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TOLERANCIA CIEN PARA POLANSKI

TOLERANCIA CIEN PARA POLANSKI

Ignacio ARÉCHAGA

 

   El mundo del cine ha cerrado filas tras Roman Polanski, reclamando su libertad. En la petición firmada por 138 cineastas -Woody Allen, Pedro Almodóvar, Martin Scorsese, David Lynch y otras muchas celebridades- da la impresión de que Polanski, de 76 años, ha sido detenido por su ideas más que por sus actos. Nada se recuerda del origen de su arresto, la violación en 1977 de un chica de 13 años, tras haberla drogado, culpabilidad que reconoció en su momento ante el juez de Los Ángeles, aunque luego huyera sin dar ocasión a que se pronunciara la sentencia.

   Es verdad que el castigo de un delito pierde bastante su efectividad y su sentido cuando han transcurrido 32 años. No en vano la prescripción siempre ha tenido su papel en el Derecho. El tiempo tiene una influencia decisiva en la vida del hombre, también en la esfera de la extinción de derechos y de responsabilidades. La gente cambia. El castigo tiene un valor ejemplar en el momento, pero no del mismo modo tres décadas después. Si, además, como en el caso de Polanski, la víctima ha perdonado o ha llegado a un acuerdo con el agresor, y no quiere volver a verse en un juicio, hay buenos motivos para dar por cerrado el caso.

   Pero estos buenos motivos no tienen nada que ver con los invocados en la declaración de los cineastas de apoyo a Polanski. Los firmantes de la petición manifiestan su "estupor" y su "consternación" ante el arresto, y consideran una "trampa policial" que el cineasta haya sido detenido cuando iba al Festival de Cine de Zurich a recibir un homenaje, como si la ejecución de una orden de busca y captura emitida por el juez americano fuera un atropello de la policía.

   Da la impresión de que lo que estuviera en juego fuera la libertad de expresión, pues argumentan que "los festivales de cine del mundo entero han permitido siempre mostrar las obras y la libre circulación de los cineastas", "incluso cuando ciertos Estados querían oponerse". Pero Polanski no ha sido detenido por nada que tenga que ver con el Séptimo Arte, sino con unos hechos arteros que son perseguidos en cualquier Estado. Y ni EE.UU. ni Suiza están en manos de regímenes dictatoriales.

   Como supremo argumento, los colegas afirman que Polanski es "un artista de renombre internacional", que hoy día se ve amenazado de extradición y de privación de libertad. Todo esto desprende un tufillo de elitismo irresponsable, en virtud del cual a un artista no se le pueden aplicar los mismos criterios jurídicos que al común de los mortales.

   Desde luego, si se le hubieran aplicado, Polanski habría sido detenido muchos años atrás, pues la orden de busca y captura es de 1978. Por eso, en vez de preguntarse por qué ha sido detenido ahora, habría que plantearse por qué el gobierno de Francia -donde reside- nunca hizo nada para llevarlo ante la Justicia, cuando el delito se acababa de cometer. ¿Ser un renombrado director de cine justifica un indulto sin consecuencias?

Si fuera un cura

 

   Lo menos que puede decirse es que Polanski tiene suerte de ser un cineasta afamado. Imaginemos que hubiera sido un cura -o más bien un arzobispo, para mantenernos al nivel- , acusado de abusos sexuales sobre un menor en Estados Unidos. Cuando en 2002 estalló el escándalo de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes, la mayoría de los casos que entonces salieron a la luz pública habían sido perpetrados en los años 70, en la misma época del delito de Polanski, con adolescentes de edad similar a la de la víctima del cineasta. Pero entonces nadie les quitó importancia diciendo que eran "una historia antigua que ya no tiene sentido", como ha afirmado ahora el ministro de cultura francés, Frédéric Mitterrand. Al contrario, hubo satisfacción por el hecho de que por fin los culpables pagaran por su atropello. "Tolerancia cero" era y es la consigna.

   Si Polanski fuera un cura, nadie le habría exculpado con argumentos como haber tenido una infancia trágica o por haber obtenido el perdón de la víctima, como se ha dicho a propósito del director polaco. Ni se habría minusvalorado la importancia del hecho calificándolo como "error de juventud" (¡un joven de 44 años!).

   Si se tratara de un cura, el hecho de que la Iglesia no hubiera reaccionado, se habría interpretado sin duda como un signo de querer echar tierra sobre el escándalo en vez de preocuparse por la víctima. Pero si es el Estado francés quien cierra los ojos durante 32 años, es solo un signo de que Francia es tradicional tierra de acogida.

   En fin, echándole más imaginación, pensemos qué se habría dicho si 138 obispos firmaran una carta de apoyo al compañero acusado de un delito de violación de menor, aduciendo que es inconcebible que se pretenda juzgar a "un clérigo de renombre mundial". El escándalo sería tal que estimularía el ingenio de algún cineasta para hacer una película sobre el caso.

"SI VIS PACEM PARA BELLUM"

"SI VIS PACEM PARA BELLUM"

Carlos PEREYRA MELE

 

   La antigua frase romana: si vis pacem, para bellum; si quieres la paz, prepárate para la guerra, es una frase de Flavius Renatus Vegetius, escritor de la época del emperador Valentiniano II a fines del siglo IV, del libro De Rei Militaris (De las cosas de las Milicias). No es una frase agresiva, o una idea expansionista o imperialista, sino todo lo contrario, es decir, que para que una guerra sea impedida o un pais atacado por otro, lo mejor es estar bien armado para defenderse y no para atacar a otras naciones. Pues se entiende que el que tiene una buena defensa será respetado por otras naciones y no la atacarán.

   Esta frase viene muy bien en estos momentos, y muy especialmente después del día 7 de septiembre de 2009 (Día de la Independencia de Brasil), cuando ese país firmó con el gobierno de Francia (presidentes Lula Da Silva y Sarkozy) un acuerdo estratégico mediante el cual Brasil recibirá armamento y tecnología de punta para construir un nuevo sistema defensivo que estará integrado por 36 aviones Rafael, 51 helicópteros y 5 submarinos, uno de ellos nuclear, que lo pondrá a la vanguardia en el continente suramericano en lo que a sistema de defensa se refiere, y que se fabricarán en Brasil y con transferencia tecnológica a este último por parte de Francia.

 

   A partir de ese momento toda una oleada de críticas en los medios de comunicación  masivos con casas matrices en los Estados Unidos de Norteamérica se viene desarrollando,  con argumentos como: "carrera armamentista en América del Sur",  "gasto militar excesivo en una América con grandes problemas sociales", o con el argumento falsario de un pacifismo hipócrita que esta carrera armamentista impedirá nuestra integración regional (¿?). Son los mismos medios que nada dijeron de: ¿para qué los Estados Unidos en el 2008 reactivaron su IV Flota que navega desde las calidas aguas del Caribe al gélido mar Austral nuestro? O el porqué de incrementar desmedidamente su presencia en nuestro continente con nuevas bases en Colombia, y que más allá de los cambios de administraciones de Bush a Obama no pueden dar una explicación creíble que no estuvieron involucrados en el "golpe" de Honduras, por ejemplo. ¿Cuáles son las hipótesis de conflicto que maneja Estados Unidos en América del sur?

 

   El Mariscal alemán Von Clausewitz, insistía en que la guerra moderna es "la continuación de la política por otros medios"; luego de la caída del muro de Berlín es la forma que tomó la política exterior de los Estados Unidos para controlar el mundo e intentar imponer una unipolaridad sin cuestionamientos, donde todo giraría de acuerdo a sus intereses estratégicos (por ello el cordón de bases militares tanto en el Caribe como en Suramérica, así como en el mundo). La instalación de las mismas se realizó bajo el argumento de luchar contra el narcotráfico y el terrorismo internacional.

   Pero no tenemos que ser muy suspicaces para entender los objetivos y los destinatarios de dichos movimientos militares con esta maniobra estratégica intimidatoria, en un continente que intenta no ser más su patio trasero y que Washington quiere mantener a rajatabla y además controlar los importantes recursos naturales de que disponemos.

   América del Sur no ha elegido sus hipótesis de conflicto, le fueron impuestas por el País del norte, ya que en un mundo globalizado no escapamos a la dura puja que se está desarrollando entre las potencias emergentes y los Estados Unidos por establecer un nuevo orden mundial multilateral, que no acepta este último Pais. Es más, muchos analistas importantes estadounidenses ya consideran que Norteamérica inició su declive. Y quizás lo que muestre este declive no sea tanto el pantano bélico de Irak y Afganistán, sino la crisis financiera que hace hoy justamente un año se iniciara con el derrumbe del banco Lehman Brothers, desarrollando una crisis financiera que luego arrastraría a la economía real mundial, de la cual todavía no se sabe cómo se resolverá.

 

   En este cuadro de situación, Brasil como potencia emergente integrante del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), ha alcanzado un umbral de poder (*), que no tenia hace pocos años atrás, y para ello ha desarrollado una política exterior guiada por una "paciencia estratégica". "Para Brasil la capacidad de actuación soberana en una economía globalizada se refuerza en el contexto de un bloque regional. El país sabe que para promover sus valores y objetivos, los mejores aliados son los vecinos. A partir de esas ideas, Brasil ha elaborado una clara opción para impulsar un ambicioso programa de integración regional sur y latinoamericano." (1). Y por ello impulsó la UNASUR y el Consejo de Defensa Suramericano que, como pudimos apreciar en la reciente Cumbre de Bariloche, monitoreará el cumplimientos de los acuerdos de Colombia y los Estados Unidos con relación a las Bases militares en ese país. Ecuador y Venezuela asimismo se han puesto a disposición de ese organismo suramericano para que también sean auditadas sus políticas de Defensa.

 

   Hace pocos días decíamos que el objetivo del Comando Sur era Brasil en nuestra América del sur y lo seguimos sosteniendo (2), más allá de tratar de poner en caja a lideres "díscolos". Pues Brasil no sólo es el gigante económico y demográfico de nuestra región, sino que también ha alcanzado el nivel de poder suave, con el cual integrar a sus vecinos y socios; como también intentar ser integrante del G8 y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Con lo cual le aparece un serio competidor a las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos en Suramérica.

 

Lo que está en juego, en este tablero inestable que es el mundo de hoy, es la posibilidad de que nuestro continente alcance los niveles de poder y soberanía necesarios para incorporarse al nuevo orden mundial en condiciones de resistencia a una globalización que se nos impuso y que no nos permitía tener una importante autodeterminación interna. Y en este marco debemos entender el acuerdo estratégico firmado por Brasil  y Francia; por aquello que los clásicos nos enseñaron: si vis pacem, para bellum.-

 

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(*) "Umbral de poder" es una categoría que utiliza el Dr. Marcelo Gullo en su libro "La insubordinación fundante" cuya lectura es indispensable para todo argentino y suramericano que se sienta responsable por el destino de la Patria.

(1) Marcel Fortuna Biato, Asesor especial de asuntos internacionales en la presidencia de Brasil.

(2) El objetivo es... ¡Brasil!

LA REGIONALIZACIÓN DE LOS MERCADOS COMO FACTOR DE INTEGRACIÓN GEOPOLÍTICA

LA REGIONALIZACIÓN DE LOS MERCADOS COMO FACTOR DE INTEGRACIÓN GEOPOLÍTICA

Tiberio GRAZIANI

 
   En los últimos años los procesos de fragmentación (balcanización) del espacio global y de mundialización de los mercados nacionales o regionales han contribuido, sinérgicamente, a sustentar la hegemonía del mayor actor global, los Estados Unidos de América, y, consecuentemente, de los grupos de presión que se expresan a través de su dirigencia. Sin embargo, la actual crisis económico-financiera del sistema "occidental" y la regionalización estructural de algunos mercados (América meridional, Eurasia), que parecen sustanciar la reordenación del planeta en grandes espacios geopolíticos (multipolarismo), aceleran el declive de la "nación necesaria" y se oponen a los procesos de mundialización. El proceso de mundialización, que gira en torno al principio de la interdependencia económica, podría ser sustituido, a medio plazo, por un proceso de regionalización de base continental, centrado en el principio de complementariedad.


   Mundialización, fragmentación territorial e interdependencia económica


   En la introducción a la ponderosa compilación "L’espace mondial: fractures ou interdépendances?", los editores P. Dallenne y A. Nonjon (1) proponen, como clave de lectura principal para la comprensión del complejo fenómeno conocido como mundialización (2) (o globalización, según la terminología en uso en el área cultural anglosajona), el análisis geoeconómico, con la declarada finalidad de "éviter l’arbitraire de toute prospective géopolitique".

Pasando por alto aquí toda polémica referente a la geopolítica, tal y como se deduce de la cita que acabamos de reproducir, consideramos que el análisis geoeconómico - cuyo campo de investigación está constituido por el estudio de las estrategias económico-comerciales y financieras de los Estados, de las grandes empresas industriales, de las organizaciones internacionales (como por ejemplo la ONU, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional) - tiene el indudable mérito de ayudarnos en la valoración de las tendencias macroeconómicas, y a veces microeconómicas, que influyen, corroboran o subyacen a algunas conductas típicamente geopolíticas (3).

  

   Las variables económicas, de hecho, si son estudiadas cuidadosamente a nivel planetario y fuera de todo esquema ideológico o historicista, permiten comprender de manera más acabada algunas praxis geopolíticas y trazar mejor los probables órdenes mundiales futuros; además, su estudio tiene el valor de desvelar el peso ( y las estrategias) de algunos importantes grupos de presión económico-financieros en la influencia sobre las decisiones de gobiernos nacionales y en la desestabilización del equilibrio político y social de zonas completas del Planeta, evidentemente, en beneficio de sus propios intereses y de los gobiernos que apoyan. Sólo por poner un ejemplo, todo el mundo conoce la influencia que el complejo militar-industrial estadounidense, en estrecha conexión con el lobby del petróleo (4), ha ejercido en las decisiones estratégicas de la "guerra al terrorismo" -que aún perdura - emprendida a escala global, después del 11 de septiembre de 2001, por la Administración Bush (5). Como, por otro lado, todo el mundo sabe, aunque sólo sea por dar otro ejemplo, la función desempeñada por las potentes ONG’s, dirigidas por el financiero "filántropo" George Soros, en la desestabilización de la ex Yugoslavia (6), en la perturbación del "exterior próximo" de Rusia (Bielorrusia y Ucrania), en algunas áreas críticas del continente eurasiático (Chechenia, Georgia, Osetia, Kirguistán, Myanmar, Tíbet, etc.).


   Más precisamente, con respecto a las estrechas relaciones entre las políticas económicas de los EEUU y el proceso de mundialización, Jacques Sapir escribe que «lo que se llama "mundialización" en el lenguaje corriente es, en realidad, la combinación de dos procesos. El primero es el de la extensión mundial del capitalismo en su forma industrial en las regiones que no había tocado todavía. El segundo, que en gran medida es la aplicación de la política americana, corresponde a una política voluntarista de apertura financiera y comercial» (7).

   Considerando los Estados como entidades asimilables a las grandes empresas, es posible describir el espacio global como un vasto campo de fuerzas que estructuran el mundo en espacios dominantes y en periferias más o menos integradas económicamente. Tal descripción de las entidades estatales y de su función con respecto a las relaciones con el espacio y el poder, a las estrategias para la adquisición de la supremacía comercial y tecnológica (dos elementos característicos de la mundialización contemporánea) nos lleva a considerar que el actual proceso de mundialización está atravesando una profunda crisis, ya que las actividades económicas, comerciales y financieras parecen organizarse cada vez más según bases regionales y dimensiones continentales.

   Desde un punto de vista político, es decir, de la soberanía, observamos que el regionalismo comercial, esto es, la integración regional sobre bases económico-comerciales y financieras -llevada a cabo mediante instrumentos como la cooperación interestatal, la zona de libre intercambio, la unión de aduanas, el mercado común, la unión monetaria -expresa un importante valor geopolítico, pudiendo constituir un volante para la unificación política del área específica.

   Esta evolución de los procesos económicos en sentido regional y continental puede ser interpretada como una respuesta, en el plano económico y social, a los desequilibrios que el proceso de mundialización ha supuesto en los últimos años en vastas áreas del Planeta. Tal proceso , vale la pena recordarlo, ha provocado (y sigue provocando) la ulterior fragmentación de la soberanía territorial de algunos espacios concretos del globo convertidos en entidades estatales extremadamente frágiles, haciendo muy dificultosa su gobernabilidad, en beneficio del sistema occidental; en beneficio, por tanto, de una escasísima parte de la población mundial, cuando no de pocas y particulares élites. La formación de grandes espacios económicamente autosuficientes y políticamente soberanos -a partir de la consolidación/integración de los ya existentes, entre los cuales se encuentran Rusia, China, India en el hemisferio septentrional y Brasil y Argentina en el meridional -constituiría, en cambio, un elemento de mayor estabilidad social y política para todo el Planeta. Otro elemento que es preciso subrayar con fuerza acerca de la globalización es que esta, procediendo hacia la uniformización mundial de las costumbres y de las producciones, tiende a nivelar las especificidades culturales de los pueblos, asimilándolas, además, en una lógica neocolonial, a los "valores" occidentales.

   En referencia al proceso de mundialización, constatamos con P. Dallenne y A. Nonjon, que se remiten a la lección de Jacques Ténier (8), que "la integración regional se combina con [aquel] en una dialéctica de refuerzo/oposición" (9)
La integración regional refuerza los mecanismos mundializadores cuando inserta a regiones enteras en el mercado global, apelando al principio de interdependencia económica, y se opone a esos mismos mecanismos, cuando, en cambio, por oportunidades políticas y/o necesidades geopolíticas, integra a áreas enteras en una lógica que aquí definimos de autosuficiencia o complementariedad, sustrayéndolas, por tanto, al proceso de mundialización.
   La integración regional, entonces, presenta, a ojos del analista, un carácter híbrido. En el ámbito de esta relación trataremos de analizar cómo tal peculiaridad se manifiesta en dos áreas del Planeta: Sudamérica y Eurasia y cómo se relaciona con los procesos de mundialización, fragmentación e integración de los espacios geopolíticos.


   Hemisferio occidental: el caso de la América meridional

   Consideremos en primer lugar el caso de la América meridional y cómo las dos lógicas opuestas, de refuerzo y oposición al proceso de mundialización, podrán contribuir a influir en los futuros escenarios geopolíticos de toda el área.
   Por un lado, constatamos que los EE.UU. tratan de agregar desde hace mucho tiempo a los Países de América central y meridional en el ámbito de redes económico-comerciales (ALENA/NAFTA, ALCA/FTTA) y de cooperación militar (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), con el evidente fin de mantener su propia hegemonía sobre todo el hemisferio occidental, siguiendo la estela de la tradición inaugurada por el presidente Monroe en 1823. La realización de tales redes implica la fragmentación territorial y la despotenciación de las soberanías nacionales de toda la América meridional. Generalmente la fragmentación y la despontenciación de las soberanías nacionales son ejecutadas mediante la despolitización de las clases dirigentes de los Países objeto de la integración económico-comercial, o, siguiendo las reglas del soft power (10), a través de la cooptación directa, y a menudo temporal, de algunas oligarquías locales seleccionadas (políticas, culturales, económicas) en los mecanismos de la economía y de la finanza mundiales, o, más burda y drásticamente, con la desestabilización política y económica de las zonas de interés, valiéndose de preexistentes tensiones endógenas, o creando artificialmente otras nuevas.

   "Atomizar" la soberanía territorial en entidades estatales débiles e interdependientes es la condición esencial para que los EEUU y las grandes compañías puedan llevar a cabo una integración coherente con el proceso de mundialización -precisamente según los principios de la interdependencia económica -de todo el subcontinente, o bien un control total de este.
   Por tanto, obstaculizar todo posible ensamblaje entre los actores regionales que pueda ser susceptible de tener consecuencias políticas propedéuticas para la constitución de un probable espacio geopolíticamente cohesionado, o de algún modo económicamente autosuficiente, en tal marco, resulta para los defensores (y controladores) del "libre mercado" un imperativo esencial; este imperativo determinará, muy probablemente, la estrategia que Washington tendrá que adoptar en los próximos años, con el fin de mantener sus propias prerrogativas sobre lo que era su antiguo "patio trasero".

   Por otro lado, tenemos, en cambio, el constante tejido de acuerdos y relaciones entre los diversos Países sudamericanos, principalmente entre Argentina y Brasil, entre Venezuela y Bolivia, entre Venezuela y Brasil, para la constitución de oportunas redes regionales dirigidas a liberar todo el subcontinente de la tutela (económica y militar) estadounidense. Para algunos analistas y hombres políticos de la América meridional, entre quienes se encuentran los brasileños Samuel Pinheiro Guimarães (11) y Luiz Moniz Bandeira (12), y los argentinos Alberto Buela y Félix Peña, este tipo de integración regional (Mercosur, ALBA, Comunidad andina, etc.) - que los partidarios del neoliberalismo llaman "bloques regionales" para evidenciar su función negativa con respecto a los procesos de mundialización (13) -podría constituir uno de los puntos de partida para la unificación monetaria y geopolítica de todo el subcontinente americano. En este sentido, recordemos que, a partir de octubre de 2008, Brasil y Argentina adoptarán, para sus intercambios, el Sistema de Pago en Moneda Local (SML) en lugar del dólar estadounidense. La adopción del SML es un primer paso hacia la integración monetaria de toda la región sudamericana.
   Por tanto, parece que el principio de interdependencia económica -elemento esencial del proceso de mundialización -está siendo sustituido por el de complementariedad.
   La tensión que genera la contraposición entre la constitución de un espacio meridional económica (y coherentemente) unificado y la comprensible resistencia de los EEUU determinará, con toda verosimilitud, el futuro geopolítico de todo el hemisferio occidental.
   Observemos que algunos analistas estadounidenses, muy conscientes del declive de su País, como por ejemplo Robert A. Pastor, consideran que para superar el actual momento crítico, Washington debe asumir "un enfoque continental (a continental approach)" con una North American Community, que debería incluir a Canadá, los Estados Unidos y Méjico (14).


   Hemisferio oriental: el caso de Eurasia

   En el caso de Eurasia la cuestión es un poco más compleja. Aquí intervienen, de hecho, algunos factores geoestratégicos importantes que condicionan, a partir del hundimiento de la Unión Soviética, las praxis geopolíticas y geoeconómicas de los EEUU y de algunos lobbies interesados en los inmensos recursos de la masa eurasiática. Desde un punto de vista geoestratégico, observemos, sintéticamente, que Washington está obligado a:

    - mantener la parte occidental de Eurasia (la Europa propiamente dicha) como cabeza de puente para controlar a Rusia y Oriente Próximo;
    - perturbar algunas áreas asiáticas, principalmente la zona caucásica y el arco del Himalaya con la finalidad de condicionar a Moscú y Nueva Delhi y llevar a término el proyecto del "Gran Oriente Medio";
    - tratar de fragmentar el territorio de la República Popular China en al menos cuatro áreas: Tíbet, Xinjiang, Mongolia interior y China centro-oriental;
    - mantener, finalmente, a Japón (la parte oriental de la masa eurasiática), como cabeza de puente especular a Europa, para controlar a Rusia y China, los dos pulmones de Eurasia.

   Tal situación parece, a medio y largo plazo, insostenible para Washington. El amplio espectro de actividades destinadas a sostener su expansionismo debe, de hecho, saldar cuentas con la evidente crisis económica-financiera que aflige, actualmente, su estado de salud interna. Además, la ex hiperpotencia debe tomar nota de la gestación de un sistema multipolar articulado sobre grandes espacios continentales, que afectan tanto al Norte como al Sur del planeta: un espacio muy diferenciado, pero, por oportunidades políticas, económicas y de seguridad colectiva, bastante cohesionado, representado, en el hemisferio septentrional, por los acuerdos ruso-chino-indios y otro, en ciertos aspectos más homogéneo, en el hemisferio meridional, constituido por las nuevas relaciones entre Argentina y Brasil.

   En el pasado reciente, según Jacques Sapir, « un punto central de la estrategia hegemónica de los Estados unidos después de 1991 era la conjugación de una política de debilitamiento de Rusia para que esta no pudiera jamás volver a ser el competidor global que fue la URSS, con una integración de este país en los marcos de la política americana. La apuesta política del debilitamiento era evidente. En cuanto a la integración, debía prevenir toda posible alianza de Rusia y China, con el riesgo para los Estados Unidos de ver las capacidades técnicas en el dominio militar de la primera asociarse al dinamismo económico previsible de la segunda» (15).

   Atrapado entre las necesidades de orden geoestratégico, como pesada herencia de su "momento unipolar" (16), y los imperativos impuestos por los procesos de mundialización de los mercados, Washington debe revisar profundamente su propia función de potencia global. Recientemente, Condoleeza Rice, en su ensayo publicado en Foreign Affairs, la revista de estudios internacionales del Council on Foreign Relations, parece haber registrado implícitamente la actual debilidad de Washington, sosteniendo, con sentido realista (pese a la retórica "misionera" y "civilizadora" que recorre su escrito), que los EEUU deben tener "aliados permanentes" (permanent allies) (17).

   Por cuanto respecta a Europa, la potencia norteamericana, en acuerdo con su socio especial (special partner), Gran Bretaña, en un breve arco temporal, ha logrado llevar hacia sus posiciones no sólo a los gobiernos de la parte oriental (Países Bálticos, Ucrania, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Hungría y Rumania), es decir, la Nueva Europa, según la acepción del ex ministro de Defensa estadounidense, Rumsfeld, sino sobre todo a Francia y Alemania. La Unión Europea, controlada por los tandem de los atlanticist modernizers Merkel-Steinmeier, Sarkozy-Kouchner y Brown-Milliband, en realidad, no es "europea", sino "atlántica". Esta Europa, confeccionada por las cancillerías de Londres, París, Berlín y Washington, lejos de reforzar el carácter unitario político del propio espacio, parece cada vez más inclinada a deshacerse a lo largo de tres líneas de fractura principales: Europa continental (Alemania y Francia), la Nueva Europa (Europa oriental), y la Unión euromediterránea. En relación a los procesos de mundialización, la integración euromediterránea de los atlanticist Sarkozy y Merkel, en lugar de constituir un "bloque regional" mediterráneo (18), tiene la finalidad de despolitizar a las clases dirigentes de los Países árabes, cooptándolas en los mecanismos del mercado y de la finanza mundiales, aumentando así el grado de interdependencia económica de estos países con la economía mundial y, sobre todo, de impedir a la Turquía de Erdogan -interesada en intensificar las relaciones con Moscú y Teherán (19) - que evolucione como un autónomo e importante agente de decisiones en el Mediterráneo y en Oriente Próximo y Medio (20). Esta nueva Europa "tripartita" (y, por tanto, todavía más débil) entra en la actual estrategia transatlántica estadounidense que, destinada a limitar los daños de la Administración Bush en el área medioriental, necesita refortalecer sus relaciones con Europa como "socio político", pero, al mismo tiempo, no puede correr el riesgo de que este socio sea, incluso sólo en potencia, mínimamente independiente. Una Europa débilmente transatlántica podría, de hecho, repensar su propia función fuera del contexto "occidental" americanocéntrico, acercándose a Rusia e intensificando sus relaciones con China e India - sobre bases de complementariedad y no de interdependencia económica -y, por cuanto se refiere al hemisferio occidental, con los Países del Mercosur.

   En referencia a las "zonas de crisis" (área transcaucásica, Oriente próximo y Oriente medio y el arco del Himalaya), los procesos de mundialización proceden a través de una bien ideada estrategia de perturbación, destinada a debilitarlas ulteriormente en el plano político y social (Afganistán, Irak, Pakistán, Myanmar), y de préstamos "excepcionales" a las organizaciones y/o entidades estatales que parece que se ponen en marcha hacia la construcción de sociedades democráticas (21) y aceptan, por tanto, las reglas del libre mercado (véase el caso de Georgia, Azerbaiyán y Uzbekistán).

   Con respecto al espacio chino-indio, el proceso de mundialización no parece que se desarrolle según lo que habían previsto los análisis macroeconómicos y financieros. Las decisiones en materia económica de los gobiernos de Pekín y Nueva Delhi, aunque diferentes, de hecho, parece que prefiguran, en los próximos años, la creación de un sistema integrado de las economías de los dos colosos asiáticos, a partir de las inversiones chinas para el desarrollo de las infraestructuras indias, y por el apoyo indio al sector chino de los servicios y de la información, necesitado de las tecnologías informáticas para desarrollar ulteriormente el orden económico nacional. En sustancia, parece prefigurarse un auténtico "bloque regional". Se prevé que, al cabo de dos o tres años, los intercambios comerciales entre los dos países alcancen el umbral de los cincuenta mil millones de dólares. Además, es preciso considerar que las necesidades energéticas de los dos Países asiáticos -China e India importan del exterior, respectivamente, el 70% y el 40% del petróleo que consumen -imponen a sus gobiernos políticas eurasiáticas, es decir, el establecimiento de fuertes acuerdos económicos con Rusia e Irán (socios complementarios), y "sudamericanos" (acuerdos con Brasil y Venezuela): todos ellos socios a los que Washington no parece querer en exceso. El reciente choque (julio de 2008) entre EEUU, China e India, acaecido en el ámbito de las negociaciones sobre el comercio global referente a los productos agrícolas, parece que responde a ese contexto más general. En tal contexto podría caber también la reunión del Big Five (Brasil, India, China, Méjico y Sudáfrica), que tuvo lugar en Sapporo, en paralelo a la cumbre del G8 (Hokkaido, 7-9 julio de 2008).

   Además, los acuerdos chino-indios podrían favorecer una nueva relación entre Pekín y Tokio. Los dos antagonistas históricos, de hecho, en el contexto de una integración económica comercial de toda la región oriental de Asia, podrían encontrar puntos de conveniencia política para la estructuración de un sistema multipolar. También en este caso el principio de la interdependencia económica sería sustituido por el de la complementariedad. Si eso llegase a suceder, el declive de los EEUU como potencia global sería imparable y veloz.

   Para tal potencial amenaza, los EEUU, en este momento particular de crisis económico-financiera y de crecimiento de China e India, necesitan revisar profundamente su posición también con Japón, de modo especular a su política transatlántica con Europa, ya sea por obvios motivos estratégicos, o por motivaciones vinculadas a su expansionismo económico. Brzezinski, considerando que las nuevas realidades políticas globales parecen indicar el declive de "Occidente", considera que la "Comunidad atlántica tiene que mostrarse abierta a una mayor participación por parte de los países no europeos" (22). El ex consejero de Carter prevé una función de Japón (y también de Corea del Sur) en el ámbito de la OTAN, con el fin de que Tokio esté aún más ligado a los intereses nacionales de los EEUU.

   Conclusiones

   De todo lo que hemos considerado brevemente más arriba se deduce que el fenómeno de la regionalización de los mercados en los dos hemisferios del Planeta, hasta hace no mucho tiempo estrictamente coherente con el proceso de mundialización y, sobre todo, orgánico a las doctrinas geopolíticas de dominio mundial que perseguían los EEUU en las últimas décadas, parece que se desarrolla cada vez más en un sentido grancontinental y, por tanto, contribuye, a medio plazo, a la integración geopolítica de grandes espacios autosuficientes. El principio mundializador y mundialista de la interdependencia económica a escala planetaria parece, además, que es sustituido por el de complementariedad, como nueva base para integrar, a escala continental, las diversas economías en el respeto de las especificidades y de las tradiciones culturales de las poblaciones del Planeta.
   Por tanto, el siglo XXI estará marcado, en el plano geoeconómico, por la tensión que se instaurará entre los procesos de mundialización y los procesos orientados a la construcción de grandes espacios continentales, económicamente complementarios.

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1. Pierre Dallenne, Alain Nonjon (editores), L’espace mondial: fractures ou interdépendence? Un panorama géoéconomique, in L’espace mondial: fractures ou interdépendances?, Ellipses, Paris 2005, pp. 11-23.
2. Aymeric Chaupadre, François Thual, Dictionnaire de géopolitique, Ellipses, Paris 1999, pp.551-555.
3. Sobre las relaciones entre geopolítica y geoeconomía, nos remitimos a Pascal Lorot (editor), Introduction à la géoéconomie, Economica, Paris 1999.
4. Franco Cardini, Astrea e i Titani. Le lobbies americane alla conquista del mondo, Editori Laterza, Roma-Bari 2003. Sobre el papel de los lobbies, véase también John J. Mearsheimer, Stephen M. Walt, La Israel lobby e la politica estera americana, Mondadori, Milano 2007. (Hay versión española, El lobby israelí, Taurus, 2007)
5. A tal respecto recordamos que el proceso de remilitarización de la política estadounidense comienza durante la crisis financiera del bienio 1997-1998. A principios de 1997 se funda el think-tank necon PNAC (The Project for the New American Century). Los miembros de esta organización, que incluye a personajes influyentes como Donald Rumsfeld, envían, el 26 de enero de 1998, una carta al entonces presidente Clinton sobre la oportunidad de emprender acciones militares contra Irak; el informe Rumsfeld, referente a la amenaza de un ataque con misiles balísticos contra los Estados Unidos, es de julio de 1998 (http://www.fas.org/irp/threat/missile/rumsfeld/toc.htm).
6. Yves Bataille, Il futuro geopolitico della Serbia, en Y. Bataille, A. De Rienzo, S. Vernole, La lotta per il Kosovo, Edizioni all’insegna del Veltro, Parma 2007. Y. Bataille, "Rivoluzione arancione" in Ucraina, tentativi USA in Eurasia e Banana Chiquita, www.eurasia-rivista.org, 25 de enero de 2005.
7. Jacques Sapir, Le nouveau XXI siécle, Paris, 2008, p. 63-64.
8. Jacques Ténier, Intégrations régionales et mondialisation. Complémentarité ou contradiction, La Documentation française, Paris 2003.
9. Pierre Dallenne, Alain Nonjon, op. cit., p. 12.
10. Joseph Nye, Soft Power, Einaudi, Torino 2005.
11. Samuel Pinheiro Guimarães, Le sfide dell’integrazione sudamericana, www.eurasia-rivista.org, 8 julio de 2008.
12. Luiz Moniz Bandeira (entrevista a), Unasur: un sistema efficace per evitare la subordinazione dell’America del Sud, www.eurasia-rivista.org, 28 de mayo de 2008.
13. El proceso de integración de la América indiolatina es sostenido por China y Rusia, que, representando al "amigo lejano", son percibidas por los gobiernos de Caracas, Buenos Aires y Brasilia como mucho más fiables que los "vecinos" norteamericanos.
14. Robert A. Pastor, The Future of North America, Replacing a Bad Neighbour Policy, Foreign Affairs, July-August 2008, vol. 87, n. 4, p. 84-98.
15. Jacques Sapir, Le nouveau XXI siécle, Paris, 2008, p. 113.
16. Richard Hass, The Age on Nonpolarity. What Will Follow U.S. Dominance, Foreign Affairs, vol. 87, n. 3, May-June 2008, pp. 44-56
17. Condoleezza Rice, Rethinking the National Interest. American Realism for a New World, Foreign Affairs, July-August 2008, vol. 87, n. 4, p. 7.
18. En este sentido, es interesante leer lo que escribe el contralmirante Jean Dufourcq, hoy jefe de la Oficina de Investigación del Colegio de defensa de la OTAN en Roma, en Pour une solidarité stratégique euro-maghrébine, Géoéconomique, n. 42, été 2007, Choiseul, Paris 2007. El autor, pese a sostener que "le fait régional est un trésor de la planète à proteger au nom de la diversité génétique de celle-ci" (p.74), considera, sin embargo, que el porvenir común (la communauté de destin et d’interest euro-maghrébine) debe ser favorecido por "l’apparition d’une formule de laicité tolérant": en otras palabras, se evidencia la función hegemónica de la cultura occidental con respecto a la arabo-islámica y a la islámica.
19. Aldo Braccio, Russia e Turchia: aumenta la collaborazione, y, del mismo autor, Turchia e Iran: un laboratorio per l’intesa contro gli scenari di guerra, respectivamente en www.eurasia-rivista.org, 5 de junio de 2008 y 24 de julio de 2008.
20. La reciente crisis georgiana nuevamente ha llamado la atención de los observadores sobre la importancia de los Dardanelos. Véase Fabio Mini, Prove di battaglia oltre lo stretto dei Dardanelli, La Repubblica, 27 agosto 2008, p. 2.
21. Francis Fukuyama, State Building. Governance and World Order in the Twenty-First Century, Profile Books Ltd, Great Britain 2005.
22. Zbigniew Brzezinski, L’ultima chance, Salerno editrice, Roma 2008, p. 150.

 

EL IMPERIALISMO INTERNACIONAL DEL DINERO

EL IMPERIALISMO INTERNACIONAL DEL DINERO

Alberto BUELA

 

   La fabulosa y enorme crisis de la economía usamericana y su inusitada proyección mundial con la conmoción de todos los mercados de valores nos obliga a la siguiente meditación.

 

   Los hechos:

   A finales del 2008 la quiebra del banco de los hermanitos Lehmann, uno de los grupos financieros que fundara el Banco de la Reserva Federal de USA en 1913,  le costó al tesoro norteamericano 700.000 millones de dólares y otro tanto a los gobiernos europeos en el auxilio de sus bancos también afectados con la explosión de la burbuja financiera.

   Algunas sotovoces se dejaron oír en el sentido de averiguar hacia qué país fueron derivados parte de semejantes fondos financieros computados como pérdidas, pero nadie lo firmaba. El hecho que llamaba la atención es que de los Estados-nación modernos organizados al estilo occidental y con peso relativo en el orden internacional, el único que no tomó ninguna medida oficial de auxilio a sus bancos fue el Estado de Israel.

   El tema siguió en el más absoluto silencio, pero una vez más la fuerza de la realidad se impuso sobre el simulacro o el disimulo. Explotó el lunes 15 de diciembre, primero en los diarios de España (había perdido el Banco Santander 2.500 millones de dólares), el fraude por 50.000 mil millones de dólares realizado por Bernard L. Madoff, un judío norteamericano a quien le confiaron sus ahorros organizaciones judías y judíos enriquecidos como Steven Spielberg, Elie Wiesel, Robert Lappin, Julian Levitt, Fred Wilpon, Norman Braman, Erza Merkin, Carl Shapiro, Frank Lautenberg, Benbassat y &, y Reichmuth y &, entre tantos otros. Hoy se sabe, en Argentina lo denunció antes que nadie Eduardo Linares comentando en un estupendo artículo titulado Steven Spielberg y "The Madoff’s list" by Tim Roth, que "Tan solo Lehman Brothers y Berni Madoff, expatriaron, nunca mejor usado el término, 400 mil y 100 mil millones de dólares a bancos del Estado de Israel antes de declararse en bancarrota los primeros y ser apresado por fraude el segundo" ; ésta es la razón profunda de por qué el Estado de Israel fue el único estado de forma occidental que no se conmovió para nada por la gran crisis financiera newyorkina.

 

   La teoría:

   El imperialismo ha sido caracterizado por el marxismo desde que Lenín escribió sobre el tema en 1916 en su folleto El imperialismo la fase superior del capitalismo, donde afirma en el prólogo para franceses y alemanes: "En esta obra hemos probado que la guerra 1914-1918 ha sido, de ambos lados beligerantes, una guerra imperialista (esto es, una guerra de conquista, de bandidaje y de robo), una guerra por el reparto del mundo. Me he apoyado precisamente en estos datos generales irrefutables al describir el reparto del mundo en 1876 y en 1914 (§ VI) y el reparto de los ferrocarriles en todo el globo en 1890 y en 1913 (§ VII)... Este "botín" se reparte entre dos o tres potencias rapaces de poderío mundial, armadas hasta los dientes (Estados Unidos, Inglaterra, Japón) que, por el reparto de su botín, arrastran a su guerra a todo el mundo". Y termina en el último párrafo afirmando: "La época del capitalismo moderno nos muestra que entre los grupos capitalistas se están estableciendo determinadas relaciones sobre la base del reparto territorial del mundo".

   Y es a partir de Lenín que para el marxismo-leninismo el imperialismo se limita a la dupla Estados Unidos-Inglaterra. No hay en el marxismo, en general, ni una sola palabra acerca del "imperialismo internacional del dinero". Claro está, ello habría significado poner en contradicción su propia revolución bolchevique que, como es sabido, fue financiada por el imperialismo internacional del dinero de las bancas judeo-usamericanas como la Warburg, Khun, Loeb y Cía, la Jacobo Schiff, etc. Ello lo corrobora el mismísimo León Trotsky, apellidado Bronstein, quien criticó la exagerada y desproporcionada intervención y preponderancia de los hebreos en la revolución y el partido bolchevique.

 

   Origen del concepto:

   Quien habla por primera vez del imperialismo internacional del dinero fue el papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno en 1939 quien afirma tajantemente: "Por lo que atañe a las naciones en sus relaciones mutuas, de una misma fuente manan dos ríos diversos: por un lado, el nacionalismo o imperialismo económico (el mundo liberal); y del otro, el no menos funesto y execrable internacionalismo o imperialismo internacional del dinero (la finanza apátrida) para el cual, donde está el bien, allí su patria (ubi bene, ibi patria est)" (1). Esta clara distinción ubica a la sana doctrina social católica como término medio entre dos extremos opuestos: capitalismo y marxismo; liberalismo y socialismo; nacionalismo e internacionalismo.

   En nuestros días se debe a ese buen pensador nacional Santiago Alonso el rescate de este tema tan actual, quien en el anexo del libro de Alan Jones "Cómo funciona el mundo" presenta su excelente trabajo "El imperialismo internacional del dinero".  Y así afirma: "Llama la atención que se haya extendido un manto de silencio o del olvido respecto de las enseñanzas sobre el imperialismo internacional del dinero, así como la poca o ninguna apelación que se hace de ella... tantas omisiones, olvidos e ignorancia nos hace sospechar de la existencia de alguna voluntad oculta que obstinadamente ignora o no quiere saber o no desea que se difunda sobre la importancia ni el rol específico que tiene el citado imperialismo en el destino de los pueblos" (2).

 

   En el orden político

   Este imperialismo internacional del dinero tuvo su mejor caracterización politológica en la idea de sinarquía lanzada y utilizada por el General Perón allá por los años setenta. El término sinarquía es una palabra griega compuesta por el prefijo "syn" que significa con, lo que da idea de convergencia y "arjé" que significa principio. El sentido etimológico menta la convergencia de profunda de principios de poder, en apariencia contrapuesto, que gobiernan el mundo (3).

   Con motivo de la entrevista que le realizara el coronel Cornicielli, como enviado del General Lanusse, en España a Perón éste respondió sobre el tema afirmando: "El problema es liberar al país para seguir libres. Es decir, que nosotros debemos enfrentar a la sinarquía internacional manejada desde las Naciones Unidas, donde están el comunismo, el capitalismo, la masonería, el judaísmo y la Iglesia Católica - que también cuando la pagan entra-. Todas estas fuerzas que tienen miles de colaterales en todo el mundo son las que empiezan a actuar" (diario La Razón, 4/7/72).

   En su momento esta idea de sinarquía dio mucha tela para cortar. La izquierda marxista a través de sus múltiples voceros siempre la catalogó como una idea trasnochada de Perón, quien en el atardecer de su vida comenzaba a divagar. El mundo liberal la cuestionó como una versión más de la idea del complot político, típica del mundo militar de donde provenía Perón. La Iglesia católica hizo mutis por el foro sabiendo que cualquier cuestionamiento del peronismo la ponía contra la gran masa del pueblo argentino. Y lo más grave, que dentro del universo peronista no fue tomada seriamente en cuenta. Se bastardeó su uso y se abusó de un concepto político poco desarrollado. Esto último lo hace notar el historiador norteamericano, especialista en peronismo,  Joseph Page quien afirma: "El tema está tratado con humor en la revista Cuestionario. Existe una descripción aparentemente seria de la sinarquía en A. Buela" (4).

 

   No podemos olvidar acá que quien trabajó con mayor asiduidad el tema desde el orden intelectual fue nuestro maestro José Luís Torres (1901-1965), el fiscal de la década infame, y en ese sentido tenemos que recordar su extraordinario trabajo "Nos acechan desde Bolivia" (1952) donde denuncia, según sus palabras, las andanzas y mutaciones de los "cuervos de las finanzas internacionales" y la intervención de la ONU, como organismo clave de dominación mundial, para invalidar las elecciones del 6 de mayo de 1951 que otorgaron en Bolivia el triunfo al Movimiento Nacionalista Revolucionario de Paz Estensoro.

   Es interesante notar cómo en Iberoamérica, luego del triunfo de la revolución cubana, el marxismo se apodera del monopolio del antiimperialismo al menos en su aspecto mediático y propagandístico, mientras que el nacionalismo popular se refugia más bien en la batalla por la restauración cultural de nuestros pueblos. Triunfa así la versión marxista del imperialismo como etapa superior del capitalismo, la del imperialismo como una categoría universal plasmado en una sola nación: los Estados Unidos. Se abandona, entonces, la idea del nacionalismo hispanoamericano del imperialismo como un "internacionalismo situado"; el imperialismo con pelos y señales, donde, si bien existe una primacía indudable de la banca judía, convergen regímenes comunistas, liberales y dictatoriales.

   Esta primacía del marxismo sobre el nacionalismo hispanoamericano se da incluso a pesar que este último se adelantó en el tiempo con las denuncias pormenorizadas que realizaron Torres y tantos otros autores, y a pesar de la firme, decidida y clara definición de Perón del imperialismo como sinarquía. A pesar de todo, ello el peronismo o mejor aun los peronistas vergonzantes que hacen de ideólogos, buscan en el movimiento radical de Forja el semental ideológico del peronismo. Olvidando o peor aun desconociendo, o tergiversando, la verdad indudable que el peronismo como nacionalismo antiimperialista de carácter hispanoamericano tiene su fuente en la profundidad de dicho nacionalismo.

   Y así, y esto es significativo a tener en cuenta, mientras el nacionalismo europeo se identifica con la idea de Estado-nación, el nacionalismo popular hispanoamericano tiende a identificarse con la idea de nación-pueblo., identificación que obedece a una doble exigencia histórica: a) a la integración étnica y cultural en la formación de nuestra identidad a través del mestizaje y b) el carácter revolucionario de nuestros propios pueblos expresado en la movilidad social y política que se da en Iberoamérica, a diferencia de Europa (5).

 

   Algunas conclusiones

   Hoy asistimos luego de la debacle financiera internacional a una avalancha inconmensurable de artículos y libros, publicaciones y vídeos de todo tipo, pelo y señal que nos quieren explicar qué es lo que sucede en el mundo. De esta avalancha se destacan como es natural y habitual los intelectuales de la izquierda progresista como Noam Chomsky, James Petras, Samir Amin, Antonio Negri, Slavoj Zizek et alii, quienes se desgañitan denunciado las mil tropelías del imperialismo usamericano pero sin decir no pío acerca de quiénes son los gerentes responsables, ciertos y reales, de tamaño desastre financiero internacional. En una palabra, por los prejuicios de su formación marxista denuncian al imperialismo "sobre la base del reparto territorial del mundo"  según afirmaba Lenín, pero no al "imperialismo internacional del dinero" que es la causa última de la gigantesca estafa internacional a todos los pueblos de la tierra, salvo a uno. Es extraordinario ver y leer las mil y una explicaciones que nos brindan estos esforzados teóricos de lo políticamente correcto a quienes se les puede aplicar el viejo verso criollo: Qué gente que sabe cosas, la gente de este albardón. Qué gente que sabe cosas, pero cosas que no son.

 

   Si alguna enseñanza puede dejar semejante descalabro financiero y económico internacional es que la economía es algo demasiado serio para dejarla en manos de economistas y especuladores y que a los dueños del mundo, a aquellos que manejan los piolines detrás de los batidores, les importan un bledo los pueblos y sus padecimientos, salvo uno.

   Un obrero metalúrgico como Lula, que no es un genio pero que prefiere antes que nada a su Brasil natal, lo acaba de denunciar en términos simples ante la presencia del premier inglés Brown: "La descomunal crisis actual fue causada por comportamientos irracionales de gente blanca de ojos azules, que antes parecía saber todo y ahora demostró no saber nada. No es responsabilidad de ningún negro, indio o pobre" (diario La Nación 27/3/09).

 


 (1) Pío XI: Encíclica Quadragesimo anno, parágrafo 110

 (2) Alonso, Santiago: en Cómo funciona realmente el mundo, de Alan Jones, Buenos Aires, Ed. Segunda Independencia, 2004, pp.330 y 331

 (3) Cfr. Buela, Alberto: La sinarquía y lo nacional, Buenos Aires, Ed. Marcos, 1983

 (4) Page, Joseph: Perón( segunda parte), Buenos Aires, Ed. Javier Vergara, 1984, p. 327

 (5) Quien más en profundidad ha trabajado esta idea en América ha sido uno de los padres de la sociología indiana: don Julio Ycaza Tigerino en su libro "Perfil político y cultural de Hispanoamérica", Madrid, Ed. Cultura Hispánica, 1971.

LA PREFERENCIA DE NOSOTROS MISMOS

LA PREFERENCIA DE NOSOTROS MISMOS

Alberto BUELA

 

   En un artículo memorable El conflicto dólar-oro y la revolución mundial (1966) el cura Meinvielle, quien tuvo la rara capacidad de distinguir las apariencias de la realidad sostuvo que: "Es el caso actual del dólar como moneda internacional (en esa época ya, de facto, sin respaldo en el oro) que no hace sino absorber la riqueza de los países, sobre todo los menos desarrollados". Poco tiempo después su premonición se cumplió pues en agosto de 1971 el presidente Nixon anuló la convertibilidad dólar-oro a 35 dólares la onza troy tal como lo habían fijado los acuerdos de Bretón Woods en 1944 y comenzó a instalarse "la burbuja financiera y el dinero casino" que denunciara hace ya once años el economista chivilcochino Miguel Angel Gago en el número 13 de la revista Disenso de 1997. Burbuja que estalló hace un mes con un costo tan millonario en dólares, que se hace impensable para una cabeza común. El quiebre de la banca de los "hermanitos Lehman" fue el disparador.  

 

   Pero... ya salieron los tontos de capirote, stultorum infinitus numerus est, a perorar acerca de cómo salir del entuerto. Los gobiernos más serios han propuesto un blindaje a sus empresas e industrias, (Francia y Alemania) otros menos, un mayor control de sus bancos y financias, (Inglaterra y España) mientras que, los poco serios, manotean los ahorros privados y todo lo que les quede a mano. Ahora bien, el asunto fundamental, la causa de toda esta crisis mundial del capitalismo casino ya fue denunciada por el general De Gaulle en una famosa conferencia del 4 de octubre de 1965 donde sostuvo que el drenaje de oro de los Estados Unidos iba a terminar con el sistema monetario internacional y el predominio financiero mundial del dólar.

   El problema consistía, como muy acertadamente lo relata Meinvielle, en si una economía como la usamericana con un fuerte aparato productor, pero con reservas en oro que se debilitan en forma constante, puede predominar sobre una economía como la europea con un fuerte respaldo en oro pero no con tan fuerte aparato productor. De hecho ha primado, las pruebas están a la vista, la impresionante capacidad productiva sobre la financiera. Lo que ha ocurrido ahora en el interior del mercado usamericano es que la formidable capacidad tecnológica, produjo más de lo que se puede adquirir, primó sobre el poder financiero que se vio obligado a prestar aun en condiciones de "no devolución" para mantener el consumo y los intereses mayúsculos que sobre "el consumo inducido" percibía.

    Pero... los tontos, siempre los tontos ya salieron a perorar. Así el ingenuo de Obama propone como solución que los financistas de Wall Street, los padres de este gran zafarrancho, ganen menos, que resignen a sus voluminosas ganancias. O nuestro telúrico Daniel Larriqueta en La Nación diario, se suma al mensaje de un ideólogo del mundialismo como lo es Jacques Attali, que nos propone un Gobierno Mundial, pues afirma: "Tenemos finanzas mundiales pero sin un Estado de derecho mundial".  Es cierto que esta crisis extraordinaria del sistema económico-financiero internacional está demostrando que existe una insuficiencia de respuestas políticas y una incapacidad de los agentes políticos para resolverla. Pero de allí a proponer la creación de un Estado Mundial es un verdadero despropósito. El mundo siempre va a ser más grande que los Estados Unidos y sus intereses, afirmaba hace ya muchos años Carl Schmitt. Lo que puede llegar a dejarnos esta fenomenal crisis es la enseñanza de que el mundo no es un universo sino mas bien un pluriverso. Es decir, que existen muchas y variadas versiones y visiones de lo que sea el mundo.

 

   Hoy, específicamente, Suramérica ya tendría que estar trabajando sobre una moneda única, al menos para Brasil y Argentina con un respaldo sobre sus commodities, y así lograr una moneda fuerte y respetada en el mundo. En el funcionamiento efectivo del Banco del Sur, dejando de lado la parodia brasileña de un "banquito" y crear un "banco fuerte" como propone Venezuela. En la protección de sus industrias estratégicas y sus fuentes de recursos históricos. En la construcción de un mercado interno regional de carácter autocentrado con la estimulación del consumo de sus propios productos. El lema sería el del viejo economista Aldo Ferrer de: Vivir con lo nuestro.

    Y por qué Suramérica y no Argentina sola: porque no alcanza nuestro volumen de negocios (nuestro PBI anual es de sólo 300.000 millones de dólares, o sea, menos de la mitad de lo que dispuso Estados Unidos para auxiliar a los "hermanitos Lehman y Cía."). Porque solos no tenemos ningún peso en el mercado financiero internacional. Porque, en definitiva, carecemos de agentes políticos y económicos que privilegien lo nuestro y defiendan nuestro dinero y nuestras cosas. (Tenemos 260.000 millones de dólares de particulares depositados en el exterior). La única posibilidad de existencia de una burguesía nacional la teníamos en los contratistas del campo, que con seguridad son el único sector de la economía que no lleva sus ahorros afuera, pero, para no ser menos, la castigamos con medio año de incomprensión y medidas desatinadas. Hoy las burguesías de Brasil, Israel y España están más preocupadas por nuestro destino (y sus intereses acá) que nosotros mismos.

   En medio de esta catástrofe internacional vivimos en un limbo interior de problemas caseros y de cabotaje sin lograr la toma de ninguna medida apropiada a las circunstancias desgraciadas que padecemos y que están licuando todos los días nuestros ahorros. Como gran genialidad le preguntamos qué hacer a economistas como Mario Blejer quien primero es ciudadano israelí, luego norteamericano y finalmente argentino.

   Política y culturalmente hemos abandonado el principio de existencia que es "la sana preferencia de nosotros mismos y de nuestros intereses primarios".

EL EXPOLIO DE PALESTINA Y LA ELECCIÓN MORAL

EL EXPOLIO DE PALESTINA Y LA ELECCIÓN MORAL

Jorge ÁLVAREZ

"Nadie será arbitrariamente privado de su propiedad".
Artículo 17.2. de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

 

   En el primer tercio del siglo XVII los indios de la costa Este de Norteamérica se encontraron con la sorprendente aparición de unos extraños individuos de tez pálida y pobladas barbas que vestían estrafalarios ropajes, manejaban extraños artefactos y hablaban una lengua incomprensible. Habían llegado en gigantescas canoas con sus igualmente extravagantes esposas e hijos. Estas exiguas comunidades de colonos británicos padecieron severísimas privaciones durante los primeros inviernos en las costas de Nueva Inglaterra y de Virginia. Muchos de ellos fallecieron de hambre y de frío y los primeros asentamientos anglosajones en América estuvieron al borde del fracaso. La actitud amistosa de los indios hacia los recién llegados resultó providencial para la subsistencia a la larga de las colonias.

   Pero según nuevas familias de colonos iban llegando, los asentamientos se expandían hacia el interior, hacia las tierras de caza de los indios. Para cuando éstos quisieron reaccionar, ya era demasiado tarde. En sucesivas guerras contra ellos, los colonos anglosajones los fueron exterminando sin piedad y ampliando la frontera hacia el Oeste. Los indios del interior acabaron corriendo la misma suerte que los del Este. Al igual que a los pequots y a los hurones de Nueva Inglaterra y a los wampanoag de Virginia, ya en el siglo XIX les tocó el turno a los sioux, cheyennes, apaches... En sus desiguales enfrentamientos con los hombres blancos aprendieron que la principal amenaza para su libertad no eran tanto los soldados de azul como las aparentemente inofensivas familias de colonos que se instalaban en sus territorios de caza. A fin de cuentas, los primeros sólo llegaban para proteger a los segundos. Nadie ha podido discutir jamás el derecho de los indios a destruir los ranchos y explotaciones de los intrusos. Sin embargo, la superioridad numérica y tecnológica de los colonizadores selló su suerte. La inmensa mayoría fueron exterminados. Los que sobrevivieron fueron encerrados en reservas, auténticos guetos en páramos estériles en los que morían víctimas de las carencias y de la tristeza que asolaba sus corazones de cazadores libres.

 

   Palestina, a principios del siglo XX era uno más de los territorios controlados por el decadente Imperio Otomano. Una inmensa mayoría de musulmanes convivía en paz desde hacía siglos con cristianos, drusos y con los escasísimos judíos ortodoxos que habían permanecido en Palestina y que concentrados en la ciudad de Jerusalén vivían absortos en el estudio del Talmud y la Torá y dedicados a una modestísima vida contemplativa y carente de ambiciones materiales.

   Pero a finales del siglo XIX otro tipo de judíos comenzó a instalarse entre los palestinos. A diferencia de los judíos piadosos que llevaban siglos en Palestina, estos recién llegados no aspiraban a la vida ascética. Codiciaban el territorio que según ellos, Yahvé les había otorgado en exclusividad. Se trataba de los primeros colonos sionistas, financiados por millonarios judíos como el barón de Rothschild o el barón de Hirsch. La propaganda sionista de aquellos tiempos difundió entre la opinión pública del mundo occidental, a fin de allanar obstáculos morales a sus objetivos, la mentirosa consigna de: "Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra". Sin embargo, la realidad era muy diferente y los sionistas lo sabían. En la "tierra sin pueblo" habitaban a principios del siglo XX casi medio millón de árabes, la mayoría musulmanes.

   Al principio, los árabes de Palestina, totalmente desprevenidos, acogieron a los primeros colonos judíos con simpatía, en el peor de los casos con indiferencia y casi nunca con hostilidad. Al igual que los incautos indios de América, desconocían las verdaderas intenciones de los recién llegados. En el cambio de siglo había ya unos 40.000 colonos sionistas. Veinte años después, hacia principios de la década de los años veinte, había ya cerca de 90.000. Y en 1931 ya pasaban de los 130.000. Entonces, los árabes palestinos empezaron a pensar que tal vez estaban a punto de padecer un destino similar al de los indios de Norteamérica... pero ya era tarde. No sólo no pudieron impedir la llegada de nuevos intrusos. Con el final de la Segunda Guerra Mundial cerca de medio de millón de judíos europeos sobrevivientes de las persecuciones fueron enviados a Palestina después de que ninguna nación occidental, incluidos los Estados Unidos, aceptara hacerse cargo de ellos. Los británicos, mandatarios de Palestina no veían con buenos ojos esta medida, pues eran conscientes de que soliviantaría a las masas árabes de todo Oriente Próximo. Pero las presiones del presidente Truman, que se hallaba en plena carrera electoral y necesitaba el dinero y el voto del lobby judío americano, sellaron la suerte de los palestinos. Truman ganó a su rival republicano Thomas Dewey contra todo pronóstico las elecciones de 1948 y los palestinos perdieron para siempre el derecho a vivir en los hogares de sus antepasados. Con la puesta en marcha por la directiva sionista liderada por Ben Gurion del Plan Dalet, entre Abril de 1947 y finales de 1948, cerca de ochocientos mil palestinos fueron brutalmente expulsados de sus hogares y de sus tierras. En la guerra de agresión de 1967 otro millón más de palestinos fue de nuevo expulsado. Actualmente existen unos ocho millones de palestinos. Más de cuatro millones de ellos son refugiados, es decir, expulsados o descendientes de los que fueron expulsados de sus casas y de sus propiedades. En la práctica, Gaza, con su millón y medio de seres humanos hacinados en condiciones de pobreza extrema es una mezcla siniestra de campo de refugiados... y de reserva india.

 

   No cabe duda de que tanta injusticia no habrá de quedar impune. Los indios que sobrevivieron al exterminio se dejaron morir de pena. Los palestinos, en cambio, siguen luchando y siguen teniendo hijos que también continúan luchando en el lugar de los que son abatidos.

   La elección moral no es difícil. Aunque sigue habiendo mucha gente que prefiere apoyar a los expoliadores antes que a los expoliados. Allá cada cual con su conciencia.

LA BANCA, O DE CÓMO LA DEUDA DE MUCHOS Y LA RIQUEZA DE ALGUNOS SE RETROALIMENTAN

 Recibimos este vídeo por gentileza de Miguel Pons. El documental ilustra sobre lo que pasa y nos pasa con el dinero y el hecho de que, desde los gobiernos a los niños estamos todos endeudados siempre. Economía, finanzas y política monetaria en lenguaje comprensible y, sobre todo, con sentido común.

SOBRE LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

SOBRE LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

Carlos A. PEREYRA MELE

 

"En épocas de mentiras, contar con la verdad se convierte en un acto revolucionario".  George Orwell

  

   Debemos destacar que el vencedor de las elecciones presidenciales del 4 de Noviembre pasado, el Senador Barack Obama, obtuvo un amplio margen en el colegio electoral, con un porcentaje de voto popular mayor que cualquier otro demócrata desde 1964, con la elección de Lyndon Johnson., 62,3 millones de votos para Obama, en comparación con los 55,2 millones que obtuvo McCain. Se estima que la cantidad de votantes en total llegó al 64%, la mayor en un siglo.

Obama derrotó a McCain: 52% a 46%

 

   Con ello aumento significativamente el control Demócrata sobre la Cámara de Representantes y además es seguro que por negociaciones, también pueda tener mayoría en la Cámara de Senadores. Este presidente electo (el primero mestizo en la historia de USA), hasta ahora ha manejado con gran habilidad la retórica y los temas que más preocupaban al ciudadano de a pie, recordemos fuertemente golpeado por una crisis sin presentes en sus bolsillos, por lo cual el Estado Norteamericano tubo que recurrir a medidas extremas para intentar estabilizar la situación, pero que de sus graves consecuencias aun estamos lejanos de salir, tanto para USA como para el resto del mundo.

 

   Además de la crisis financiera terminal que azoto a USA, Obama tubo la ventaja de que una parte importante de la población norteamericana se encuentra enemistada con el esfuerzo de guerra y con la peor administración republicana que encabeza el Sr. Bush (h). Con todo estos antecedentes el triunfo del demócrata sobre el republicano muestra una sociedad dividida casi en 50%, dato no menor a tener en cuenta; para cuando termine la luna del miel que siempre se les concede a los recién elegidos por un termino aproximado de 6 meses de gestión y entonces aparece la real politik, (pasado ese tiempo, prensa, opinión publica y los poderes reales inician su accionar obligando al político a negociar sus desiciones). Pero primero esta lo domestico: la conformación de un gabinete que siempre deja heridos que se creían números puestos para ocupar ciertos cargos por haber apoyado en la campaña, y que por negociaciones que siempre ocurren los envían a sus casas antes de asumir.

 

   Pero un país que tomo hace años la decisión de ser el hegom mundial, es en el ámbito internacional en donde se le presentan las mayores dificultades, ya que los Estados Unidos que se encontrará el Presidente Obama serán muy distints del que soñaron los gestores de la idea de que el Siglo XXI sería el de la "Centuria Americana", ya no es el EE.UU. vencedor de la II Guerra Mundial con el 50% del PBI mundial, la industria lanzada a full, sólida economía y con una fuerte presencia mundial sin cuestionamiento. Ya ni siquiera es la de Clinton con una economía estable y de plena ocupación. Hoy Estados Unidos representa el 35% del PBI mundial y esos datos son anteriores a la Crisis Financiera, con una fuerte recesión y aumento de la desocupación (que le llevara mucho tiempo y esfuerzo a la nueva administración poner en orden), pero  donde su impronta de republica imperial tendrá grandes desafíos será en su política exterior que fue hasta la crisis financiera el mayor deterioro de la imagen de Bush.

 

 Irak:

 

   El presidente electo afirmó siempre su oposición a la intervención de USA en el país, y declaró reiteradamente que USA debe retirarse ordenadamente. Aquí debemos hacer algunos análisis geopolíticos de las consecuencias de esa retirada del pantano Iraquí. En primer lugar no puede haber estabilidad en Irak sin que EE.UU. negocie un acuerdo político con Irán, ya que su influencia en la población iraquí musulmana chiíta es muy fuerte y de ello depende la estabilidad del gobierno de Bagdad, pero aquí encontramos dos fuertes oposiciones regionales; uno el israelí que le preocupa un Irak con fuerte influencia iraní, y también el otro socio estratégico de USA en el Medio Oriente: Arabia Saudita. Tampoco ve con buenos ojos un gobierno iraquí pro iraní, además de tener que negociar con sunitas y kurdos. Pero mantenerse en un conflicto sin fin le llevaría a enemistarse a Obama con su propia base electoral que votó la retirada del conflicto. La mejor alternativa que le queda a USA es negociar con Irán, un Irak neutral (situación muy difícil de lograr).

 

Afganistán:

 

   Es el otro conflicto bélico que mantiene Estados Unidos en Asia, sin haber definido el mismo, es más, la guerra no sólo se estancó sino que vuelve a ser favorable a los talibanes, Obama ha expresado que esa es la verdadera guerra, pero para ganarla, si es posible usar ese termino, se requiere de un aumento de tropas, equipo y dinero de USA, y también del aumento de la participación de sus aliados europeos en el conflicto, tema éste que ya es muy difícil de lograr, ya que la población europea está marcadamente en contra de seguir participando, (hace pocos días hubo declaraciones de los jefes militares ingleses en ese conflicto que solicitan la retirada porque consideran que es imposible ganarlo, y pedían mayor presupuesto hasta la ejecución de la retirada). A esto debemos sumar que la crisis económica está afectando más a la economía real europea que a la norteamericana y por lo tanto los países de Europa están obligados a reducir sus presupuestos de gastos y por ello quieren retirarse de Afganistán.

   Pero lo mas trágico de este conflicto es la casi seguridad que tiene la fuerza de intervención de la OTAN y USA de la imposibilidad de ganar esta guerra. Aquí también la nueva administración se encuentra con el dilema de cuál será la mejor alternativa para salirse airoso del mismo, y la mas posible es la de una negociación con los talibanes para llegar a un acuerdo político, y retirarse, que tiene su consecuencia  en la política interna de USA ya que será fuertemente atacada una decisión en ese sentido por parte de la oposición y de los halcones dentro y fuera de su partido

 

 

Eurasia:

 

   Éste es otro frente que deberá resolver Obama, ya que el crecimiento especialmente  de Rusia y China pone un freno a la idea de hegemonía mundial que se habían planteado los Estados Unidos con la disolución de la Unión Soviética, y es con Rusia en estos momentos el mayor frente de conflictos que tiene USA en Europa del Este. Rusia respondió a la política agresiva de Bush al instalar los antimisiles en Polonia con el despliegue de misiles en el enclave europeo que tiene en Kaliningrado (la ex ciudad alemana de Königsberg en la Prusia Oriental), Sobre la relación con Rusia, Obama, no ha dado mayores posiciones, y se desconoce su política hacia ella. Pero lo que sí se sabe es que el principal país de la Unión Europea, Alemania,  no quiere conflictos con Rusia (depende demasiado de la energía rusa para seguir progresando). En este marco también están muy preocupados los nuevos aliados de USA que apoyó Bush: Polonia, Rep. Checa y Ucrania, ya que por la crisis económica y por una nueva real politik quedarán como elementos de negociación en un acuerdo ruso-estadounidense.

   Y tiene otro cuadro de conflicto Obama con la Europa desarrollada, ya que el nuevo eje Londres-Paris, intenta imponer la idea de la creación de un nuevo Bretón Woods (nuevo FMI y Banco Mundial) y también cuestiona su relación con Europa Central. Este nuevo acuerdo internacional económico financiero pretende tener supremacía sobre los Bancos Centrales, por lo cual es muy difícil armonizar los intereses de las grandes corporaciones financieras estadounidenses con querer compartir su poder con una entidad supranacional. Y, por ultimo, también debemos aclarar que tampoco la dupla Brown-Sarcozy están interesados en ampliar los gastos de la OTAN.

   Rusia está esperando sentarse a negociar con la nueva administración desde posiciones de fuerza y defendiendo fuertemente su interés nacional. China, a pesar de su fuerte relación-dependencia comercial con USA, también está en un camino de diversificar sus marcos comerciales y su presencia como potencia regional también es inocultable, ya inició el proceso de negociación con Taiwán. Pero fundamentalmente la creación del Bloque continental económico con su alianza con Rusia la destacan como un jugador de primer orden: el acuerdo de cooperación de Shangai, el cual tiene a otro gigante asiático como la India de observador, le confiere una entidad económica y geopolítica de trascendental importancia. Ya este nuevo grupo está operando globalmente y podemos apreciar su presencia en nuestro Continente, (230 empresarios de Rusia, Argentina y Chile comenzaron un encuentro destinado a buscar estrategias comunes para potenciar el comercio, las inversiones y proyectos económicos importantes. Con el nombre, "Rusia y América Latina, Asociación Estratégica y Oportunidades de Inversión", esta semana en Buenos Aires (fuente Ria Novosni), para dar solo un ejemplo.

 

¿Suramérica Patio Trasero?

 

   En nuestra región, que según se explayan los analistas políticos (de distintos medios), diciendo que estamos fuera de la agenda del Sr. Obama, tampoco le será fácil la negociación a la nueva administración, pues el continente está danto pasos trascendentales a pesar de la dificultades para actuar con una mayor coherencia, sin los padrinazgos extracontinentales que en otros tiempos nos condicionaban. Brasil hoy en día ha tomado el rol de mayor envergadura y se trasformó en una potencia regional que intenta unir geopolíticamente a Suramérica. El MERCOSUR sigue funcionado con el eje argentino-brasileño fundamentalmente; la creación del UNASUR y de la junta de Defensa Regional Suramericana abre nuevas perspectiva para sus integrantes. Los dos aliados que tiene USA en este subcontinente, uno Colombia que seguramente no recibirá el mismo trato que tuvo durante las administraciones republicanas y el otro socio que tiene Washington es Chile, país aislado de sus vecinos (tendencia que quiere revertir la administración Bachelet), no puede frenar el proceso integracionista regional. Aquí también esta operando fuertemente China (Un ejemplo es el lanzamiento del primer satélite del estado Venezolano, lanzado con un cohete chino desde Xichang, en China).

   Por nuestros recursos, por la cercanía a su territorio y por las relaciones que debemos tener con EE.UU., es de esperar negociaciones  políticas serias con la nueva administración, que alejen el peligro de intervenciones armadas en nuestro continente (como las hipótesis que plantea el Comando Sur y la nueva IV Flota), que se respete nuestro interés nacional y el interés de nuestros países integrados. 

 

   Como podemos apreciar no son escasas las dificultades con se encontrará el 44 presidente de Estados Unidos de América del Norte, tanto en orden interno pero fundamentalmente en el orden externo. No sólo con el planteo de buenas intenciones se maneja el mundo real sino con los poderes instituidos y los nuevos jugadores del orden que se está conformando. Por ahora, solamente esperaremos a ver cómo se desenvuelve esta nueva administración que con tanta esperanza ha sido seguida por millones de personas, no sólo en su país sino en el mundo. Pero la realidad con la que tendrá que lidiar es muy complicada: el tiempo nos dirá si podrá con ella.