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Bitácora PI

"TEORÍA DE CASTILLA". UN TEXTO ETERNO DE RAMÓN PERALTA

"TEORÍA DE CASTILLA". UN TEXTO ETERNO DE RAMÓN PERALTA

Juan V. OLTRA

 

   Estoy de acuerdo con ustedes. Cuando uno recomienda libros, sobre todo en épocas caniculares, lo típico, lo cómodo y hasta lo aconsejable es ceñirse a esos bestsellers que soportan estoicamente el embate del salitre y la arena. Pero ¡ah!... es que a mí me gusta lo difícil.

   Siendo sincero además, jamás podría recomendar uno de esos libros tan al gusto del común de la ciudadanía, no sé aun si para leerlo o para embellecer sus salones, por una razón muy simple: no los leo. Y no, no vean en esto ninguna “boutade”intelectual ni un sibaritismo mal entendido, sino un simple reconocimiento de mi propia mortalidad, de mis limitaciones: tengo demasiadas lecturas pendientes y acumuladas como para poder permitirme perder una sola hora en esos textos, cuya única bandera de enganche es el gusto común de las masas que, además, me hace recordar aquella frase de Ortega referida a los toros, donde el maestro indicaba que un espectáculo que gusta a tanta gente necesariamente no puede ser bueno.

 

   Con este largo preámbulo me disculpo por recomendarles fervientemente un libro que, desgraciadamente, pasará desapercibido en nuestros anaqueles en lugar de ocupar el puesto que sin duda merece: uno en cada hogar o, mejor, uno en cada mochila de cada escolar. Se trata del imprescindible “Teoría de Castilla. Para una comprensión nacional de España(*) del profesor Ramón Peralta.

   Que no les asuste el título ni la profesión del autor. Lamentablemente, estoy harto de leer ladrillos incomprensibles y aburridísimos de compañeros de profesión, hasta tal punto que he llegado a pensar que en los últimos tiempos se ha añadido a las oposiciones de profesor universitario una prueba que mida y premie la incomprensibilidad a la hora de exponer hechos o teorías nítidas como el agua de abril. Y éste, no es el caso.

   Se trata de un breve pero enjundioso ensayo, de unas 150 páginas estupendamente aprovechadas, donde sin más intención política que la de dar luz a la verdad y con un apoyo documental exquisito y pulcro, el doctor Peralta nos da luz sobre cómo Castilla hizo a España y arrumba como juguetes rotos mitos hoy populares, dogmas de la nueva fe catódica que nos hablan y mienten sobre la supuesta convivencia pacífica de cristianos, musulmanes y judíos, o sobre la opresión de una Castilla invasora creadora de una nación ficticia. Pero aun más: la estructuradísima visión de la evolución del derecho, del idioma que vertebrará a la nación con el futuro más brillante de la historia… o la propia revisión a ese héroe de frontera que fue el Cid, bien valen una inversión de su tiempo. Y, sobre todo… del de sus hijos, quienes probablemente jamás lleguen a enterarse de estas cosas por los conductos reglamentarios.

 

   Y es que leyéndolo, además, uno se siente inmerso en esa sociedad de hombres libres, de campesinos guerreros que, partiendo de un pequeño rincón en lo que aún no era ni tan siquiera Castilla, vindicando la Hispania visigótica como herencia, en rebeldía contra el invasor, supieron convertirse en restauradores de España, evitando que Europa fuera sojuzgada por el yugo del Islam y que, cuando acabó de expulsar al enemigo de su territorio, como decía Giménez Caballero, GeCé, le quedaba tanto impulso que de un salto, cruzó el charco y descubrió América.

 

   Igual que hoy, vamos.

 

  (*)  Teoría de Castilla. Para una comprensión nacional de España”. Editorial Actas. Madrid, 2006

3 comentarios

Manuel Morillo -

No pudiendo estar más de acuerdo con las tesis generales del libro, y con una defensa encendida de Castilla, sobre todo frente a los ataques que, como símbolo recibe, no estoy de acuerdo con la frase: ""Castilla hizo a España"
La frase correcta sería Peralta nos da luz sobre cómo Castilla co-hizo a España"
Supongo que todo el mundo lo habrá leido pero aún así invito a releer "España un Enigma Histórico" (Sánchez Albornoz) en especial sus capítulos 8 a 12, donde vienen los testimonios de como todos los reinos peninsulares y especialmente Aragón, tienen conciencia que, siendo muy celosos de sus libertados, son instrumentos para recuperar la España destruida por el Islam, y así ante las quejas de sus caballeros por la entrega de Murcia a Castilla, conquistada por la Corona de Aragón, el Rey de Aragón les viene a decir que dá lo mismo pues todo va a un común.
En realidad la manipulación de la idea de Castilla la han hecho los Borbones, bajo cuyo manadato, sin embargo se empobreció y decalló, y así los cuarteles del ejército español en Aragón, construidos bajo reyes borbones llevan solo las armas de Castilla, como si se tratasen de castillos de ocupantes...

Miguel Pons -

Bien, Juan: poner sobre la mesa uno de los mayores misterios de España: ¿De dónde sacó Castilla su energía? Porque no es asunto de orígenes ni de los condes, sino de la misma generación de Isabel la Católica que, tras la guerra contra Enrique y contra Boabdil, vio llegado el momento de enfrentarse al Atlántico, el mar de Atlante.
Es posible que esa guerra de Granada despertara la fuerza y el orgullo de ser. La última guerra medieval, con torneos, lances y desafíos de caudillo a caudillo.
Pero es un misterio cómo saliendo Castilla de una guerra civil supo ganar un imperio.

Morgan Taner -

No he leído el libro aunque pienso hacerlo. De lo que quiero hablar es del autor: ¡por fin!, alguien con autoridad que habla claro sobre el principal problema que tiene este país, que no es otro que la gran pifia del Estado de las Autonomías. Como le oía decir (eso sí, en la minoritaria Radio Intereconomía a partir de la 1 de la madrugada), es inaudito que se instaure un régimen político que a los 25 esté a punto de dar la traste con él mismo.
Y luego está el coñazo que hay que aguantar cada día, de nacionalistas de uno u otro pelaje (lo que incluye a autonomistas). Hemos llegado a un nivel altísimo: decía anoche un oyente: si repartimos los inmigrantes (que vienen de Canarias) por qué no repartimos el agua del Ebro. Y tiene razón.
Desde luego, todo ciudadano se merece tener un Estado (un país y una nación, que en nuestro caso es lo mismo) seria, fuerte, que le defienda en un momento dado. En España, en los últimos 25/30 años, cada cual sólo se ha acordado de ella para sacar; pero puede que llegue el día en que algún necesitado mire dentro y no vea más que la cáscara. Ahora parece que les toca a los canarios, tan nacionalistas ellos cuando toca. Ayer fueron los gallegos con sus fuegos y un Estado sin competencias y sin recursos. Mañana podría ser Navarra con el acoso euskaldún. Pero Galicia es el reino de los suevos y Navarra, naturalmente, no dejará de espetar a todo cristo sus privilegios forales.

Hay que dar voz a quien tiene sentido común; y Ramón Peralta es una voz necesaria. Si leyera esta nota, le mando un saludo y todo mi aliento.