debiera garantizarnos una vida en plena Democracia.  Pero hoy esta situación no existe.  Una rápida lectura de la Constitución demuestra  el total incumplimiento de algunos de sus más fundamentales derechos y garantías, lo que tácitamente obliga a todos los ciudadanos a tomar acciones concretas “en defensa de la patria y de esta Constitución” (Art. 21).  Claro, los politiqueros enquistados en el poder y los periodistas bien pagos por el Sistema procurarán extraviarnos en complejos e interminables sofismos respecto de qué es la “democracia”, máxime cuando tan bien urdida está la trampa que en ninguna parte de la Constitución aparece la palabra “democracia” ni, mucho menos, se la define adecuadamente.

  Correspondientemente, resulta esencial iniciar un gran debate nacional con el fin de:

 

  • Definir cuáles son los ejes fundamentales e insoslayables que hacen a la verdadera y legítima Democracia, a fin de que el Pueblo pueda reconocer claramente cuando esos ejes fundamentales son agredidos o vulnerados, sea por fuerzas externas, internas, o por los propios gobernantes.  De esa manera, sabrá cuando debe cumplir con su deber ciudadano según el Art. 21 de la CN.
  • Promover un amplio proceso pedagógico en colegios, escuelas, universidades, y a través de los medios de comunicación social, para que el Pueblo siempre pueda saber de qué se trata.  Ello es fundamental en momentos en que nuestra historia reciente nos brinda multitud de indicios de que gran parte de quienes agreden a la Democracia son funcionarios – electos o no - ubicados dentro del Gobierno; o sea que ocupan transitoriamente el Estado.  De esta forma, la verdadera Democracia es desarticulada, debilitada y transformada en la cadavérica “democracia” desde adentro.  Sus ejecutores voluntarios desde hace treinta años se encuentran ocupando los máximos estrados del Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial, contando con el apoyo sistemático de la “gran prensa” y los multimedios monopólicos, y la generosa financiación de círculos financieros locales e internacionales, a lo que se agregan las directivas, y presiones de más de una embajada extranjera.
  • Recuperar la verdadera Democracia, a través del esclarecimiento del Pueblo que debe ser informado acerca de los verdaderos ejes que hacen a la política, la verdad histórica, y la actual problemática mundial. En verdad, para poder sobrevivir, la actual “democracia” cadavérica necesita imperiosamente de un pueblo inculto, ignorante, desculturizado y permanentemente distraído.  Las consecuencias de ello están a la vista, por lo que la Independencia Nacional comienza por el esclarecimiento del Pueblo.

 

  En este breve ensayo apenas hemos tocado algunos de los ejes fundamentales que hoy hacen al sano ejercicio de los Derechos y cumplimiento de los Deberes ciudadanos.  Requiere de una alta cuota de independencia intelectual, de voluntad y amor por nuestra Nación.  Recuperar la verdadera Democracia no será fácil pues la insidiosa “democracia” que hoy sufrimos contra-ataca con inusitada ferocidad e ira contra todo lo que sea sano, saludable, bueno, y productivo. 
Pues recién cuando podamos declarar muerta esta decrépita “democracia”, podremos gritar con alegría, “¡Viva la Democracia!”

 

  NOTAS:

  1. Referimos al lector al libro del autor “Bienvenidos a la jungla: dominio y supervivencia en el Nuevo Orden Mundial”  (Editorial Anábasis, Córdoba, Argentina, 2005, 252 págs.), Cap. VIII “Democracia, ¿o mero electoralismo?” (pags. 135 a 147) aborda este tema en mayor profundidad.
  2. Estas “reglas”, junto a otras complementarias, se exponen en mayor detalle en la obra citada del autor.  En la misma se saca un amplio conjunto de conclusiones y consecuencias de estas “reglas” que realmente rigen el Nuevo Orden Mundial.
  3. Acerca de las medidas concretas que desde el Poder del Dinero se están impulsando e implementando contra su enemigo natural, el Pueblo, ver el articulo “Marcados como bestias” de la periodista e investigadora Susana Iaschuk, publicado en “El Traductor Gráfico” Nº. 35 (08-Marzo-2006), disponible en www.eltraductorradial.com.ar.
  4. Las estrofas de Don Francisco de Quevedo y Villegas son de candente actualidad, pues hacen a la universal psicología humana:
    Poderoso caballero / es don Dinero. /  Madre, yo al oro me humillo, / él es mi amante y mi amado, / pues de puro enamorado / de continuo anda amarillo; / que pues, doblón o sencillo, / hace todo cuanto quiero, / poderoso caballero es don Dinero. /
    Nace en las Indias honrado / donde el mundo le acompaña; / viene a morir en España / y es en Génova enterrado; / y pues quien le trae al lado / es hermoso aunque sea fiero, / poderoso caballero / es don Dinero. /  Es galán y es como un oro; / tiene quebrado el color, / persona de gran valor, / tan cristiano como moro; / pues que da y quita el decoro / y quebranta cualquier fuero, / poderoso caballero / es don Dinero. /  Son sus padres principales, / y es de noble descendiente, / porque en las venas de oriente / todas las sangres son reales; / y pues es quien hace iguales / al duque y al ganadero, / poderoso caballero / es don Dinero. /  Mas ¿a quién no maravilla / ver en su gloria sin tasa / que es lo menos de su casa / doña Blanca de Castilla? / Pero pues da al bajo silla, / y al cobarde hace guerrero, / poderoso caballero / es don Dinero. / Sus escudos de armas nobles / son siempre tan principales, / que sin sus escudos reales / no hay escudos de armas dobles; / y pues a los mismos robles / da codicia su minero, / poderoso caballero / es don Dinero. / Por importar en los tratos / y dar tan buenos consejos, / en las casas de los viejos / gatos le guardan de gatos; / y pues él rompe recatos / y ablanda al juez más severo, / poderoso caballero / es don Dinero. / Y es tanta su majestad, / aunque son sus duelos hartos, / que con haberle hecho cuartos, / no pierde su autoridad; / pero, pues da calidad / al noble y al pordiosero, / poderoso caballero / es don Dinero. / Nunca vi damas ingratas / a su gusto y afición, / que a las caras de un doblón / hacen sus caras baratas; / y pues hace las bravatas / desde una bolsa de cuero, / poderoso caballero / es don Dinero. / Más valen en cualquier tierra / mirad si es harto sagaz, / sus escudos en la paz, / que rodelas en la guerra; / y pues al pobre le entierra / y hace propio al forastero, / poderoso caballero / es don Dinero.
  5. En Estados Unidos, un “billón” son mil millones (o sea, 1.000.000.000), mientras que para ellos un “trillón” es un billón nuestro (o sea, 1.000.000.000.000).  De manera que un “billonario” en EEUU es una persona que dispone de US$ 1.000.000.000 o más.
  6. Ver diario “La Nación” de Buenos Aires, Sección 2 Economía & Negocios, 12-Mar-2006, artículo “Las diferencia sociales crecen junto con el PBI”.
  7. Ediciones del Copista, Córdoba, Argentina, 4ta. Edición, 2003, 472 págs.; también 1ra. edición colombiana en Editorial Solar, Bogotá, 2004.
  8. Ver “La Nación” 30-May-2002, artículo “El Senado derogó la ley de subversión económica”.  José Rohm procesado en 2002 por la quiebra fraudulenta del Banco General de Negocios era entonces miembro de la poderosa Americas Society de David Rockefeller y William Rhodes (CitiGroup).
  9. Aclaro brevemente que ello está íntimamente ligado con la creciente imposibilidad de la historiografía oficial para sustentar la cifra de 6.000.000 de muertos por el Holocausto entre 1939 y 1945.  Esta cifra no comprobada y cuasi-mítica logró imponerse en la pos segunda guerra mundial (y muy especialmente tras la Guerra de los Seis Días árabe-israelí de 1967) dado que, de esta abrumadora cifra de muertes, unas 4.000.000 habrían ocurrido en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau ubicado en Polonia, que bajo el imperio soviético no permitía el acceso a investigadores independientes y despolitizados a indagar sobre lo que realmente ocurrió allí durante la guerra mundial. Sin embargo, desde el colapso del comunismo en 1989/91 y la democratización de Polonia, se ha podido realizar algunas investigaciones e inspecciones iniciales que rápidamente obligaron a reducir drásticamente esta cifra a “entre 1.100.000 y 1.500.000 personas”. El sitio oficial del museo de Auschwitz, www.auschwitz.org.pl indica que “por lo menos 1.100.000 judíos provenientes de todos los países de Europa ocupada (por Alemania) fueron enviados a Auschwitz, junto a 140.000 polacos (mayormente prisioneros políticos), aproximadamente 20,000 gitanos de varios países europeos, más de 10.000 prisioneros de guerra soviéticos y  unos 10.000 prisioneros de otras nacionalidades.”  Claramente la cifra de 6 millones habrá que reducirla inicialmente en entre 2.500.000 y 3.000.000, lo que le quita toda veracidad y seriedad a la historiografía oficial del “Holocausto de los 6.000.000”.  
      Falta realizar un estudio serio que describa la evidencia documental de judíos muertos bajo el régimen nacionalsocialista alemán, cotejándolo con las cifras demográficas anteriores y posteriores a la segunda guerra mundial para verificar la consistencia de tales datos.  Recordemos que es precisamente el Mito del Holocausto uno de los factores más importantes que han permitido que el Estado de Israel reciba apoyo financiero, político y militar irrestricto de la mayoría de los países de occidente, principalmente de los Estados Unidos de Norte América.  Para mayor detalles, referimos al lector al artículo del autor “
    La falsificación de la historia como instrumento de dominio” disponible en www.eltraductorradial.com.ar o solicitarlo a eltraductorradial@fibertel.com.ar
  10. Ver The Jewish Times of Australia, 07-feb-06 www.jewishtimes.com.au
  11. Así lo admitió George W. Bush al final de un discurso que dio en el Philadelphia World Affairs Council el 12 de diciembre de 2005.   El periodista Matthew Rothschild en “The Progressive” del 13Dic05 describe en un artículo – “Does 30,000 Mean Anything to Bush?” - cómo al final de ese discurso una mujer le preguntó: “Desde el inicio de la guerra en Irak, me gustaría saber la cantidad aproximada de iraquíes que han sido muertos; y por iraquíes incluyo a civiles, militares, policías, insurgentes y traductores”, a lo que Bush respondió “¿Cuántos ciudadanos iraquíes han muerto en esta guerra?  Yo diría, unos 30.000 más o menos, han muerto como resultado de la incursión inicial y la violencia contra los iraquíes.  Nosotros perdimos 2.140 de nuestra propia tropa.”  Si esto es lo que oficialmente admite el gobierno norteamericano, es razonable suponer que la cifra real sea muy considerablemente más elevada.  http://www.progressive.org/mag_wx121305.  Un estudio de noviembre de 2004 de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins de EEUU, estima la cantidad de iraquíes muertos en más de 100,000.  Obviamente que a las invasoras no les interesa ni les conviene que el mundo conozca las cifras reales que seguramente se ubican hoy en varios centenares de miles de muertos iraquíes que la “gran prensa” no quiere que el mundo llore, de la misma manera que no llora los muertos palestinos y afganos.
  12. Ver Stephen Steinlight, "The Jewish Stake in America’s Changing Demography: Reconsidering a Misguided Immigration Policy", Center for Immigration Studies, noviembre 2001, www.cis.org/articles/2001/back1301.html.
  13. Ver Seymour Lipset y Earl Raab, Jews and the New American Scene (Harvard university Press, 1995, pags. 26 y 27),  Lipset, a su vez, es miembro del poderoso y prestigioso CFR – Council on Foreign Relations de Nueva York, - sobre el que brindamos amplia información en el ensayo “El Cerebro del Mundo…”
  14. Ver diario “La Tercera”, Santiago de Chile, 04-Dic-1998, artículo “Polémica por el ‘carácter judío’”.
  15. Ver Alfredo M. Lilienthal, The Zionist Connection, Nueva York, Dodd, Mead, 1978, pags. 206, 218, 219 y 229.

© El Traductor Gráfico

3 comentarios

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El FMI aplaza la salida de la crisis hasta finales de 2009


El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, adelantó que la institución que dirige presentará en enero nuevas previsiones para presentar un panorama aún más siniestro. De hecho, Strauss-Kahn situó la salida de la crisis a finales de 2009 o incluso en el año 2010. En opinión del máximo responsable del FMI, tanto el escenario como las perspectivas globales siguen deteriorándose y que 2009 será un año “muy difícil” para la economía global.

Alcanzar la recuperación económica, necesitará una política “muy activa” afirmó Strauss-Kahn, aunque dijo no estar seguro de que ya se esté implantando en los diferentes países. De esta manera, el director gerente del FMI sembró la duda sobre las medidas aplicadas hasta ahora, argumentando que no han sido suficientes para superar la actual situación económica.

P'a mear y no echar gota, oiga.

Carlos Menéndez
http://www.creditomagazine.es