28 RAZONES PARA SOLICITAR UNA COMISIÓN INDEPENDIENTE DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL 11-M
La comisión parlamentaria sobre el 11-M hace casi un año que concluyó sus trabajos. No consiguió aclarar ni un solo punto de los atentados. Pero esto, por esperado, no era lo peor sobre el atentado. A tenor de los datos que se van filtrando de la investigación puede concluirse que, en el momento actual, apenas se sabe nada de cómo se depositaron las bombas en los trenes, absolutamente nada de quiénes fueron los autores intelectuales, muy poco sobre los explosivos, se ignora absolutamente todo sobre lo que ocurrió en la vivienda de Leganés e, incluso, hay un amplio margen de inseguridad que impide confirmar quién –e incluso cuántos- estaban en su interior, se tienen pruebas muy poco fiables sobre la casa de Morata de Tajuña y sobre lo único que existe una certidumbre absoluta es sobre las dos consecuencias traumáticas que tuvo para la sociedad española:
1) 192 víctimas, 192 familias rotas y
2) un cambio de gobierno inesperado.
No se trata de cuestionar que el PSOE ganó las elecciones del 14-M, sino solamente afirmar que el ÚNICO ELEMENTO que hizo desequilibrar las previsiones electorales previas realizadas mediante sondeos exhaustivos, en los días anteriores, fue el espantoso atentado.
Creemos que si el pueblo español soberano no es capaz de presionar a los poderes públicos e institucionales para que aclaren hasta los últimos resquicios del 11-M (quién planificó el crimen, quién lo cometió y cómo lo cometió), atentados de esta envergadura pueden repetirse. Si el crimen del 11-M queda impune, queda abierta la vía para que cualquier desaprensivo sin escrúpulos recurra al terrorismo para crear situaciones que alteren el normal curso de un proceso electoral.
Es por eso que los firmantes de esta carta abierta, pasamos a recordar a la opinión pública, algunos elementos que le han sido escamoteados desde el 11-M.
Nosotros, los abajo firmantes, QUEREMOS LA VERDAD, no solamente el 12 ó 13-M, sino aquí y ahora, hoy y siempre, por dolorosa, horrible, sorprendente y contradictoria que sea con la versión oficial que se nos ha dado.
Nosotros, los firmantes de esta carta abierta a la opinión pública,
EXPONEMOS:
a) Que el mayor atentado cometido en la historia de España no puede permanecer impune, pero que la naturaleza de lo que se ha dado en llamar “agujeros negros” de la investigación es tan profunda que estamos en el derecho de suponer que se corre el riesgo de que así ocurra.
b) Que en el estado actual de las investigaciones se sabe muy poco o nada sobre los aspectos verdaderamente importantes del crimen e incluso existe la posibilidad de que quien fue presentado como principal detenido, Jamal Amihdan, no tuviera absolutamente ninguna implicación en el crimen.
c) Que la Comisión Parlamentaria, que concluyó sus trabajos en 2005, no aclaró absolutamente ningún aspecto del crimen y cayó en el más espantoso de los bochornos y en una miserable falta de respeto a las víctimas y a sus familias, haciendo que el interés de partido prevaleciera sobre el objetivo de la investigación.
ch) Que los portavoces del gobierno y su propio presidente encubren su desinterés sobre el tema remitiendo a la opinión pública al juicio que, antes o después, tendrá lugar en la Audiencia Nacional, negando, contra toda lógica y sentido común, que existan “agujeros negros”. Existen y son de tal naturaleza que invalidan las conclusiones oficiales de la investigación.
d) Que el sumario estancado en la Audiencia Nacional no parece que vaya a resolver los elementos esenciales del crimen, ni que los abogados de las defensas –buena parte de oficio- estén en condiciones de tener un conocimiento exacto y profundo de la totalidad del sumario.
e) Que sería deseable que los familiares de las víctimas del 11-M, aparte de la compensación económica por la pérdida de sus seres queridos, recibieran además la satisfacción de conocer por qué murieron y quién ordenó su asesinato. En este sentido son las asociaciones de víctimas del 11-M las primeras que deberían de utilizar su peso moral para estimular la apertura de nuevas investigaciones y el establecimiento de responsabilidades sobre el crimen; tal es y no otro, el fin que deberían de perseguir.
f) Que medios de comunicación privados de suficiente solvencia, así como cierto número de autores independientes, han publicado en los últimos 20 meses datos objetivos y análisis suficientes como para cuestionar con fundamento sólido, la versión oficial y demostrar ampliamente la existencia de “agujeros negros”.
g) Que ni una sola de esas informaciones, en su mayoría, extremadamente lógicas y coherentes, ha inducido al Ministerio del Interior a abrir nuevos canales de investigación, sea por negligencia, desprecio a las investigaciones particulares, o simplemente por desinterés o apatía, dando por cierto aquello que no es más que un amasijo de cabos sueltos, mentiras flagrantes, medias verdades y repetidas maniobras de intoxicación informativa.
h) Que José Luís Rodríguez Zapatero, vencedor en las elecciones del 14-M sólo gracias a la campaña desencadenada tras los atentados, perdió en el momento mismo de vencer todo interés por el 11-M y se ha ido aferrando, contra viento y marea, a la versión oficial: “atentado 11-M = atentado de Al Qaeda motivado por el papel de Aznar en Irak”; hoy existen datos suficientes para desmontar con extrema facilidad esta afirmación.
i) Que, desde el primer momento, se han presentado a la opinión pública rostros de individuos y personas como vinculados a los atentados, con pruebas y datos falseados y, siempre, absolutamente insuficientes; el “gran atentado” del 11-M no ha tenido una “gran investigación”, ni ha llegado a señalar a los “grandes culpables” con pruebas definitivas; todo lo contrario.
j) Que la mayoría de marroquíes presentados como autores materiales de los atentados eran en realidad pequeños delincuentes comunes que merecían ser juzgados y condenados por tráfico de drogas, clonación de tarjetas de móviles, reciclado de teléfonos robados y otros delitos, pero no por haber asesinado a 192 personas.
k) Que el PSOE ha atacado y descalificado, sistemática y regularmente, a todos aquellos que han intentado establecer la verdad sobre lo que ocurrió el 11-M y quién ideó el crimen, pero en ningún momento ha hecho nada por esclarecer lo que verdaderamente ocurrió; hay que calificar de bochornoso el cierre de los trabajos de la comisión y la negativa realizada por el PSOE y sus aliados (ERC e IU) a aprobar comparecencias absolutamente necesarias para la investigación.
l) Que 192 víctimas y sus familias piden a gritos que se aclare quién y en función de qué y por qué, causó tanto dolor. Cuando se van a cumplir dos años de aquellos atentados, parece como si las indemnizaciones cubrieran todo el dolor y la tragedia de las víctimas y como si el Estado no tuviera ya la obligación de investigar, con mano de hierro y en todas direcciones, qué fue lo que ocurrió realmente el 11-M.
m) Que el hecho de que el terrorismo islámico exista en otros países no implica que los atentados del 11-M hayan sido, necesariamente, cometidos por formaciones de este tipo.
n) Que nunca ha existido absolutamente ni un solo indicio que tendiera a demostrar una vinculación entre el 11-M y los atentados firmados por Al-Qaeda y, por tanto, con lo que se ha dado en llamar “terrorismo internacional”.
ñ) Que el terrorismo islamismo, como cualquier otra forma de terrorismo es condenable y rechazable, aquí y en Palestina, en EEUU o en Casablanca; pedir la verdad sobre el 11-M y dudar de la versión oficial dada, no implica en ningún sentido intentar absolver al terrorismo islámico del dolor que ha podido causar en cualquier parte del mundo.
o) Que todavía no se ha aclarado fehacientemente quiénes, ni siquiera cuántos, murieron en el piso de Leganés, cómo murieron, por qué murieron, ni que les indujo a concentrarse allí, ni cómo fueron descubiertos, ni cómo fue posible que uno de los miembros del grupo huyera a la carrera, ni, en definitiva, ningún aspecto que pueda aclarar lo que sucedió allí. Resulta demasiado fácil, simple y sospechoso, afirmar que “allí murieron todos los terroristas” y dar por zanjada la investigación.
p) Que varios presuntos implicados el 11-M –y casi la mitad de los muertos en Leganés- estaban siendo vigilados por la policía en los meses anteriores al crimen y hasta pocos días antes del atentado, lo que excluye la posibilidad de que la policía pudiera pasar por alto sus vinculaciones con una trama terrorista, en caso de existir.
q) Que en toda la trama de los explosivos y de los teléfonos aparecen demasiados individuos ambiguos que son, a la vez, pequeños delincuentes, confidentes de los servicios policiales españoles o magrebíes o, simplemente, funcionarios policiales en activo, como es el caso de Maussili Kalaji, funcionario del Cuerpo General de Policía.
r) Que el gobierno marroquí no ha colaborado en absoluto en la investigación sino que, más bien, ha hecho todo lo contrario: ha ocultado datos y los ha falseado, ha dificultado la tarea de comisiones rogatorias sobre su territorio e, incluso, ha dado datos erróneos sobre la militancia política de los sospechosos de haber tenido algo que ver con el 11-M.
s) Que parece increíble que, a estas alturas, ni siquiera se sepa con exactitud y certidumbre incuestionable de dónde salió la totalidad de explosivos que estallaron en los trenes, los que se hallaron en la vía férrea Madrid-Zaragoza, los que estallaron el piso de Leganés o los que se encontraron entre los restos y que, incluso, existan informes contradictorios, desde el primer momento hasta hoy, sobre el tipo mismo del explosivo.
t) Que, desde el primer momento, la facilidad con que la policía encontró pistas providenciales que incriminaron a Jamal Zougan y a los primeros detenidos o a los muertos en Leganés, era extremadamente sospechosa y merecía una investigación pormenorizada, ante la evidencia de que se trataba de una nueva edición del cuento de Pulgarcito y su rastro de piedrecitas, pues existen fundamentos para sospechar que la mayoría de pistas que siguió inicialmente la policía española habían sido prefabricadas y sembradas artificialmente para encarrilar la investigación.
u) Que hasta ahora se ha presentado a no menos de media docena de individuos como “responsables intelectuales” o “coordinadores” de los atentados, a cuál más inverosímil, individuos que en buena medida son mitómanos, chivos expiatorios o, simplemente, no disponen de la más mínima preparación para idear un atentado de la precisión técnica y política del 11-M.
v) Que el único juicio realizado hasta ahora contra terroristas islámicos en España –la presunta “Célula durmiente de Al-Qaeda”- procesados por su presunta participación en los atentados del 11-S, ha concluido con una sentencia absolutoria en los cargos más graves y con un recurso de apelación al Supremo, lo que supone un desfase entre las enormes responsabilidades atribuidas por la policía a este grupo y lo que se ha logrado demostrar en el juicio. Peligroso precedente que induce a dudar sobre si este país podrá soportar que, una vez visto el juicio del 11-M, se proceda a una absolución similar de los acusados y a enfrentarse brutalmente a la realidad de ignorar quiénes cometieron el mayor crimen en la historia de España. Desde aquí afirmamos que la absolución de alguno de los principales acusados por el crimen es inevitable a tenor de la endeblez de las pruebas reunidas, hasta el punto de que sorprende la cruel frialdad que supone el que, con tales “pruebas”, hayan podido ser presentados ante la opinión pública como culpables de haber causado 192 víctimas.
w) Que ni puede afirmarse ni excluirse que ETA tuviera algo que ver con los atentados, pero sí puede afirmarse que ETA preparaba atentados similares. En cualquier caso, la enormidad y frialdad de otros crímenes de ETA merece que esta hipótesis no sea descartada, especialmente en un momento en el que se sabe que delincuentes islamistas tuvieron en las cárceles contactos con presos de ETA.
x) Que, resulta absolutamente innegable que los principales beneficiarios de los atentados fueron los interesados en desvincular a España de la guerra de Irak. El hecho de que el PSOE fuera un beneficiario involuntario le fuerza necesariamente a ser el primer interesado en aclarar, hasta los últimos flecos, el crimen. El principio de toda investigación criminal (“¿a quién beneficia el crimen?”) debía haber obligado al PSOE a salir de su silencio y aferramiento a la versión oficial, más allá de toda lógica y razón.
y) Que la legalidad del gobierno socialista deriva de su victoria electoral el 14-M, pero que aquella votación se realizó bajo la presión de los atentados y que la legitimidad auténtica del gobierno Zapatero sólo puede derivar de un esclarecimiento absoluto de lo que ocurrió en los atentados, quién los planificó y quién los ejecutó.
z) Que cuando los poderes públicos muestran un desinterés absoluto en abrir nuevos canales a la investigación y llegar al esclarecimiento total de los atentados, la iniciativa ciudadana debe imponerse allí donde no llega la iniciativa de los políticos profesionales.
Y es por todo esto por lo que los abajo firmantes,
PEDIMOS
La movilización de la opinión pública y de los medios de comunicación para la constitución de una Comisión Independiente de Investigación sobre los atentados del 11-M, formada por periodistas, familias y asociaciones de víctimas, expertos en terrorismo, personas de relevancia y prestigio social y cultural, con peso social y moral suficiente como para llegar allí donde se impidió llegar a la Comisión Parlamentaria.
LLAMAMOS
A lo que se conoce como “líderes de opinión” para que ejerzan su autoridad moral para impulsar y asumir la dirección de una Comisión Independiente de Investigación, lo antes posible y, en cualquier caso, antes de la vista en la Audiencia Nacional.
¡Queremos la verdad ayer, hoy y siempre y no sólo el 12 o 13-M!
Se ruega enviar nombre y apellidos y DNI a: verdad11m@yahoo.es. Una vez reunidos varios centenares de firmas, la carta será publicada en los medios de comunicación, constando los firmantes por orden alfabético.
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