BENEDICTO XVI, CELAM Y "FAVELA" CUBANA
Armando VALLADARES
El próximo 13 de mayo de 2007, en el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, Brasil, S.S. Benedicto XVI inaugurará la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM), bajo el lema "Discípulos y Misioneros de Jesucristo: para que en Él nuestros pueblos tengan vida". Mi angustiada interrogación, en cuanto católico cubano y ex preso político en las cárceles comunistas durante 22 años, es si esta reunión del CELAM abordará el drama de los católicos cubanos o si, una vez más, como en las anteriores reuniones de Medellín, Puebla y Santo Domingo, optará por el silencio.
Corrí los ojos, con ansiosa expectativa, por el extenso documento de trabajo de la próxima reunión episcopal, titulado "Síntesis de los aportes recibidos para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano". Al igual que en los documentos de las anteriores conferencias del CELAM, se encuentran alusiones solidarias en relación a los "pobres", los "desamparados", los "excluidos", las víctimas de "discriminaciones" y de "violencia", y se insiste en una "opción permanente" en favor de los "pobres". No obstante, ninguna de esas alusiones, siquiera por analogía, parece referirse a la situación de total pobreza, desamparo, exclusión, discriminación y violencia que sufren, desde hace casi medio, siglo 11 millones de hermanos, en particular los católicos, que agonizan espiritual y materialmente en la "favela" cubana.
En el drama cubano hay algo más grave que la colaboración de figuras eclesiásticas con la policía secreta del régimen, como fue el caso de Polonia y de otros países del Este europeo. Se trata de la identificación ideológica de obispos cubanos con las propias metas comunistas, tal como mostré en reciente artículo (cf.. A. Valladares, "Obispos cubanos, Encuentro Nacional Eclesial Cubano y castrismo sin Castro", Diario Las Américas, Miami, Enero 12, 2007). Se trata también de la identificación ideológica con el castrismo de los artífices de la "teología de la liberación" latinoamericana, la cual, con el aval de los obispos cubanos, se metamorfoseó en Cuba en una "teología de la colaboración" con el régimen. Se trata, por fin, de declaraciones complacientes y hasta elogiosas, en relación al comunismo cubano y a su dictador, implacable perseguidor de los católicos, de una larga serie de altos eclesiásticos que ha peregrinado a la isla-cárcel, varios de ellos cardenales, tres de los cuales coronaron sus carreras eclesiásticas como secretarios de Estado de la Santa Sede (cf. A. Valladares, "El pedido de perdón que no hubo: la colaboración eclesiástica con el comunismo"; "El drama cubano y el silencio vaticano" y "Cuba: el Lobo y los Pastores celebran encuentro 'constructivo y amistoso'", Diario Las Américas, Miami, Marzo 22, 2000; Abril 26, 2003 y Nov. 29, 2005).
El sufrimiento espiritual del rebaño católico cubano en relación a esa actitud complaciente de los Pastores ante el Lobo rojo, es dilacerante. Durante la realización del ENEC, el entonces arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Pedro Meurice, llegó a reconocer: "Nos consideraban una Iglesia de mártires y ahora algunos dicen que somos una Iglesia de traidores".
La VI Conferencia del CELAM, en lo que respecta a Cuba comunista, tiene la oportunidad de pasar a la Historia como la primera asamblea del CELAM que salió en defensa de la integridad espiritual y física de los cubanos, abriendo su corazón y sus brazos al rebaño indefenso, amparándolo y dándole consuelo. Ese motivo de esperanza se ve realzado por el hecho de que S.S. Benedicto XVI inaugurará las sesiones, ocasión en la que trazará las directrices generales de tan alta reunión episcopal.
Que las invocaciones de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, y de Nuestra Señora Aparecida, Patrona de Brasil, toquen las conciencias y los corazones de los participantes de la V Conferencia del CELAM, inspirándoles palabras adecuadas para que rompan el muro de silencio, de indiferencia y de vergüenza que asfixia a mis hermanos que sufren en la "favela" comunista del Caribe.
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