EL INTERÉS GEOPOLÍTICO DE ESPAÑA
Carlos MARTÍNEZ-CAVA
Uno de los capítulos más bochornosos de esta crisis económica, moral e institucional que padece España es la confirmación de haber pasado a ser, abiertamente, un Protectorado de Estados Unidos y de Alemania. Tal parece que no habrá futuro si no se siguen al pie de la letra las recomendaciones y dictados de estas naciones.
Al margen de todo tipo de juicios y responsabilidades de este Gobierno (y del anterior) en el actual estado de cosas, quizá deberíamos cuestionarnos el porqué de ese interés de Estados Unidos por redireccionar la política económica en un determinado sentido para evitar la quiebra de todo el sistema español. Y tratándose de Estados Unidos, el posicionamiento se ha de ver desde la altura, observando las fichas del tablero donde se juega la partida.
No es la primera vez en que una sucesión de hechos parece que ocurren al mismo tiempo, pero ninguno de ellos ocurre por casualidad. En 1.980, es derrocado el gobierno liberal turco y toma el poder el Ejercito. En Grecia, ese mismo año, reintegra sus FFAA al mando militar de la OTAN del que habia salido en 1.974. En 1981, EEUU suscribe con Marruecos un tratado de venta de armamento. Que, en España, hubiera un Presidente propalestino y reticente a la entrada en organismos militares supranacionales, está en el origen de lo que sucedió el 23-F donde un curioso y pretendido golpe de timón deviene y precipita esa entrada en esos organismos internacionales.
La situación económica e internacional que se está viviendo en estos últimos meses no invita a pensar en una rápida solución, sino a reflexionar, incluso, sobre las posibilidades de una Gran Guerra que coloque las piezas del tablero donde interesa estén a quienes tienen esa capacidad.
Ya hay quien ha descrito los movimientos que podremos ver en ese tablero: a) Resolución de la crisis recesiva; b) Ataque militar a Irán; c) Ampliación del conflicto de Afganistán; d) Ocupación militar de Pakistán por EEUU; e) Conflicto armado en el Caucaso y f) Posibilidad de un nuevo “11-S” en territorio europeo que “justifique” una espectacular acción de guerra continental.
Estados Unidos sólo puede satisfacerse del 25 % de sus necesidades energéticas. Europa es totalmente dependiente de gas y petróleo. Todo fluye desde Rusia. Y ésta nación se convierte en la ficha a mover junto con Irán para tener el control de las rutas y reservas del Golfo Pérsico y Medio Oriente.
No se puede permitir una desestabilización en España. Su posición geopolítica es demasiado relevante al estar entre dos continentes.
Quienes han diseñado las “medidas” que España debe adoptar para recuperar la confianza de los mercados, en ningún caso han pensado en las personas, en sus necesidades. Han diseñado la desestructuración definitiva sin tocar la organización territorial de España, auténtico cáncer y causa de la ruina y desigualdad de los españoles.
Millones de españoles seguirán viendo con buenos ojos la tutela de Obama o Merkel pensando ver caer a Zapatero. Lo malo es que el sustituto seguirá al dictado el guión marcado.
¿Podremos abrir los ojos y darnos cuenta que el problema es la soberanía? ¿Qué lo realmente en juego en nuestro tablero somos nosotros, los españoles y nuestro papel en el mundo?
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