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Bitácora PI

¡VIVA ESPAÑA!

¡VIVA ESPAÑA!

Rafael LÓPEZ-DIÉGUEZ GAMONEDA

 

  Cuando España yace y se desangra por las heridas mortales que le han inferido Zapatero, Arturo Mas y Rovira, cuando los terroristas se han impuesto sobre sus victimas y el Estado de derecho y, cuando en nuestra Patria se insulta impunemente a su Credo mayoritario, es cuando más que nunca sin complejo ni vergüenza alguna debemos gritar tan alto como podamos VIVA ESPAÑA.

 

  Ya nadie alza su voz para gritar tan bonita consigna, ya nadie se siente comprometido con ese grito por el que tantos españoles de tantas generaciones dieron lo mejor que tenían.

  Hoy día 22 de Marzo escribo este articulo cuando sobrevuelo los cielos de España y llevo conmigo la desazón de dos de las más graves noticias que jamás un español hubiera pensado recibir: la consumación de otro abominable crimen, como es la aprobación en sede de Comisión Parlamentaria del Estatuto catalán, que en suma termina con la unidad de España y, la trampa tregua de ETA con lo que de pactos, acuerdos y precios políticos ello conlleva. He de confesar que la desesperanza me invade y solo un acto de optimismo heroico, fundado en la promesa que nos hizo Nuestra Señora de no abandonarnos nunca, me consuela ante tan graves afrentas.

 

  Pero ante la sensación de tristeza que me invade, me reconforta el recuerdo del pequeño de mis hijos cuando no hace mucho preguntaba por qué me emocionaba cuando escuchaba el himno nacional o veía ondear la bandera española, o por qué me dolían tanto los insultos a mi Fe. Ante tan simple pregunta me di cuenta que no tenia respuesta racional, porque nunca había reparado que ese sentimiento era inherente a mi, no me lo habían enseñado, no lo había aprendido en ningún texto, no tenia un origen racional o científico, no era más que una reacción anímica natural, fruto de la alegría y emoción por sentir y defender lo que amas profundamente, el mismo sentimiento que tienes al ver a tu hijo recién nacido o cuando recibes el apoyo incondicional de tus padres o el abrazo de tus hijos.


 
  Pero lo sorprendente de la situación no terminó en la simple pregunta, ya que ante mi incapacidad de responder, ante tan obvia pregunta, la mayor satisfacción fue su respuesta “papá a mí me pasa lo mismo”, él sentía también a su bandera, a su patria y a él también le dolían los insultos a su Dios y a su Credo, lo que hizo darme cuenta de la importancia del testimonio personal, del respeto que genera en los que te rodean y más cuando aprecian que tu actitud no pende de contraprestación alguna. Me di cuenta que solo bastaba con mantener una postura coherente, sin grandes explicaciones ni discursos, me di cuenta en definitiva que, sin un gran esfuerzo de mi parte, en mis hijos había calado ese sentimiento natural de amar a Dios y a España, y es precisamente por eso, por lo natural de ese sentimiento, la prueba está en que para invertir ese sentimiento se han empleado a fondo durante 25 años y pese a ello todavía quedamos muchos españoles que no estamos dispuestos a abdicar de nuestros sentimientos y con orgullo, sin vergüenzas ni complejos, a garganta partida donde y ante quien fuera necesario nunca dejaremos de decir y gritar: VIVA ESPAÑA, VIVA ESPAÑA .

4 comentarios

juan luis vicente -

a muchos españoles les pasaría lo mismo si Franco no hubiera manchado esa bandera de sangre. Muerte a los nacionalismos (tanto español, como catalán, gallego, vasco etc..)son muestras de palurdez e incultura.

sepharad -

"“papá a mí me pasa lo mismo”, él sentía también a su bandera, a su patria y a él también le dolían los insultos a su Dios y a su Credo"

per favor... sense comentaris...

De manera que l'associació Espanya - Déu Cristià - Credo és ineludible...
No hi ha per aquí cap fatxa ateu?

Juan Manuel Pozuelo Lodeiro -

Lo más importante que pudieron hacer mis padres por mí fue bautizarme y hacerme, desde ese preciso momento, hijo de Dios. El que mis padres fuesen españoles garantizó mi pertenencia a la Iglesia de Cristo. Soy católico porque soy español; de haber nacido en cualquier otro lugar del mundo tal vez no hubiese podido decir lo mismo.
La izquierda sabe que el alma de una España unida es inquebrantable porque se afianza en su catolicidad y que, tantas veces como ha intentado el ataque, ha pinchado en hueso. Romper España, vestir sus pedazos con ese trapo asqueroso tricolor, amansar a la jerarquía eclesiástica utilizando la zanahoria de su financiación; es todo parte de un mismo plan estratégico: matar a España.

Miguel Pons -

No sé si España es innata en nosotros, pero sí sé que forma parte, desde el principio, de lo que somos: que no somos concebibles al margen de España y que si la persona es el principio de atribución de nuestras acciones, La Patria es el principio de atribución de nuestras relaciones con el mundo. O sea, es nuestro modo de comprender y de saber: un verdadero hecho diferencial.
Por eso el Viva España es tan natural como respirar.
Enhorabuena.
Arturo Robsy